El mundo de las letras se ha vestido de luto con el deceso del último grande del boom latinoamericano: Mario Vargas Llosa. El pasado 13 de abril la familia del autor peruano dio a conocer la noticia del deceso a través de un mensaje en sus redes sociales. En la más estricta intimidad, la familia y sus amigos más cercanos despidieron al laureado escritor en su hogar, en el distrito de Barranco, en Lima, Perú. Horas después, se dieron a conocer las imágenes en las que aparecen los tres hijos de Vargas Llosa, fruto de su matrimonio con Patricia Llosa, cumpliendo la última voluntad de su padre.
Justo como lo pidió el autor de La Fiesta del Chivo, no se hicieron ceremonias pomposas ni homenajes tras su partida. Los funerales fueron de lo más discretos y solo amigos y familiares pasaron a darle el último adiós y mostrar sus condolencias a la familia. Tras recibir a sus seres queridos y encontrar cobijo en esos duros momentos, Álvaro, Gonzalo y Morgana llevaron los retos de su padre para ser cremados justo como el mismo escritor lo pidió.
De acuerdo con los reportes, el proceso se llevó a cabo en el Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chrorrillos. El cuerpo del autor fue llevado hasta a ese lugar a bordo de una carroza fúnebre desde su casa en Lima, tras un breve funeral.
Álvaro y Gonzalo llevaban dos urnas; una más grande que la otra, mientras que Morgana los acompañada. Patricia Llosa, madre de los tres, los esperaba a las afueras del recinto.
El día que se dio a conocer el deceso, la familia detalló el deseo de su padre de que sus restos fueran incinerados. "No tendrá lugar ninguna ceremonia pública. Nuestra madre, nuestros hijos y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia y en compañía de amigos cercanos. Sus restos, como era su voluntad, serán incinerados", se leía en el comunicado que enviaron el pasado domingo, en el que revelaron la muerte del escritor.
Sus funerales en la más estricta privacidad
A las afueras de la última morada de Vargas Llosa, su hijo Álvaro se tomó un momento para atender a las decenas de medios de comunicación que daban cobertura al suceso, el cual le dio la vuelta al mundo.
“Mis hermanos, Gonzalo y Morgana, y yo mismo, queremos agradecer infinitamente las muestras de afecto que nos están llegando de todas partes del Perú, de personas conocidas, de personas amigas y de personas anónimas que querían y admiraban a mi padre por diversas razones, y que han encontrado la forma de hacernos llegar su afecto, su solidaridad y su condolencia, así que las primeras palabras son de infinita gratitud para con todos ellos…”, dijo, en unas declaraciones retomadas por medios como ATV Noticias.
Haciendo hincapié en los últimos deseos de su padre, Álvaro reiteró que no se harán ceremonias póstumas ni homenajes. "Hemos acordado tratar de llevar este duelo en la intimidad, por eso estamos velando a mi padre en casa, en lugar de hacerlo en un lugar público, y vamos a rogarles, sé que esto es difícil tratándose de un personaje público, que respeten esa privacidad, y eso implica que nosotros vamos a evitar hacer más declaraciones de las que acabo de hacer", indicó.
A las afueras de la residencia, se acumularon decenas de flores como ofrendas para el escritor, además de que había decenas de medios locales e internacionales apostados en los alrededores, pues la noticia causó una conmoción internacional, debido a la gran figura que fue en vida y el legado que deja. QEPD