Tal y como lo adelantaba El Vaticano, la mañana de este domingo el Papa Francisco ha sido dado de alta y ha abandonado el Hospital Gemelli, lugar en el que permaneció 38 días, tras haber presentado una infección respiratoria. Además, el Sumo Pontífice también ha reaparecido públicamente, tras esta etapa en la que permaneció bajo cuidados y observación médica.
Agradecido por el cariño que ha recibido a lo largo de las últimas cinco semanas, el Papa Francisco salió a uno de los balcones del hospital para saludar a los cientos de feligreses que se encontraban a las afueras del lugar con la intención de verlo. Visiblemente débil y con cierta dificultad para hablar, el Santo Padre apareció sentado en una silla de ruedas para enviar un mensaje a los presentes: “¡Gracias a todos!”, dijo Francisco a la multitud.
El Papa se mostró contento al ver a tanta gente reunida en el lugar, por lo que incluso intentó interactuar con ellos. “Puedo ver a esa mujer con flores amarillas, bien hecho”, agregó, mientras sonreía discretamente. Finalmente, el Papa se despidió de los fieles enviando su bendición con las manos.
¿Volverá a sus actividades normales?
Aunque el Papa Francisco ha vuelto a su residencia de Santa Marta en El Vaticano, su equipo médico ha detallado que continuará de forma parcial con terapias farmacológicas orales, además de un periodo de convalecencia de al menos dos meses, por lo que no podrá reintegrarse a sus actividades de forma inmediata.
En ese mismo sentido, se ha explicado la razón por la que el Sumo Pontífice deberá cumplir con este tiempo de recuperación en casa. “El hospital, aunque parezca extraño, es el peor lugar para una convalecencia: es el lugar donde se contraen más infecciones", explicó el doctor Sergio Alfieri en una rueda de prensa. "Durante el periodo de convalecencia no podrá mantener sus citas diarias habituales", agregó.