Con profundo pesar el espectáculo mexicano recibe hoy la lamentable noticia del fallecimiento de Silvia Pinal a los 94 años, una diva encumbrada desde su juventud que hoy deja grabado su nombre para la posteridad en la historia del cine, la radio, el teatro, la televisión y el entretenimiento; la ferviente pasión a la que se entregó desde niña y en la que forjó una carrera que le ha merecido todas las ovaciones y el reconocimiento más allá de las fronteras mexicanas. A lo largo de sus últimos años, la actriz atravesó por diversos episodios en los que su salud se vio afectada, sumando una serie de hospitalizaciones, principalmente por problemas respiratorios, los cuales había podido superar con la atención oportuna de sus médicos.
Las últimas horas de Silvia Pinal
El deceso de la estrella se dio luego de permanecer internada en un hospital al sur de la Ciudad de México desde el pasado 21 de noviembre. La razón que llevó a la intérprete a este ingreso se debió a una infección en las vías urinarias, así como en los pulmones. A pesar del pronóstico favorable que reportó en su momento su hija, Sylvia Pasquel, quien afirmó que la diva sería dada de alta, el pronóstico cambió de un momento a otro. Con el paso de las horas, la situación de la actriz se agravó, se reportó entonces que la intérprete había sufrido un colapso pulmonar y posteriormente se habló de su ingreso a los cuidados paliativos.
En medio de estos acontecimientos, la familia Pinal tomó la decisión de mantener el hermetismo. En el hospital, la llegada de cada uno de los integrantes de la famosa dinastía puso de frente el inminente deceso de la estrella, quien permaneció siete días ingresada. Alejandra Guzmán, Sylvia Pasquel, Luis Enrique Guzmán, su nieta Stephanie Salas y su bisnieta Camila Valero, hicieron acto de presencia en el nosocomio a lo largo de las últimas horas, ante la presencia de periodistas, camarógrafos y fotógrafos de la prensa que mantuvieron una guardia día y noche en el lugar para reportar los acontecimientos.
Los minutos después de su partida
Poco antes de las siete de la noche del 28 de noviembre, la movilización en el hospital creció. Medios como Imagen Televisión captaron la llegada de una carroza fúnebre en la cual se reportó sería trasladado el cuerpo de la diva del cine mexicano. Así mismo, la llegada de su bisnieta, Camila Valero, no pasó desapercibida por los medios de comunicación, ávidos por obtener una declaración directa de los integrantes de la familia, que en estos instantes se ha mantenido muy unida ante el dolor y la pérdida de una mujer que se consolidó como un ícono del espectáculo mexicano. Del mismo modo, la llegada de Alejandra Guzmán no pasó desapercibida, visiblemente triste y sin dar alguna declaración.
La carroza con el cuerpo de Silvia Pinal partió del hospital con destino a una funeraria ubicada en Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México. En ese sitio, se reportó la llegada de seguidores de la actriz y personas con deseos de despedirse de la estrella, aunque se ha dado a conocer que el velorio se llevará a cabo de manera privada.
La gran vida de una diva
Guaymas, Sonora, fue el lugar en el que nació Silvia Pinal. Hija biológica del director de orquesta Moisés Pasquel y de María Luisa Hidalgo Aguilar, desde pequeña enfrentó circunstancias familiares que la marcaron para siempre. Al separarse su madre del señor Pasquel, Silvia quedó también al cuidado de su padrastro, Luis G. Pinal, a quien consideró totalmente como a su único padre por el apego y atenciones que mantuvo hacia ella. Desde niña, Silvia dio muestra de su pasión por el arte, inspirada por algunas cantantes de ópera de la época, solía interpretar en casa algunas piezas, por lo que su madre tomó la iniciativa de inscribirla a clases de bel canto, sesiones en las que siendo una niña pudo ser consciente de su sensibilidad y de su naciente pasión por los escenarios. Su talento también la llevó a incursionar en la radio durante sus primeros años en el medio, una actividad que se postergó hasta los días en que ya se encontraba trabajando en cine. De hecho, es considerada una de las musas de Luis Buñuel, con quien rodó cintas imprescindibles para la cinematografía como Viridiana, El Ángel Exterminador y Simón del Desierto.
En sus propias palabras, Silvia se definía como a una mujer de muchas facetas, específicamente en lo artístico. “Yo creo que he sido muchas cosas a través de mis tiempos. Primero fui una jovencita ingenua, después fui un símbolo sexual, luego pasé a ser vedette, pasé a ser cantante y bailarina de teatro musical, hice teatro clásico, he hecho comedia, realmente en donde más me gusta estar es en la comedia musical…”, contaba en confidencia con la periodista Cristina Pacheco.