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A casi un mes de que Blake Lively hiciera pública su queja en contra de Justin Baldoni, señalándolo por supuesto acoso, es ahora el director de la cinta It Ends with Us quien responde de manera legal con una millonaria demanda en contra de la actriz y su esposo, Ryan Reynolds. En el documento, presentado de forma oficial este 16 de enero un tribunal federal de Nueva York, Baldoni acusa a la pareja por daños y perjuicios, incluida la pérdida económica a futuro debido a la difamación, solicitando una compensación de 400 millones de dólares.
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En el documento de 179 páginas, Justin expresa que no deseaba llegar a instancias legales, pero que el comportamiento de Lively y Reynolds no le dejó otra opción a él y su equipo de abogados, pues sería la única forma en la que limpiaría su nombre de los señalamientos que hizo la actriz, quien en su queja de 80 páginas publicada en el New York Times aseguró que vivió en un ambiente hostil y se sintió acosada por el director cuando este habría mostrado una conducta inapropiada tanto en el set como en el camerino de ella.
Baldoni asegura que Lively y Reynolds han manipulado la narrativa en su contra, esto derivado de las capturas de mensajes que publicó, mismas que él demostraría que fueron editadas. Además, reveló que la actriz se apoderó de cada aspecto de la cinta protagonizada por ella y Justin, desde vestuario, música, marketing y hasta reescribiendo el guion junto a su esposo, Ryan Reynolds. Es por ello que la cinta tiene dos cortes, el de Baldoni, quien pagó por los derechos de la historia escrita por Colleen Hoover, mismo que él asegura que Blake no leyó la novela.
Durante el rodaje, Blake habría asegurado a Baldoni que ella ha tenido participación en las cintas de su esposo, por lo que ella se ofreció reescribir la escena de la azotea, una de las más importantes en la trama. Si bien él no estaba de acuerdo, pero aceptó ver el guion de Lively, el cual encontró muy distinto a lo pactado para la escena y, agradecido, lo rechazó, aunque después se sintió presionado por Reynolds y una amiga "megaestrella", supuestamente Taylor Swift, quienes estuvieron presentes en el departamento de Blake el día que mostró el borrador con sus ideas, mismas que su esposo y amiga elogiaron.
Baldoni revela que a diario Blake cambiaba los guiones, lo que no sólo puso en alerta al staff, sino que por esas decisiones de último momento, se retrasaban las grabaciones. Cabe recordar que en el estreno de la cinta, Lively sorprendió al comentar que de hecho había sido Reynolds quien escribió aquella escena, un detalle que Baldoni no sabía, pues Ryan no tenía nada qué ver con este largometraje, algo que metió en problemas al director con la distribuidora Sony, ya que no había un contrato con el actor.
Las exigencias de Blake Lively
En la demanda, Justin también explica a detalle el momento en el que Blake se habría sentido ofendida luego de que él preguntara su peso por una de las escenas en las que debía cargarla. Eso habría molestado a Ryan al grado de reclamarle directamente a Justin por cuestionar ese detalle de su esposa, algo de lo que él se disculpó y ella aceptó asegurando que después de haber tenido a su cuarto hijo se sentía un tanto insegura.
Este detalle parece haberlo incluido Reynolds en la cinta Deadpool & Wolverine, con un personaje llamado Nicepool, que no aparece en los cómics y con el que se estaría mofando de Baldoni, además de presentar a Ladypool una actriz de quien no se supo su identidad, pero en la cinta aseguran que tiene un gran físico a pesar de haber tenido un bebé hace poco. Por este personaje, Baldoni también presentó una demanda contra Disney y Marvel por una burla directa.
El documento oficial también señala que Blake puso un ultimátum a Baldoni, expresando que si no se adaptaba a su forma de trabajar, tenía dos semanas para buscar a alguien más que protagonizara la cinta. Si bien el staff apoyaba al director y le recomendaba no hacer caso a las exigencias de la actriz, él accedió con tal de terminar de grabar la película en la que había empezado a trabajar desde años atrás.
Justin también agrega que poco a poco ella se apoderó de funciones que no le correspondían, como la edición y postproducción, así como la forma de llevar las conferencias de prensa en las que ponía más atención a sus productos de cuidado para el cabello.
Finalmente Baldoni, quien a petición de Lively habría estado presente en la premiere en el sótano de un cine en Nueva York, explicó que el caso se resume a una actriz cuya fama y poder fueron utilizados para robarle al estudio de producción y al director las riendas de la película, dejándolo fuera incluso de los posters oficiales. Exigencias que se habrían cumplido a base de chantaje por parte de ella. Un caso del que seguiremos viendo detalles a lo largo de este año.