A mediados de 2023, el estado de salud de Jamie Foxx se convirtió en un tema de preocupación luego de haber sido trasladado de emergencia a un hospital en Georgia por una “complicación médica”. Durante semanas, los familiares y allegados al actor se encargaron de actualizar a todos sobre su condición, aunque sin revelar por completo qué es lo que había ocurrido. Ante tal hermetismo, incluso se rumoró que Foxx había quedado "ciego y "parcialmente paralizado" por un efecto adverso a la vacuna contra el COVID; información que su representante desmintió. Y aunque el histrión se encuentra recuperado y había contado que todo empezó "con un dolor de cabeza", es hasta ahora que ahonda en los detalles de la situación que puso en peligro su vida hace un año y medio.
Foxx, de 56 años, documentó todo y lo contó frente a las cámaras durante su especial de Netflix Jamie Foxx: What Had Happened Was, grabado en octubre pasado. El actor, comediante y cantante recordó que ese revés en su salud ocurrió durante el rodaje de Back in Action, en Atlanta. Tal como lo contó frente a sus fans, todo inició con un "dolor de cabeza" que pensó que se quitaría con ayuda de un Advil. "Lo siguiente que supe fue que me desperté casi tres semanas después sin recordar lo que había sucedido", agregó, revelando que durante 20 días estuvo inconsciente. En aquel entonces, algunos allegados pidieron, de forma discreta, que rezaran por él, lo que agravó los rumores sobre su salud.
Intentando hacer reír a su público pero sin poder contener las lágrimas de esta "segunda oportunidad que Dios le dio", Jamie reveló que los médicos habían diagnosticado una hemorragia cerebral desencadenando un derrame. Una condición de la que no tienen la explicación exacta de lo que lo pudo haber llevado al borde de la muerte. "Es un misterio, aún no sabemos qué lo ocasionó", expresó.
En aquel entonces también se reveló que el actor había sido trasladado al un hospital en Atlanta, lo que incrementó los rumores sobre la gravedad de la situación, incluso con personas asegurando que había abandonado el primer lugar porque ahí no tenían las herramientas necesarias para su condición; sin embargo, todo fue porque su hermana menor, Deidra Dixon, al verlo tan mal, buscó una segunda opinión médica.
Fue entonces cuando el especialista les reveló: "Está teniendo una hemorragia cerebral que ha provocado un derrame cerebral. Si no entro en su cabeza ahora mismo, lo perderemos".
La experiencia que jamás imaginó
Jamie Foxx entró a cirugía mientras sus familiares oraban por él entre nervios e incertidumbre. Por fortuna, todo salió bien y en cuestión de días la recuperación era favorable, y aunque fue uno de los peores años, poco a poco volvió a caminar y hablar. Cabe mencionar que gran parte de su fortaleza viene del amor de su familia, en especial el cariño de sus hijas, pues en aquel momento o quería que Anelise, de 15 años, lo viera en tan mal estado.
Sin embargo, la joven pudo entrar a su habitación en el hospital para cantarle una canción mientras tocaba la guitarra. Además, su hija mayor, Corrine, evitó a toda costa que su padre fuera visto en público durante la época de recuperación, pues sabe lo cruel que puede ser la gente y, al verlo mareado, por los efectos secundarios de la intervención, podría haber sido objeto de burlas y memes.
Ahora, Foxx relata con humor cómo en esos momentos no vio la luz, pero sí el túnel al grado de hablar con Dios y preguntarle por qué estaba pasando por "ese infierno" y si tenía el nombre correcto de quien debería sufrir tanto. Incluso dijo que ese túnel estaba tan caliente que parecía que iba al lado equivocado.