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La primera dama, Melania Trump, fue toda una visión vestida de blanco y negro en el baile Commander-in-Chief Ball este lunes. El presidente Donald Trump y su esposa llegaron de la mano al primer baile inaugural de la noche antes de compartir algunos pasos sobre el escenario. La primera dama sorprendió con un vestido sin tirantes, que complementaba el esmoquin de su marido. Según Vanessa Friedman del New York Times, la pieza de Melania fue diseñada por Hervé Pierre. Para la ocasión, Melania complementó su conjunto con una llamativa pieza, esta vez optando por una gargantilla.
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La primera dama, de 54 años, hizo una declaración de estilo con su atuendo diurno el 20 de enero, combinando su abrigo azul marino cruzado del diseñador de moda estadounidense Adam Lippes, con un sombrero canotier de Eric Javits. En una declaración compartida en Instagram, Eric expresó: "¡Fue un gran honor y un privilegio crear el sombrero que nuestra primera dama, Melania Trump, usó para la toma de juramento inaugural de nuestro 47º presidente! Ella tiene la gracia interior, la belleza y la presencia para transformar lo que en realidad era un estilo de sombrero muy simple y sobrio en lo que se convirtió en un momento sorprendente: el sombrero de la primera dama fue hecho con amor".
En los bailes inaugurales de hace ocho años, Melania dejó al descubierto sus hombros con un impresionante vestido de escote off-shoulder. El vestido de crepé de seda vainilla de 2017 también fue diseñado por Hervé Pierre en colaboración con la primera dama. WWD informó en ese momento que reflejaba su "visión de la moda y cómo se siente con un vestido".
El vínculo con su look de 2017
Melania donó la pieza de alta costura a la exposición de la Colección de Primeras Damas del Museo Nacional de Historia Estadounidense en 2017. Mientras presentaba su vestido al museo, admitió (a través del New York Post): "Puede ser una tarea desalentadora elegir un atuendo que se convertirá en parte de la historia de nuestra nación y de la historia para siempre".
La esposa del presidente también confesó que lo que "vestiría para el baile inaugural era lo último" que tenía en mente. "De hecho, cuando me puse a pensar en mi elección de vestuario, al pobre Hervé sólo le dieron dos semanas para diseñar y producir esta pieza de alta costura", dijo Melania. "Nunca habíamos trabajado juntos antes, pero conocía su reputación estelar y quería trabajar con alguien que hiciera algo más que diseñar un vestido. Quería a alguien que estuviera dispuesto a colaborar conmigo y Hervé superó mis expectativas".
Además del Commander-in-Chief Ball, el presidente y la primera dama asistieron al Liberty Ball y al Starlight Ball el lunes por la noche.
