Ariadne Díaz y José Ron nos hablan del amor después del amor

AD: Entre Ron y yo nunca dejó de haber convivencia. Fuimos muchos años amigos antes de tener una relación sentimental y muchos años después seguimos siendo amigos. Hasta no hace mucho tiempo éramos vecinos, él vivía enfrente de nosotros.

JR: Creo que al público le gusta vernos como pareja. Estoy feliz de compartir este proyecto con ella. La amistad, confianza, química y conexión que tenemos sí suma mucho.

AD: Me siento afortunada y agradecida de que él sea muy parecido a mí. Es algo que he trabajado, porque no hay uno solo de mis exnovios al que no me dé gusto ver y saludar.

JR: Tenemos una energía muy linda, compartimos muchas cosas en común. Los dos venimos de fuera a la Ciudad de México y nos tocó empezar de cero. Tenemos una historia similar, somos apegados a la familia y compartimos el amor por los perritos.

Cuando a mí me invitaron a hacer la telenovela meses antes, no sabían quién iba a ser la contraparte. Cuando lo supe, lo primero que hice fue hablar con Marcus, le dije: ‘¿tú tienes algún tema o algo?’ y me respondió: ‘no, para nada’. Me dijo: ‘¡qué padre! Ron es muy buen actor y muy buen tipo’. Si su respuesta hubiera sido sí, yo no hubiera hecho el proyecto. No quiero decir me dio permiso, más bien me dio la confianza.

JR: “Padrísimo, porque es de los amores de mi vida. Lo que es la actuación y la música son todo para mí y llegar a un proyecto donde encaja perfecto mi banda fue increíble. Ari no habla mucho de este tema, pero le encanta la música como no tienes una idea y se nos ocurrió: ‘¿por qué no hacemos una canción?’, grabémosla y veamos qué pasa. Se la propusimos a Rosy Ocampo (productora) y le encantó la canción.

“Sí, de hecho, empecé a trabajar en eso antes de que empezara la telenovela, cuando inició se cortó el tren que llevaba. Es algo que siempre quise hacer. Hay que tenerle mucho respeto a lo que hacemos, porque el brinco de actuar a cantar se ha visto un tanto estigmatizado”.

“No te voy a decir, porque no es un solo género, es más de uno, ya lo verás. Prefiero que sea sorpresa”.

Es un regalo muy especial, porque tiene mucho que ver con la familia, este papá que hace todo por amor a sus hijos, incluso mentir. Ha sido uno de mis mejores proyectos, porque ya tengo otro tipo de madurez actoral y personal.

Mucho. Me gustan mucho los niños, pero no me veo como papá por el momento. Tengo cinco perros que son como mis hijos.

¡Sí, totalmente! El actuar de mamá, antes y después de serlo en la vida real fue abismalmente distinto, se vuelve una cosa bastante real. Mi hijo tiene ocho años y en esta historia, dos de mis hijos son bastante más grandes, pero sí, definitivamente al ser mamá, lo ves desde un lugar más cercano.

“Lo hablamos mucho. Él sabe que yo no trabajó tan seguido como él. Creo que estamos en momentos muy distintos de nuestras carreras. Hay muchas cosas por donde él está pasando ahora que yo ya pasé. Y creo que ambos lo hemos comprendido así. Profesionalmente yo entiendo ciertas decisiones que él toma y él entiende ciertas decisiones que yo tomo”.

“Ahí sí, que Dios nos ampare. Siempre se nos acomodan las cosas. Tenemos ayuda en casa, una persona de toda nuestra confianza a la que le agradezco mucho siempre por su apoyo. Nos ayuda con todos los temas de casa y es una persona amorosísima con Diego. También está mi mamá que, aunque no vive en esta ciudad, viene y nos echa la mano un ratito”.

"No me quita el sueño, si se da, ¡qué bien! Qué padre compartir la vida con una familia, pero en este momento, estoy enfocado en otras cosas. Ahí es donde entra el tiempo de Dios, que es perfecto. No voy por la vida buscando a alguien, creo que eso llega solo”.

"Sí, llevo como dos años o dos años y medio. Antes de mi última relación, también me aventé un tiempo soltero. Estoy convencido de que no necesitas de alguien para ser feliz".

"Ni lo busco, ni estoy cerrado, si toca a la puerta, con todo gusto".

"Híjole, ¡qué pregunta! con el tiempo uno se vuelve más especial, selectivo, por así decirlo… pero, que haya conexión, que haya química y reciprocidad que es una de mis palabras favoritas, de hecho, la tengo tatuada y hoy en día es difícil de encontrarla".

"Al principio no, me guardo mucho, soy serio al principio, voy con mucho cuidado, pero cuando me toca abrirme, me voy con todo. Creo que la persona correcta lo va a valorar, siempre he pensado que hay un roto para un descosido”.