En medio del luto que embarga al medio del espectáculo mexicano, por la noticia del sensible fallecimiento de doña Silvia Pinal, la recordamos con la misma pasión con la que vivió durante sus 94 años, siendo la última diva del Cine de Oro mexicano. Siempre entregada a su público, en 2015, la primera actriz abrió su corazón y compartió en sus memorias, Esa soy yo, las historias de amor que marcaron su vida. Con la misma transparencia con la que presentaba los testimonios de su audiencia en Mujer, casos de la vida real, Silvia Pinal plasmó en este libro los momentos más agridulces de su vida amorosa y los más sublimes, incluso, reveló en sus página nombre del hombre al que consideró el amor de su vida.
Su primer matrimonio
}Con la partida de la diva del Cine de Oro, echamos un vistazo al pasado para rememorar su vida y legado. Además de su destacada trayectoria en el cine, teatro, televisión y en la política mexicana, Silvia Pinal también fue una mujer que rompió corazones con su belleza, tal como ella lo contó en este libro que sirvió como base para crear el guion de la serie Silvia Pinal, Frente a ti, un proyecto que marcó su última aparición en televisión.
Fue en la serie, producida por Carla Estrada, donde, de vida voz, Silvia Pinal recordó cómo inició su vida amorosa, cuando conoció al papá de su primogénita, Sylvia Pasquel, el también reconocido actor de la época, Rafael Banquells, a quien conoció en sus inicios como actriz de teatro, cuando tenía apenas 15 años de edad. En 1947, con sólo 16 años, Silvia unió su vida a la de Rafael, de entonces 35 años, en una boda en la que tuvieron como padrino de lujo al actor, Mario Moreno, mejor conocido como Cantinflas, con quien la actriz protagonizó la cinta El Portero, en 1950.
Dos años después de su boda, Silvia y Rafael debutaron como papás con el nacimiento de su hija, Sylvia Pasquel. La juventud de la pareja y los problemas que le trajo su éxito como actriz, fueron factores que provocaron el fin de su matrimonio: "No tenía ni edad, ni idea para saber lo que era realmente el amor. Lo quise, sí, toda mi vida. Lo quise como el padre de mi hija, como el maestro y guía, como el hombre que me ayudó y me apoyó, lo quiso hasta como mi representante, pero a los 16 años, no podía saber qué es el amor", confesó la actriz en las páginas de Esa soy yo, sobre su matrimonio con Banquells.
Durante su matrimonio con Banquells, en su incursión en la televisión mexicana, conoció al que sería su gran amigo y aliado de vida, Emilio Azcárraga Milmo y con quien, más adelante en su vida, sería flechada por Cupido. Con 21 años de edad y una hija, Silvia Pinal se convirtió en 1952, en una mujer divorciada, en medio de una época en la que no era fácil ser una mujer independiente y autónoma. En sus memorias, la actriz reconoció que tras su divorcio fue conquistada por el galán Arturo de Córdova, durante el rodaje de la cinta Un extraño en la escalera, quien terminó por romperle el corazón, cuando él terminó el romance a través de una carta en la que indicó que la diferencia de edades entre ellos (él le llevaba 23 años) era la causa.
Sus amores tras el divorcio
Después de su matrimonio y su fugaz romance con Arturo de Córdova, Silvia comenzó una relación con Emilio Azcárraga Milmo quien se convirtió en una importante influencia para ella a nivel artístico y cultural, debido a que en sus viajes por el mundo se enamoró del teatro, lo que la motivó a traer a nuestro país grandes obras. A pesar de la gran complicidad y amor que había entre ellos, una vez más, la actriz salió de esa relación con el corazón roto: "Él había enviudado y yo estaba divorciada, así que ninguno de los dos vimos problemas para iniciar una relación. Salvo que él tenía otra novia", se sinceró Pinal en su libro donde también reveló que fue el padre del empresario quien se opuso a su relación: "Yo era divorciada y con una hija".
A pesar de que su relación amorosa terminó ahí, en ese momento comenzó la amistad que perduró hasta el día en que murió Azcárraga: "Era guapo, fuerte, varonil y me quería mucho, nos quisimos mucho y hasta el último día de su vida estuve ahí con él", comentó la actriz en una entrevista, en 2019, para el programa Hoy. Tras esa relación, Silvia conoció al que considera el hombre de su vida, Gustavo Alatriste, su segundo esposo.
El hombre al que más amó
Luego de su historia amorosa con Azcárraga, Silvia conoció a su segundo esposo, Gustavo Alatriste con quien se casó en 1961 y quien se convirtió en el padre de su segunda hija, Viridiana, a quien llamaron así en honor a la laureada cinta del español Luis Buñuel, protagonizada por Pinal. A pesar de que ella lo amaba profundamente, las infidelidades por parte de él terminaron con el matrimonio en 1967. Según narró en su libro, un desaire profesional pudo haber sido el detonante para que Alatriste se alejara de ella: "¿Te ha pasado alguna vez que te arrepientes de algo que dices? A mí me pasó con Gustavo. Buñuel lo quería como un hijo, tanto así que le enseñó y lo animó a dirigir su propio cine y le hizo caso. Gustavo me insistía en que trabajara bajo su dirección y solo acepté hacer un mediometraje a su lado La Güera Xóchil. Después de la filmación, un día le dije algo que posiblemente le dio pie a su alejamiento: 'Por favor, después de trabajar con Buñel, ¿cómo me vas a dirigir?', le corté las alas, tal vez debí haberle mentido, no tendría que habérselo dicho, me arrepentí'", confesó en su libro.
En estas memorias, reconoció que el padre de su hija Viridiana fue al hombre que más amó en su vida: "Era el hombre para mí, pero me era infiel y un día todo acabó, Alatriste y yo nos separamos cuando Viri tenía tres años. Es dificil aceptar cuando el amor se acaba y a él se le acabó tras nacer la niña", confesó. Tras su separación, él se casó con Sonia Infante y ella con Enrique Guzmán, padre de sus hijos, Alejandra y Luis Enrique: "Siempre nos vimos con mucho amor, tanto que desde aquella época conservo mi casa decorada al estilo japonés. Gustavo es el hombre al que más he amado", reconoció la diva en sus memorias.
Su historia con Enrique Guzmán
Al poco tiempo de su divorcio, Silvia Pinal fue conquistada por una de las estrellas del rock and roll más representativos de aquella época, Enrique Guzmán, un atractivo joven, 10 años menor que ella, que le robó el corazón y quien se convirtió en su tercer hijo y padre de Alejandra y Luis Enrique, sus hijos menores. A pesar de que su matrimonio fue muy pleno los primeros años, incluso tuvieron un programa juntos llamado Silvia y Enrique, donde quedó grabada la icónica presentación en televisión de Alejandra Guzmán, cuando era apenas una bebé.
Durante su matrimonio con Enrique Guzmán, Silvia Pinal disfrutó al máximo de los primeros años de sus hijos menores, Alejandra y Luis Enrique, quienes tenían como gran cómplice de juegos a su sobrina, Stephanie Salas, con quien la actriz debutó en su papel de abuela. Con una casa llena de niños, el matrimonio de la actriz y el cantante transcurrió sus primeros años, hasta que, Pinal descubrió una infidelidad de él que provocó que la relación se desgastará: "Él de la noche a la mañana empezó a celarme, te juro que no había motivos para ello. Nunca imaginé que tuviera la magnitud que después alcanzó", confesó la actriz sobre el inicio del fin de su matrimonio con Guzmán. Con los años, la relación de Silvia y Enrique se sanó, incluso, el cantante acudió al hospital para despedirse de la madre de sus hijos.
Su último esposo
Después de su divorcio con Enrique Guzmán, Silvia pasó una temporada soltera hasta que Cupido la flechó con el que se convertiría en su último esposo, el político Tulio Hernández, quien la conquistó al asistir diario a su obra de teatro, donde las flores en su camerino nunca faltaron. Fue gracias al ex Gobernador de Tlaxcala quien le mostró a Silvia el mundo de la política donde también dejó un importante legado. Fue en 1982 cuando Silvia y Tulio se casaron, poco tiempo después del doloroso fallecimiento de Viridiana Alatriste, sin duda, el golpe más duro que la actriz tuvo que enfrentar en la vida y que atravesó bajo el cobijo del último hombre de su vida.