Desde hace unas semanas, Natalia Téllez abrió en su corazón en el programa Netas Divinas para compartir con la audiencia detalles del nuevo rol que cumple con su papá quien, recientemente, se mudó a su casa, un afán de convertirse en su cuidadora, ahora que don Guillermo Téllez enfrenta algunas dificultades de salud, propias de la edad. Con la sinceridad que la caracteriza, en la emisión más reciente, no pudo evitar las lágrimas a la hora de compartir con sus compañeras los cambios que ha experimentado en los últimos meses, al ver cómo su papá envejece, un tema que la conmueve mucho, debido a que nunca pensó que sería ella quien lo cobijaría en esta etapa.
Su nuevo rol
Mientras hablan de los cambios y de cómo se adaptan a ellos, Natalia dijo: "Lo que yo estoy viviendo de los cambios de que mi papá se haga viejito. Estoy acostumbrada a que Guillermo sea otra persona de la que estoy viviendo ahorita. Así como creo que es generoso dar todas las armas para que alguien se vaya a cumplir sus sueños, también creo que la gente cumple sus... bueno, no sé si mi papá ya cumplió su proceso, pero es entender que alguien de 80 es grande y que a lo mejor....".
Al mirar a Natalia conmovida, Galilea Montijo, Daniela Magún y Consuelo Duval se acercaron a consolarla. Más serena, la conductora añadió: "La gente no somos ideas, esa es la cuestión, tú puedes poner mil etiquetas y pensar que tu postura es X o Y y ya verdad es que eres un poco a partir de las cosas que te pasan a ti y a la gente que amas. Para mí cuidar no era mi identidad y ahorita hay mucho qué cuidar", reconoció.
Con la nueva dinámica familiar, la conductora es quien se encarga de que todo marche bien en casa: "Hay que cuidar a Emilia, hay que cuidar mi casa, hay que cuidar a mi papá, me tengo que cuidar yo", añadió. Debido a la estrecha relación que sostiene con su papá, reveló que verlo envejecer ha sido muy difícil: "Cambió la dinámica, él cambió y yo quiero estar ahí".
La gran lección
Ahora que su papá ha modificado algunas cosas de su personalidad, por la edad, Natalia confesó que también ha sentido una crisis de identidad, ya que su vida también dio un giro: "Tan importante es mi papá para mí que digo, ¿quién soy yo?, si tu ya eres tan diferente", dijo sobre el pintor, quien es la influencia más importante de su vida, desde los 15 años cuando, lamentablemente, falleció su mamá.
Natalia reconoció que lo más duro de ver cómo su papá se ha ido perdiendo independencia, una etapa que quiere pase lo más cómodo posible: "Estas preparado a que los jefes se van a ir, pero verlos perder es lo que es más doloroso. Tal vez la lección de la vida es eso decir, sí venimos a perder", finalizó.