La mirada fija en la cámara y una sólida confianza muestran a la Primera Dama preparándose para cuatro nuevos años en la Casa Blanca. Así lo refleja su foto oficial en blanco y negro, disruptiva y con un estilo que evidencia la modernidad con la que asume su rol. Con el mundo a sus pies, mientras su esposo inicia su segundo mandato como presidente de EE. UU., la autora de Melania (2024), el libro autobiográfico número uno en la lista de los más vendidos del New York Times, sigue proyectando una imagen reflexiva, pero también muestra una clara evolución en su papel. Su actitud denota una determinación renovada para ejercer un liderazgo activo y visible, consolidándose, en sus propios términos, como una figura clave en la esfera pública.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Después de haberse mantenido alejada de los reflectores para dedicarse a su papel de esposa y madre de su querido hijo, Barron Trump, Melania ahora dispone de más tiempo para enfocarse en proyectos que la inspiran, aprovechando que el joven ha ingresado a la universidad. Con este nuevo espacio en su vida, está lista para asumir con mayor protagonismo el papel que implica ser una de las mujeres más reconocidas a nivel global.
En su primera portada de revista en 16 años, ofrecemos un vistazo exclusivo, detrás de cámaras, para descubrir la nueva etapa de la Primera Dama. Junto a sus colaboradores más cercanos –el estilista y diseñador Hervé Pierre, su fotógrafa oficial Régine Mahaux (cuyas impactantes imágenes se presentan en exclusiva en ¡HOLA!), y la diseñadora de interiores Tham Kannalikham–, exploramos la evolución de una mujer que va más allá de los reflectores.
Testigos directos de su transformación, la describen como alguien que equilibra con maestría la discreción y la autoridad, proyectando una imagen pública marcada por fortaleza y confianza.
La complicidad entre madre e hijo
Horas antes de la toma de posesión presidencial, la familia Trump se preparaba para un día largo y lleno de expectativa. Pasaron la noche en Blair House, la histórica residencia destinada a los huéspedes oficiales de EE. UU. Listos para un nuevo comienzo, compartieron un momento privado, que quedaría registrado para la posteridad.
Descendiendo las escaleras, una radiante Primera Dama camina con confianza. Serena e impecablemente estilizada, Melania se prepara para regresar a la vida pública. Detrás de ella está Barron, el hijo menor del presidente Trump. Juntos, forman un dúo excepcional; su profundo vínculo y mutua admiración son evidentes en cada paso. “Me gusta esta foto porque no hay nadie, nadie en Blair House. No habían más fotógrafos, y el hecho de que pudiéramos captar a Barron y a ella juntos... son un equipo, un buen equipo, y eso es lo que quería mostrar en todas mis fotos: el cariño que se tienen,” explica Régine.
Esas escalinatas, que alguna vez marcaron el inicio de numerosas aventuras, vuelven a simbolizar otro momento trascendental en la vida de Melania. Su historia y su vida, llenas de grandes retos y responsabilidades, se entrelazan nuevamente. Preparada y consciente del rol que desempeña, así como de los sacrificios que le esperan, la Primera Dama está lista para servir.
“Es una persona diferente a la que era hace ocho años", nos comenta su fotógrafa, quien ha trabajado con ella durante 17 años. "Está lista. Realmente muy lista", confirma la reconocida retratista de origen belga.
Sentados uno al lado del otro, Barron y Melania comparten una complicidad que trasciende las palabras. “Son un gran equipo y eso es lo que quería reflejar en todas mis fotos: el cariño mutuo que se tienen. Él está feliz y orgulloso, y ella también lo está de él. La conexión entre ellos es verdaderamente especial”, comenta Régine, mientras su lente captura la esencia de un vínculo inquebrantable.
Melania Trump: un estilo que deja huella
En estas imágenes, se puede ver cómo Hervé añade su toque final de alta costura al vestido de la Primera Dama. Es un momento significativo, en el que la familia está oficialmente instalada en la Casa Blanca, preparándose para una noche de bailes de investidura en Washington D.C. Por primera vez, están allí, en el lugar que los acogerá durante los próximos años. "Creo que pasaron alrededor de una hora y media o dos horas como máximo; después, era correr de una ubicación a otra", recuerda Régine.
Es evidente que el mundo de la moda es un terreno en el que la Primera Dama navega con notable facilidad. Desde muy joven, ha estado inmersa en el fascinante universo del buen vestir, influenciada por su madre, Amalija Knavs, una reconocida artista, patronista y modista en Eslovenia. Melania, en su autobiografía, la describe como el "epítome de la elegancia". Esta experiencia temprana ha forjado su sensibilidad estética y ha cultivado un estilo personal que refleja tanto su herencia como su visión moderna de la vestimenta.
“La señora Trump tiene un gran respeto por el arte de hacer vestidos hermosos. Sabe que se necesita tiempo para crearlos, lo cual es muy valioso. Nunca pediría que se hiciera algo de prisa porque entiende cuánto tiempo lleva. Muchas mujeres todavía piensan que solo pongo una tela en el microondas y en dos minutos el vestido está hecho y listo para entregar. ¡Bueno, eso no es cierto!”, comenta el diseñador francés.
Desde muy joven y a lo largo de su carrera como modelo, Melania ha explorado el mundo de la moda desde diversas perspectivas. Uno de sus recuerdos más significativos es cuando su madre la invitó, junto con su hermana Inés, a acompañarla a que modelara su más reciente colección, lo que marcó el inicio de un recorrido que la llevaría hasta las grandes pasarelas del mundo.
Desde su primer día como esposa del presidente, su estilo ha sido un tema recurrente en el debate público. Su habilidad para elegir atuendos que no solo la representan, sino que también generan conversación, la ha consolidado como una figura influyente en el ámbito de la moda contemporánea. Cada elección que hace refleja una mezcla de sofisticación y audacia, asegurándose de que su imagen esté siempre en perfecta armonía con cada evento al que asiste.
“La señora Trump no tiene íconos de moda en mente cuando se viste. No tiene 16 años para mirar a una estrella de cine o a una cantante pop en la pared de su habitación para inspirarse. ¡Ella tiene su propio estilo! Es evidente al mirarla. Siempre me llama la atención que algunas mujeres sientan la necesidad de tener a otra mujer en mente para validar su estilo, porque es una batalla instantánea y predecible que ya está perdida”, agrega el también estilista.
La confianza que se cultivado con el tiempo entre la pareja del mandatario y Harvé, les permite anticiparse a cualquier desafío y garantizar que su imagen siempre esté impecable. “Creo que después de siete años nos conocemos lo suficiente como para trabajar juntos en gran armonía. Pienso que estamos muy cerca, pero aún la llamo 'madame' o ‘Mrs. Trump’. ¡Quizás esto sea parte de mi lado francés, ya que la etiqueta es muy importante de mantener! Siempre me sorprende ver a personas que no la conocen llamándola Melania. Puedo estar muy cerca de alguien y ser muy formal al mismo tiempo”, nos revela Hervé.
La moda y la forma en que las figuras públicas la usan, son objeto constante de interpretación y análisis. Hervé tiene una visión muy relajada y pragmática respecto a este tema. “En cuanto al mensaje que ella intentó enviar, ¡no hay ninguno!" exclama. Su comentario refleja una crítica a la tendencia contemporánea de leer significados ocultos en cada prenda de vestir, sobre todo cuando se trata de personalidades como Melania, cuya imagen pública ha sido objeto de meticulosa atención. El estilista defiende que la moda no siempre debe ser vista como un medio para transmitir un mensaje codificado o político. A veces, se trata simplemente de elegir la ropa adecuada para la ocasión, sin necesidad de atribuirle una carga simbólica. "Es agotador; sé que muchos blogueros o 'expertos' en moda están muy ocupados buscando historias, ¡pero yo no!", dice, destacando que su enfoque es práctico: si un atuendo es adecuado y estéticamente agradable, su trabajo está hecho.
La mujer detrás del spotlight
Melania ha demostrado su habilidad para equilibrar múltiples roles: madre, siempre dedicada al bienestar y educación de Barron; esposa, apoyando a su marido incondicionalmente; y mujer trabajadora, manteniendo una exitosa carrera mientras maneja sus responsabilidades familiares y sociales. "Es inteligente, valiente y toma cada rol con seriedad. Es humilde, sensata, estable y extremadamente profesional", afirma Régine.
Mientras tanto, el matrimonio de Melania con Donald, quienes recientemente celebraron su 20º aniversario de bodas, sigue más sólido que nunca en las palabras de Régine, "Hay algo en ella, esa mujer fuerte, pero al mismo tiempo con un poder suave; es realmente buena equilibrando a su esposo".
“Le tengo mucho respeto. La forma en que cuida de Víktor, su padre, y de Barron, que es un joven increíble y fuerte, y ha pasado por muchas dificultades, es admirable. Ella tiene valores familiares sólidos. Lo que realmente me conmueve es que, en cada una de sus casas que visitamos, nos abren las puertas; puedes ir a donde quieras, tomar esto, llevar aquello… te sientes realmente libre. Eres libre para crear. Hay una especie de paz, un ambiente muy tranquilo. Hay algo en ella que hace que todos se sientan calmados”, señala la reconocida fotógrafa.
La Primera Dama no teme las largas jornadas de trabajo. Se levanta a las seis de la mañana, lista para comenzar su día a las seis y media, y a menudo continúa hasta la medianoche o incluso la una de la madrugada. Régine relata a ¡HOLA! cómo, el día de la inauguración, Melania subió y bajó más de 39 tramos de escaleras y recorrió alrededor de 9 millas, todo mientras llevaba tacones altísimos y sin emitir una sola queja.
“Estuvo allí desde las seis de la mañana hasta las dos de la madrugada, y aun así se veía impecable”, dice Régine. “Se preocupa por nosotros y por su equipo en el East Wing. Su jefe de personal, Hayley D’Antuno, y su asistente, Casey Finzer, son un verdadero apoyo; es maravilloso contar con personas así. Además, fomenta la inclusión de jóvenes para formarlos y educarlos”.
Una de las fotografías que Régine considera más representativas es la de la Primera Dama frente al avión privado Trump Force One. “Iban camino a un mitin político antes de las elecciones. Me encanta; para mí, es una imagen emblemática. Quise incluir el avión porque era un símbolo clave de la campaña, y ella, de pie frente a él, proyecta una presencia inconfundible. Hay un aire de misterio en su actitud, y la escena en su totalidad transmite perfección. Además, está al teléfono, siempre atenta, gestionando cada detalle, respondiendo mensajes y asegurándose de que todos tengan lo que necesitan”.
Además, siempre es consciente de la imagen elegante que desea proyectar, incluso cuando no está en funciones. “Siempre viste impecablemente, incluso en privado: su look característico suele ser un par de pantalones ajustados y una camisa blanca impecable”, dice Hervé. “Nada de ropa de gimnasio; supongo que solo la usa cuando entrena”.
Al mismo tiempo, Tham menciona que es una mujer reflexiva e inteligente en su trabajo. “La Sra. Trump siempre ha irradiado orgullo por sus creencias y una confianza inquebrantable al hablar sobre temas que conoce profundamente o que ha investigado a fondo. Como persona curiosa y reflexiva, valora escuchar y aprender de los demás cuando un tema o algún aspecto de la historia le resulta desconocido”.
Y agrega: “Comprende el poder de la escucha, una cualidad que a menudo se pasa por alto, pero que es fundamental para un liderazgo efectivo. Aunque algunos pudieron haber subestimado su seguridad en sí misma en determinado momento, esta siempre estuvo presente, arraigada en su sentido de identidad y propósito”.
La Casa Blanca, su hogar
La mudanza oficial ocurre el mismo día de la toma de posesión, y en cuestión de horas, los muebles, pertenencias y decoraciones del presidente saliente se reemplazan por las del nuevo mandatario. En su primera estancia en la Casa Blanca, ella y Tham dejaron huella en la decoración, habiendo trabajado conjuntamente en la renovación de varios espacios durante el primer mandato de Donald, incluyendo la restauración de puertas de caoba, el refinado de pisos y la mejora de las estructuras internas.
En 2019, Tham se unió al Comité para la Preservación de la Casa Blanca, consolidando aún más su influencia en la conservación de esta histórica residencia. Reflexionando sobre su colaboración con la Primera Dama, comparte, “Tanto la señora Trump como yo no nacimos en América, pero compartimos un profundo sentido de apego y responsabilidad hacia este país”, nos cuenta Tham. “Sentimos una obligación profunda de otorgar a la Casa Blanca el respeto que merece, comprendiendo nuestro papel como guardianes de este hogar histórico. Juntas, abordamos este esfuerzo con el compromiso de elevar su diseño a los más altos estándares, celebrando la artesanía y el arte estadounidense. Nuestro objetivo era crear un espacio que no solo conectara a las personas con la casa, sino que también personificara la excelencia y la calidad que representa América”, expresa.
En su libro, Melania habla del gran gusto de su madre y de lo vibrante que era su hogar en Eslovenia. Criada en un entorno donde la moda, el arte y el diseño eran apreciados, desde pequeña desarrolló una sensibilidad estética que marcaría su vida. Esa combinación de influencias no solo definió su identidad, sino que también fortaleció su interés por la arquitectura y el diseño de interiores, aspectos que ha sabido integrar con elegancia a lo largo de su vida. Desde su llegada a la Casa Blanca, dejó su sello personal en cada detalle, reflejando su apuesta por la sofisticación y el equilibrio estético.
“Durante su primer mandato, logramos realizar un trabajo significativo y necesario en la Casa Blanca. Juntas, diseñamos interiores atemporales que respetaban la historia de la casa mientras incorporaban la artesanía actual. La Dra. Biden valoró la calidad y el cuidado de este trabajo, realizando cambios mínimos a lo que la Sra. Trump y yo completamos. Cabe destacar que el Jardín de las Rosas y el Pabellón de Tenis, proyectos que llevamos a cabo durante el primer mandato, han sido muy utilizados y apreciados por la Dra. Biden y su familia”, comenta la diseñadora de interiores.
“La profunda comprensión que tiene la Sra. Trump sobre la arquitectura y los interiores, moldeada por su crianza en Europa y sus amplios viajes alrededor del mundo, aporta una perspectiva única. Una vez que desarrollas un ojo para estos elementos—arquitectura, interiores y paisajes—se convierte en algo natural. Tu visión se inclina hacia los detalles que reflejan tu pasión y la formación de tu perspectiva”, revela la especializada en espacios.
La residencia presidencial tiene más de 130 cuartos, que no solo requieren cuidado diario, sino también renovaciones. “Ella reconoció que la Casa Blanca no es solo una residencia, sino la casa del pueblo, un símbolo de fortaleza, oportunidades y todo lo que representa América. El diseño debía honrar la arquitectura con dignidad y propósito, asegurando que reflejara la grandeza perdurable de esta nación”, agrega Kannalikham.
Y señala su destreza para la toma de decisiones: “La señora Trump es una persona que aborda cada decisión con intención y propósito. Al planificar proyectos para los próximos cuatro años, esta misma mentalidad guiará nuestro trabajo, asegurando que cada esfuerzo tenga un significado importante. No se trata de decorar por decorar, sino de crear diseños que perduren en el tiempo. Con la base de diseños atemporales ya establecida, hay pocas razones para modificar espacios que ya son hermosos y perfectamente adecuados a su propósito”.
Tham concluye expresando su profundo respeto por la visión de Melania y su dedicación a preservar el legado de esta icónica residencia. “Es un honor y un privilegio trabajar junto a la Primera Dama Melania Trump en la histórica Casa Blanca. Mi admiración por ella solo ha crecido a lo largo de nuestro tiempo trabajando juntas.”
Créditos:
Fotos: Régine Mahaux
Stylist: Hervé Pierre
Make up: Nicole Bryl for nicoleskin.com
Hair: Mordechai Alvow for yarokhair.com