A poco más de dos años de haberse comprometido, Julián Gil y Valeria Marín se han casado en una íntima y muy romántica boda en Puerto Rico, lugar que vio crecer al actor de telenovelas. Para darse el 'sí, acepto', el también empresario y presentador y la periodista deportiva eligieron una hermosa casa de campo en las montañas del pintoresco pueblo de Cidra, en la 'Isla del Encanto'. Recordemos que la pareja se comprometió en diciembre de 2022 en pleno Mundial de Fútbol de Catar, donde ambos se encontraron por motivos profesionales.
Para la ocasión, la novia lució espectacular con un vestido blanco diseñado por Benito Santos, acompañado de un estilismo impecable que resaltó su belleza y felicidad en este día tan especial. Por su parte, Julián vistió un sofisticado traje blanco confeccionado por The House of Suits, reflejando su estilo y personalidad en esta ocasión única.
Así, en medio de un paisaje lleno de verdor, ente flores, pétalos de rosas y siguiendo la tradición de caminar hasta el altar, los novios mezclaron las culturas de Puerto Rico y México, creando un ambiente lleno de significado y emotividad.
Entre amigos y familia
Para su día especial, Julián y Valeria contaron con la presencia de sus seres queridos más cercanos. Valeria estuvo acompañada por sus padres, Víctor y Silvia Marín, y sus hermanos, Sebastián y Lander Marín. Por su parte, Julián celebró este día inolvidable junto a dos de sus tres hijos, Nicolle y Juliancito, su nieto Oliver, y su inseparable perro Batman, quien se robó las miradas al ser el encargado de entregar los anillos.
Una experiencia gastronómica única
El banquete ofreció un recorrido por los sabores de Puerto Rico y México con un menú cuidadosamente seleccionado. Los invitados disfrutaron de una estación de frituras locales con bacalaítos, pastelillos, alcapurrias y piononos. También abundaron los platillos tradicionales como el arroz con gandules, majado de malanga, yuca en escabeche y pasteles puertorriqueños. Los asistentes degustaron lechón a la vara y asopao como complementos navideños, además de una estación de tacos con opciones como tinga de pollo con chipotle y birria de cordero.
Para ese antojo de mariscos, hubo una estación de ceviches: combinaciones como Mahi-Mango y estilo peruano, acompañadas de platanutres y choclo. Para poner el toque dulce en el festín, los novios ofrecieron postres típicos puertorriqueños y bocadillos nocturnos como mallorcas con queso y tripletas.
Una boda inolvidable
La ceremonia, amenizada con música en vivo, mariachis y la tradicional música puertorriqueña, fue el inicio de una nueva etapa llena de amor y alegría para Julián y Valeria. Ambos agradecieron profundamente a sus familiares y amigos por formar parte de este día mágico, el cual pasará a formar parte de uno de los momentos más especiales de su vida en pareja.
La novia entró a la ceremonia con una marcha nupcial fura de la tradicional; eligió el himno de la Champions League, el cual es un arreglo de Tony Britten, de la pieza de Georg Friedrich Händel llamada Zadok the Priest. Para su primer baile como esposos, la pareja eligió el tema Para siempre de Kany García, mientras que Valeria bailó con su padre el tema El privilegio de amar, de Lucero y Manuel Mijares.
Ya entrada la noche, Valeria tuvo un cambio de ropa con un vestido más cómodo para la fiesta, el cual tenía un gran moño en la parte superior. El ambiente se puso a tono con un DJ que tocó hasta bien entrada la noche, además de un mariachi.