Con más de 30 años de trayectoria como actriz de telenovelas, Erika Buenfil ingresa por la puerta grande al mundo de las grandes producciones de series con Bienvenidos a la familia, la comedia producida por Mark Alazraki,con la que llega a Netflix para conquistar al público, ahora, haciendo reír. Con la emoción a flor de piel, la actriz nos habló, en exclusiva para ¡HOLA! AMÉRICAS, de este proyecto donde da vida a Luciana, una actriz retirada, con la que conectó desde la primera lectura, cuando conoció esta divertida historias, donde comparte créditos con Marimar Vega, Martín Altomaro y Erik Elías.
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Erika Buenfil da vida a 'Luciana' en este dramedy.
"¡Los sueños sí se cumplen! Yo arranqué mi carrera en la televisión y el mundo va cambiando".
Erika Buenfil
Sincera, la actriz nos habló de los grandes retos que tuvo que enfrentar en su debut en esta importante plataforma internacional. "Habían muchas miradas sobre mí, tengo un sello muy distintivo de gente de televisión y tenía que convencer a la gente que está acostumbrada a verme y decirles: '¡También puedo hacer una serie!'", nos confesó sobre este dramedy.
Este 12 de marzo llegó a Netflix 'Bienvenidos a la familia', la comedia con la que planea conquistar al público de las series.
Erika nos compartió que este trabajo se lo quiere dedicar a su hijo, quien la motivó a tomar este reto. "A Nicolás y mi sobrino Alejandro que un día me dijo: 'Tía, vete a Netflix', siempre quiso verme ahí, entonces, no es nada más mi sueño. Cuando he estado en momentos muy tristes, mi hijo siempre me dice: 'Mamá, ahí está esto, búscale por acá', siempre ha creído en mí, por eso se lo dedicó a él". La actriz también nos abrió su corazón para hablarnos del orgullo que siente por el joven.
"Lo amo así como es. Es mi brazo derecho y yo el de él. Me siento muy orgullosa del hombre en el que se ha convertido, me salió un buen chico".
Erika Buenfil nos confesó que esta serie está dedicada a su hijo.
¿Cómo llegó a ti el personaje de Luciana, tu primer papel para 'Netflix'?
"Me contactaron por medio de mi representante. Primero, tuve una cita con el productor que es Mark Alazraki en la que me dijo: 'Si en algún momento dudé en quién hiciera el personaje conociéndote, estoy 100% convencido de que lo tienes que hacer tú'. Y así fue, si alguien quiere trabajar contigo, te busca, te encuentra y todo conecta de manera que fluye muy padre".
¿Te pusiste nerviosa cuando obtuviste el papel?
"Sí estaba muy nerviosa, pero está muy divertida. Me pudieron llevar muy bien y me ayudaron bastante".
¿Qué fue lo más retador de dar vida a Luciana?
"No me era difícil interpretarla. Lo que para mí fue difícil fue que era todo diferente a como había trabajado, es un nuevo sistema, una nueva forma de decir las cosas, porque era en otro tono, en tono comedia. Pero sí creo que me va muy bien Luciana".
¿Qué fue lo más complicado de tu debut en una producción de 'Netflix'?
"Me ponía súper nerviosa, porque no es solamente aprenderte tu papel de memoria. Estoy acostumbrada a que por un apuntador me dicen: 'Sube las escaleras, toca la puerta' y aquí tienes que estar con todos tus sentidos atenta, porque las indicaciones te las tienes que aprender de memoria, además de tu guion, porque tienes que saber dónde entrar, después de qué personaje. Ese era mi miedo, que no se me notara angustiada o mal, y convencer a la gente que ahora me ve, principalmente, de Netflix, que tienen otra óptica y son otro tipo de jueces".
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¿Qué papel jugó la improvisación en este proyecto?
"Sí te dejan, puedes hacer improvisación actuada, en los diálogos no mucho, porque hay una línea y puedes salirte. Puedes tener ideas, y si al director le gusta, te deja. Yo trataba de no improvisar, porque no tenía la confianza, no sabía si no les iba a gustar, pero conforme fueron pasando las semanas, ya me permitía el lujo".
¿Qué es más difícil, hacer reír o llorar?
"Creo que hacer reír es más difícil, porque puedes caer en lo absurdo, puedes caer en lo obvio. En mi caso, hacer reír creo que es más difícil que hacer llorar".
¿Cuál es la gran lección que te llevas de este proyecto?
"¡Un gran aprendizaje!, la lección de que nunca es tarde para que lleguen este tipo de cosas tan hermosas. Yo he vivido momentos difíciles en mi carrera, en los que llegué a pensar: 'Ahora, ¿para dónde voy?, ¿cómo puedo demostrar mi talento, si no me abren la puerta?'. De pronto, vives días muy tristes y de mucha incertidumbre, pero nunca hay que perder la fe. Tal vez hace 20 años nunca me hubiera imaginado. Lo pensé cuando estaba Nicolás muy chiquitito y mira ahora, tengo mucho trabajo, bendito Dios y en un área de comedia, sin dejar de hacer la televisión o el drama".
En la historia, Erika da vida a una simpática actriz retirada.
¿Qué le dirías a esa Erika de hace 20 años?
"Le diría: '¡Aguanta, resiste, no sabes cómo se te va a abrir el universo!'. En aquel momento, mi único gran motor, era que yo tenía un niño chiquito y que tenía que sacarlo adelante, y que lo único que sé hacer es actuar, así que le diría: 'Es una prueba más, Dios aprieta pero no ahorca' y es verdad, creer en uno y tener fe, tocar todas las puertas que sean necesarias".
Tik Tok fue el primer medio en el que mostraste tu lado más simpático, ¿cómo fue tu ingreso a esta plataforma?
"Empecé un poquito antes de que empezara la pandemia, estaba haciendo una telenovela. Creo que fue importante conectar con la gente de manera auténtica como soy. Yo presento a una mamá que lava platos, que cocina, que puede estar desmaquillada, empecé a conectar con el público a través de una facetas que no conocían de mí".
¿Qué tanto ocupas tu sentido del humor en la crianza de tu hijo?
"¡Todo el tiempo! Está acostumbrado. Cuando estaba chiquitito y tenía que estudiar, agarraba yo frijoles y garbanzos y le decía: 'Este personaje son estos', le actuaba las clases de historia o le cantaba las matemáticas, le hacía un espectáculo cuando hacíamos la tarea. Está acostumbrado a una mamá efusiva y divertida. De repente, me le aparecía vestida de payaso, de mimo o con pelucas".
¿Cómo le haces para compaginar la maternidad con tu profesión?
"Mi trabajo lo facilita un poco, porque de pronto tengo rachas largas y no hago nada, como tres meses, cuando termino una telenovela o una serie. Siempre hay tiempo. Cuando me dedico y hago una sobredosis de mamá viajamos juntos, estoy todo el día con él, comamos y cenamos juntos, inventamos".
¿Cómo es la relación con tu hijo Nicolás?
"Nos decimos las cosas. No sé si me lo cuenta todo, pero creo que me cuenta cosas importantes. Tenemos esta relación, porque nos tenemos toda la confianza y nos decimos todo".
¿Qué consejo le darías a las madres autónomas?
"¿Qué le recomiendo? Pártanse en mil, no hay de otra. Dormirte al final y levantarte más temprano. Pedir permiso si tu hijo tiene el festival o si tu hijo tiene la entrega de un premio. Yo siempre lo arreglo con la gente que me da trabajo. Me he partido en todos los pedazos, he criado a un muchacho, ya casi un hombre, tiene 20 años, y ahí voy, creo que lo he logrado".