Han pasado poco más dos semanas desde aquella noticia que consternó a todo Hollywood: el hallazgo de los cuerpos de Gene Hackman y Betsy Arakawa en su casa en Santa Fe, Nuevo México. El caso estuvo rodeado de misterio al inicio, hasta que finalmente se confirmaron las causas del fallecimiento del actor y su esposa. Si bien desde el primer momento se supo que había sido un empleado de mantenimiento quien había hecho el escalofriante descubrimiento, ha sido hasta ahora que él ha compartido su experiencia, revelando algunos detalles desgarradores.
Jesse Kesler quien trabajó como contratista y empleado de mantenimiento con Hackman durante 16 años, habló con el Daily Mail sobre lo que sucedió el pasado 26 de febrero, cuando al visitar la casa del actor encontró el más triste de los escenarios. Además, admitió sentir culpa por no haber acudido antes, considerando la posibilidad de que eso pudiera haberlos salvado.
“Ojalá hubiera entrado más rápido... Quizás hubiera podido salvar a Gene o al perro”, dijo Jesse refiriéndose a Zinna, el can de la pareja que falleció en una jaula a escasa distancia de Betsy. “Para ser sincero, fue horrible. Fue uno de los peores días de mi vida, y he tenido días malos. Ver a alguien así...”, continuó con voz temblorosa, según publica el tabloide británico que conversó con él vía telefónica. El medio fue el primero en compartir la última foto conocida del intérprete, la cual habría sido tomada en marzo del año pasado y mostraba a Hackman en un auto en Lamy, Nuevo México.
“Esperaba un desenlace mejor, que tal vez estaban fuera de la ciudad y no le dijeron a nadie, o que se quedaron encerrados en la bodega por accidente”, dijo Kesler quien en un inicio rechazó hacer comentarios sobre lo ocurrido colocando un comunicado en la puerta de su casa. Sin embargo, admitió que tanto esta experiencia, como la desinformación que circuló al respecto, no solo lo impulsaron a buscar terapia, sino también a aclarar las cosas.
'Casi me volví loco', confesó Jesse Kesler
Jesse contó que no tuvo noticias de la pareja por dos semanas, y que la última vez que estuvo en contacto con Betsy fue por correo electrónico en días previos a la fecha de su muerte. “Durante la primera semana, pensé que quizá estaba enojada conmigo. Pensé que había hecho algo mal”, dijo refiriéndose a los proyectos en marcha que tenían en casa. “Así que pensé que me habían descubierto. Pensé que tal vez estaba en problemas”.
Tras contactar a Dwayne, otro empleado de los Hackman, descubrió que él tampoco había tenido contacto con la pareja, por lo que decidieron averiguar lo que estaba pasando. “Sabíamos que algo andaba mal. Intentábamos que el proceso se hiciera correctamente, no simplemente entrar en la propiedad ajena”, contó.
Sin embargo, las cosas estaban demorando mucho, por lo que se aventuró a entrar. “Teníamos dificultades para contactar con familiares. Tardaba demasiado y, al final, ya no podía esperar más. Simplemente dije: ‘Al diablo, voy a entrar’”, relató Kesler. Explicó que se acercó a la puerta de seguridad y que antes de pasar un guardia identificado como Roland Lowe Begay, apareció por casualidad. Lejos de intentar detenerlo se unió a él, pues al parecer conocía a la pareja desde hacía tiempo y también estaba preocupado.
Jesse contó que vieron brevemente a Betsy en el piso del baño, y fue entonces cuando Roland decidió llamar a la policía. “No entramos. La puerta del baño estaba abierta. Miramos dentro, estaba cerca y era evidente que se había ido”, contó. A su llegada, los oficiales localizaron el cuerpo de Gene en otra habitación. “Me dijeron que no entrara en la casa. Estaba histérico. Casi me volví loco”, admitió.
Los resultados de la autopsia confirmaron que Hackman, quien tenía un Alzheimer avanzado, murió a sus 95 años debido a una enfermedad cardiaca el 18 de febrero. También se reportó que Betsy, de 65 años, falleció varios días antes, el 11 de febrero, de hantavirus, una enfermedad transmitida por roedores. Las autoridades revelaron en su momento que al momento de su hallazgo ambos cuerpos presentaban signos de momificación.