Bien dicen que lo que vemos en las redes sociales no es ni el 10% de la realidad de lo que sucede en el día a día del creador de contenido; tal como sucede en el caso de María Celeste Arrarás. En sus recientes publicaciones la vemos sonriente, contenta y de viaje con algunos amigos o disfrutando de sus ratos libres junto a sus hijos; dejando para lo íntimo el sentimiento que le ocasiona la ausencia de quien fuera su pareja por más de 16 años, Raúl Quintana. Fue el 2 de mayo de 2024 cuando la presentadora de televisión, que recién había aterrizado en España, recibió la llamada en la que uno de sus hijos le informaba que Raúl había sido encontrado sin vida. Desde entonces, ha sido un largo proceso para asimilar la pérdida y aceptar, día a día, la ausencia.
En su visita al programa AM/PM de Lubox TV, María Celeste Arrarás habló sobre cómo ha llevado el luto a sólo dos meses de que se cumpla el primer aniversario luctuoso. "Era guapísimo, divino. Me trataba como una reina, me llevaba el desayuno a la cama todos los días. Me ayudó a criar a mis hijos, ellos lo adoraban y todo lo que yo quería, era un sí", recordó al ver algunas fotos de los momentos que pasaron juntos.
"Fue una cosa muy dura porque yo tengo mucha dificultad aceptando la muerte. Y este año he estado tratando de entender lo que nadie entiende, que es qué pasa cuando nos morimos. Voy desde un extremo al otro, de que nos vamos a volver a encontrar y vamos a estar juntos allá arriba. Hasta que somos unas hormigas que cuando nos aplastan no vamos a ninguna parte. O a dónde va la conciencia", expresó.
La también periodista compartió que ha leído mucho para tratar el duelo y hasta charlado con mediums para manejar el dolor. "Sí pienso que está en un mejor lugar. Él tuvo la dicha de que murió joven, guapo, bello, fuerte y fue algo rápido, instantáneo. Murió sintiéndose muy feliz y querido por mí y toda mi familia", dijo tranquila de cómo Raúl estuvo rodeado de amor hasta el último suspiro.
María Celeste, además, recordó cómo fueron sus últimas horas a su lado: "Todos los días me decía que era el hombre más feliz del mundo y un día antes de morir, que yo me iba de viaje, la pasamos maravilloso. Esos días que dices: '¡Wow, qué perfección!'. Le dejé una notita muy linda, algo que no hacía usualmente, la puse al lado del cepillo de dientes y sé que se la mostró a la señora que trabajaba con nosotros, que es como de la familia". Aquel detalle la hace sentir mejor, pues expresó lo que sentía de forma natural, sin imaginar lo que sucedería después: "Si lo hubiese sabido y tuviese que hacerlo, no hubiese quedado tan perfecto", agregó sonriente.
Sobre su historia de amor, explicó: "Estuvimos juntos 16 años, pero hubo una época entre los dos en la que no estuvimos juntos y cada cual tuvo su vida. Esto fue como una reconciliación después de mucho tiempo y la segunda vez fue mil veces mejor. Había dejado de trabajar en Telemundo hacía un año y medio, y después él y yo volvimos durante dos años y medio".
A la espera de una señal
Cuando un ser querido se va para siempre, solemos buscar señales que nos permitan mantenernos conectados con su alma o la esencia; una forma comunicación que María Celeste Arrarás aún busca: "Yo le hablo, pero no siento que me habla ni se manifiesta", expresó. Y aseguró que malinterpretó lo que pensó que era una señal que había pedido para que le ayudara a vender un departamento, del cual no logró cerrar el trato.
"He pasado por esa etapa y he leído mucho sobre eso, cómo a veces buscas señales y las encuentras porque, claro, interpretas cualquier cosa a favor de uno. Otras veces te pones a pensar si todo es casualidad". Y concluyó con esperanza: "Lo conozco y sé que si en algún momento se quiere manifestar, y estoy segura de que va a querer, va a encontrar la forma".