Michelle y Barack Obama podrán ser bastante privados en su vida personal, pero no por ello ocultan lo orgullosos que se sienten por sus hijas Sasha y Malia, a quienes las elogian periódicamente por sus logros y dedicación a su futuro. Luego de acompañar a su padre en la Casa Blanca durante los dos periodos que duró su mandato como presidente de Estados Unidos, ambas hermanas se mudaron a Los Ángeles, en donde se han enfocado en sus propios caminos, alejadas de la fama de papá y mamá.
Michelle, contenta de hablar de lo mucho que admira a sus hijas, reveló algunos detalles de ambas durante una entrevista para The Jennifer Hudson Show, en la que también confirmó los pasos de su hija menor.
Meses después, Sasha había regresado al campus, lo que despistó sobre su futuro profesional y lo que desearía hacer en un futuro. Ahora, Michelle confirmó que la joven de 23 años está ampliando su educación con un programa de posgrado, razón por la que fue fotografiada en la universidad en California.
"Las dos son increíbles", dijo sonriente a su anfitriona. Y agregó: "Sasha está en la escuela, Malia tiene una incipiente carrera en el cine. Son inteligentes, divertidas, sabias a su manera y me encanta pasar tiempo con ellas". A pesar de los elogios hacia sus hijas, la feliz mamá no dio más detalles sobre lo que podría estar estudiando o en qué área se habría interesado para continuar con sus estudios.
Por ahora, Malia y Sasha optan por una vida privada, lejos de los medios y la polémica, una decisión que habrían tomado de la mano de sus padres desde antes de abandonar la Casa Blanca, en donde pasaron los últimos años de su infancia y los primeros de la adolescencia.
Michelle Obama, el lado materno
En su libro sobre paternidad, Michelle Obama abrió su corazón para confesar que, sin importar la edad que tengan, siempre estará preocupada por sus hijas. "Lamento decir que esto tampoco termina con algún hito en particular", escribió. "La desesperación no desaparece cuando tu hijo aprende a dormir o a caminar, o se gradúa de la escuela secundaria, o incluso se muda a su primer apartamento y compra un juego de cuchillos para carne. ¡Aún te preocuparás!".
Y agrega: "¡Todavía tendrán miedo por ellos! Incluso ahora, mi marido, el ex comandante en jefe, no puede evitar enviar mensajes de texto con noticias de advertencia a nuestras hijas, sobre los peligros de conducir por la carretera o caminar solo en la noche. Cuando se mudaron a California, les envió por correo electrónico un extenso artículo sobre preparación para terremotos y se ofreció a que el Servicio Secreto les diera una sesión informativa sobre la respuesta a desastres naturales (esto fue recibido con un cortés "No, gracias").
Además, confirmó: "Cuidar a tus hijos y verlos crecer es uno de los esfuerzos más gratificantes del mundo y, al mismo tiempo, puede volverte loco".