Este 21 de abril, el mundo se ha despertado con una triste noticia: el fallecimiento del Papa Francisco. El sumo Pontífice, quien semanas atrás lidió con problemas de salud, murió a los 88 años, según anunció El Vaticano. Si bien muchos lo conocieron a raíz de su papado, lo cierto es que antes de ser electo como Sumo Pontífice, vivió una vida de humildad y servicio bajo el nombre de Jorge Mario Bergoglio en su natal Argentina. Hijo de migrantes italianos, el hoy fallecido Papa fue el mayor de cinco hermanos, de los cuales hoy solo sobrevive la menor.
Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio vivió con su familia en el barrio de Flores, en la capital argentina. Su abuelo, Giovanni Angelo Bergoglio, había emigrado desde la región de Piamonte, en Italia, en busca de mejores oportunidades. Mario José Bergoglio, padre del fallecido líder religioso, trabajó en el ferrocarril, mientras que su madre, Regina María Sívori, se dedicaba al hogar y al cuidado de sus hijos.
“Un hermano de mi abuelo ya vivía en Paraná y le iba bien. Vinieron a sumarse a la empresa pavimentadora en la que trabajaban cuatro de los cinco hermanos Bergoglio. Papá era el único hijo y pasó a ser contador en la empresa, y se movía entre Paraná, Santa Fe y Buenos Aires”, contó el propio Papa 1990 en una carta dirigida al padre Cayetano Bruno, quien fue el encargado de convencer a los padres Jorge Mario de la vocación religiosa de su hijo.
El Papa Francisco tenía cuatro hermanos: Alberto Horacio, Marta Regina, Óscar Adrián y María Elena. De todos ellos, actualmente solo vive María Elena, quien reside en Argentina lejos de los reflectores. Alberto falleció el 15 de junio de 2010, Óscar el 25 de octubre de 1997 y Marta, el 11 de julio 2007.
El papá del Sumo Pontífice falleció en septiembre de 1961, a los 53 años a causa de un infarto. Al igual que Francisco, su padre fue un apasionado del fútbol e hincha del club San Lorenzo, y su triste fallecimiento ocurrió en el estadio mientras veía un partido junto a su hijo Alberto. Por aquellos días, Francisco formaba parte de la orden de los Jesuitas, pero tuvo la oportunidad de ver a su progenitor días antes del su triste fallecimiento.
Naturalmente, esta muerte representó un duro golpe para la familia Bergoglio, y Francisco siendo el mayor, prácticamente se convirtió en un padre para su hermana María Elena, quien aún era chica. “Estar lejos de mi hermana es quizá uno de los sacrificios más grandes que he hecho”, contó el Papa en su autobiografía Esperanza, publicada en enero de este año. También detalló que la seguía llamando todos los domingos por la noche. María Elena, de 76 años, también ha enfrentado problemas de salud, por los cuales sus médicos le desaconsejaron viajar a Italia donde su hermano estuvo grave recientemente.
El resto de la familia Bergoglio la conforman sus sobrinos: José Bergoglio es hijo de su hermana María Elena y tuvo siempre una estrecha relación con su tío, llegó a crear una fundación a la que nombró en homenaje a él. María Elena también tiene otro hijo, al que llamó Jorge.
Por parte de su hermana Marta tuvo dos sobrinos, José Luis Narvaja, que se ordenó sacerdote, y Pablo, que se dedica a la enseñanza. Ambos se han mantenido lejos del ojo público. El Papa Francisco también tenía un sobrino nieto futbolista: Felipe Bergoglio, de 20 años, quien juega un club en la Toscana, Italia. Su abuelo, Jorge Bergoglio, era primo directo del Sumo Pontífice.
El Papa Francisco y la mujer que influenció su camino
En aquella carta que escribió al padre Cayetano Bruno, el futuro Papa dedicó un apartado especial para hablar de su abuela paterna, Rosa Margarita Vassallo de Bergoglio, de quien admitió tuvo una importante influencia en su vida.
“La abuela trabajaba en la naciente Acción Católica: daba conferencias por todas partes (hasta hace poco yo tenía una, publicada en un folletito, que había dado en S. Severo de Asti, sobre el tema: ‘San José en la vida de la soltera, la viuda y la casada’). Parece que mi abuela decía cosas que no caían bien a la política de entonces... Una vez le clausuraron el salón donde debía hablar, y entonces lo hizo en la calle, subida arriba de una mesa… Pero no creo que la situación política haya sido el detonante para la migración a Argentina”, contó.