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Más allá de los rasgos físicos con los que Thiago es reconocido entre sus compañeros como el hijo de Lionel Messi, el niño de 12 años ha heredado el gusto y la pasión por el futbol tal como su padre. Orgulloso del Campeón del Mundo, Thiago sigue sus pasos en la cancha como parte de la sub-13 del Inter Miami, con el que jugó esta semana en la Newell’s Cup en Argentina.
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A pesar de haber dado lo mejor de sí en la cancha, el mayor de Messi y Antonela Roccuzzo se enfrentó con un amargo momento luego de empatar 1-1 con el City Torque, de Uruguay. Si bien el marcador no mostraba una derrota, los puntos no eran suficientes para que el equipo rosado clasificara a la final y se llevara el título Copa Oro, algo que Thiago sabía desde antes de abandonar el campo.
Visiblemente afectado y sin poder contener el llanto, Thiago caminó angustiado mientras limpiaba sus cara. El chico se veía afligido, con los ojos rojos por el llanto y tratando de asimilar lo que había sucedido.
Al mismo tiempo, la gente en las gradas le aplaudía y gritaba para animarlo, pero a pesar del esfuerzo, Thiago seguía ensimismado y caminando sin detener su paso mientras sus compañeros de juego iban detrás, entre ellos Benjamín Suárez, hijo de Luis Suárez, uno de los grandes amigos y colegas de su papá.
Conociendo la historia de papá
Tras concluir su participación en la Newell's Cup, el equipo visitó la escuela Malvinas Argentinas así como el predio en el que Lionel Messi daba los primeros pasos a su gran historia de éxito. Aunque conoce bien la historia de su padre, esta visita fue emocionante no sólo para él sino para sus compañeros de equipo, quienes recibieron un jersey de regalo antes de jugar un poco en el campo.
En una galería de imágenes compartida por el equipo, se aprecia Thiago frente a un mural de su padre sosteniendo la copa del mundo, una bella postal que pasa a la historia al ver a un argentino cumplir su gran sueño mientras su hijo inicia su anhelada carrera tras el balón.