Dando lecciones de humildad, Cristián de la Fuente se abrió de capa durante la visita al podcast que tiene su amigo Juan Soler con Paulina Mercado En Pareja2, un espacio en el que se sintió en la suficiente confianza para hablar por primera vez de su separación con Angélica Castro, luego de más de 20 años de matrimonio. Como nunca, el histrión tocó el tema de la infidelidad que cometió y que terminó por fracturar la relación con la mamá de su hija con quien sigue casado legalmente. El actor también habló del proceso de sanación que vivió tras la ruptura y de cómo ha escrito una nueva historia, ahora desde un lugar más consciente.
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Más sincero que nunca, Cristián confesó por qué todavía no ha firmado el divorcio con la mamá de su hija Laura: "Legalmente seguimos casados, nos separamos, pero no nos divorciamos. Al principio, no nos divorciamos, porque uno trataba de volver y después, porque terminaríamos la relación, le pondríamos un fin, pero yo siempre voy a estar ligado a Angélica, es mi socia en varias cosas que tenemos juntos y es la madre de mi hija, entonces siempre va a ver esa relación, no hay ese apuro".
¿Por qué no se han divorciado?
Cuando Paulina Mercado le cuestionó si cree que, de manera inconsciente sigue casado, porque guarda una esperanza de regresar, el actor dijo: "No sé, porque yo conozco a Angélica, Angélica es Tauro, no hay vuelta atrás", reconoció. Por primera vez, habló de los problemas que enfrentaron tras su separación: "En las rupturas, sobre todo cuando alguien hizo daño, del otro lado hay dolor, rabia, desilusión, tristeza y no es bueno divorciarse ahí, uno como que espera que pase y se calme y en esa búsqueda del momento perfecto se pasan los días", añadió.
El actor también admitió que fue él el responsable del fin de su matrimonio: "Uno trata de llevársela bien, yo fui culpable de la separación, también no me voy a poner a decir, ¿el divorcio cuándo?, uno camina con la cabeza más abajo, no quieres ponerle más banderitas al toro".
Cuando le preguntaron si tras lo vivido, aprendió la lección, dijo: "Sí, el proceso es largo, porque cuando uno se equivoca y hace daño viene una culpa tremenda que no te deja avanzar, no te deja crecer. Cuando uno transforma esa culpa en responsabilidad y uno aprende, dices me voy a hacer responsable de lo que hice, pero sin culpa", explicó.
Comparte su lado más personal
En este episodio, donde el actor mostró su lado más personal, fue profundo al compartir parte del contexto familiar en el que creció: "Yo viví en una familia donde mi papá estaba disociado, para mí era algo normal, no había culpa, mi papá era bígamo, estaba con mi mamá el sábado y con mi tía el domingo, vivíamos cerca yo me iba en bicicleta de una casa a la otra, mi papá nunca tuvo culpa y debería haber tenido, le estaba haciendo daño a dos mujeres", confesó.
Gracias a la terapia, Cristián descubrió que gran parte de sus vacíos de adulto estaban relacionados con las carencias en su infancia: "De repente uno comete una estupidez, dices le voy a dar un beso a esta persona y el daño es horrible. Llevo años tratando de entender mis acciones y comportamientos, pero uno crece y evoluciona a través del dolor, cuando está feliz no mejora, cuando estás triste, deprimido, en el suelo, te levantas en otro nivel, mejorando ciertos errores. Hoy me siento más liviano, necesito menos validación de la gente, necesito mostrarle menos al mundo", reconoció.
A casi tres años de su separación de Angélica, Cristián reconoce ser una mejor persona: "La carencia estaba ahí y la llenas con cualquier cosa y eso fue un error. Nada malo es realmente malo. Todo lo que me pasó, es porque me tenía que pasar y es para que esté en este momento hoy con ustedes hablando de esto (...) Hoy uno se da cuenta que la felicidad es mucho más sencilla, es un abrazo, un amigo, es ir a comer, es reír, disfrutar, tener a alguien que quieres, uno a veces se pierde y empieza a buscar lo que no se le ha perdido", finalizó.