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En vida, uno de los sueños más grandes de la creadora de Distroller, Amparín Serrano, era que todas las niñas de las casas hogares que apoyaba, a través de la fundación que lleva su nombre, tuvieran acceso al arte, donde ella encontró el espacio ideal para explotar su creatividad. A más de dos años de su sensible partida, su familia mantiene vivo su legado y sus deseo de que su empresa sea un factor de cambio para la sociedad. Como parte de las iniciativas que han emprendido sus herederas, Minnie y Camila West, este año, la obra de su mamá destacó en la ofrenda especial, con motivo del Día de Muertos, que se montó en San Ildefonso llamada Espejos, una ofrenda de color y memoria. En el marco de la apertura y recorrido de esta exposición, destacó la presencia Camila, la menor de las hermanas West, quien, en compañía de su pequeña hija Manola, de su abuelita, la señora Amparo Espinosa Rugarcía y de su tío, Julio Serrano Espinosa, presidente del Patronato del Antiguo Colegio de San Ildefonso, honró la memoria de la artista.
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Orgullosa del legado artístico de su mamá
Durante el evento, Camila West, nos abrió su corazón durante una breve conversación con HOLA! AMÉRICAS, en la que nos confesó que ver las piezas de la colección privada de su mamá en esta ofrenda, le tocó el alma: "Siento muchísimo orgullo. Tengo sentimientos encontrados, obviamente al verla en la foto me da mucha tristeza que no esté en este plano, pero sé que, desde donde está, ayuda a toda la familia a que todo este tipo de cosas se hagan realidad", nos dijo.
La joven madre, reconoció que sus dos hijos, Manola y Paolo se han convertido en su gran bálsamo sanador, ante el duelo: "La siento muy cerca de mí. No sé cómo explicarlo porque es un sentimiento complejo, pero la veo en mis hijos", nos contó. Reconoció que, a pesar de que Amparín no conoció a su hijo menor, el niño (quien nació justo un año después de su muerte) tiene una conexión especial con ella: "A veces, mi bebé se queda viendo fijamente hacía algún punto y saluda con la manita y sé que es mi mamá".
A pesar de que Amparín ya no está físicamente, Camila West mantiene su legado, no sólo a nivel profesional, en casa, está inculcando a sus hijos, las enseñanzas de su mamá: "Lo más importante es ser amable con toda la gente, sin excepción, y eso quiero enseñarles a mis hijos: la bondad, la generosidad y la empatía", nos contó la joven artista.
La emotiva despedida de su nieta
Durante esta especial velada, uno de los momentos más entrañables fue cuando Manola, la hija mayor de Camila, le leyó una carta a su abuelita, con quien tuvo la dicha de tener una relación muy cercana: "Ampa, eres la persona más importante de toda la familia. Espero que me estés escuchando. Te amo más que a nadie. Tantos momentos increíbles con mi persona favorita. Te amo”, comentó la niña de 8 años de edad.
A través de su cuenta de Instagram, Camila West compartió las imágenes más especiales de este evento con el que, su pequeña dio lecciones de fortaleza: "Hoy Manola tuvo la oportunidad de decirle un adiós formal, pues nunca tuvo la oportunidad de hacerlo. Me siento extremadamente orgullosa de mi hija, mi bebé Manola por dar un paso hacía delante y enfrentarse al mundo real, no necesariamente malo. Ella sabe que su abuela Ampa la escucha, que la cuida y que la guía desde la otra dimensión", escribió la joven empresaria.
El orgullo de Amparín por sus hijas
En enero del 2021, durante la última entrevista que Amparín Serrano concedió, le confesó a Mara Patricia Castañeda, el orgullo que sentía por sus dos hijas e hizo mención especial al gran talento que tiene Camila como ilustradora, una profesión en la que siempre le vio gran futuro: "Camila sí dibuja. Se me hace que tienen mucho talento y no porque sea mi hija, te lo juro, pero siento que puede explotar mucho su talento", confesó Amparín, dejando claro la gran admiración que sentía por su heredera quien, tras su partida, se ha refugiado en su arte.