Como un sueño, así describen Michelle Renaud y Matías Novoa la mágica etapa de la que disfrutan en familia desde la llegada de Milo, el primer hijo en común de la pareja a quien dieron la bienvenida el pasado 28 de junio. En medio de un año renovado que incluyó su cambio de residencia a Madrid, los actores se adaptan al ritmo que exigen estos tiempos. “En esta casa no se duerme”, asegura Michelle en tono simpático.
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Con un embarazo de ocho meses, la actriz lideró su mudanza a la capital española, ya que los compromisos profesionales de su esposo lo retuvieron unas semanas más en México. Sin embargo, hoy están convencidos de que su elección fue la correcta: “No había manera de decirle a la vida 'no, no queremos', porque nos puso todo en bandeja de plata y hoy entiendo por qué estamos aquí. Fue un cambio de vida”, explica la actriz, quien además de maternar ya ha vuelto a los sets con un importante proyecto que está grabando en Tenerife.
Foto: Fernando Junco | Realización y estilismo: María Parra | Asistente de estilismo: Marta Cabello | Maquillaje y peinado: The Madroom | Look Michelle| Jersey y falda: Springfield | Joyas: Platonic Jewels | Look Matías | Jersey: Octobre Éditions | Pantalón: Samsøe Samsøe | Botines: Cortefiel | Look Milo | Total Look: Zara
Sobre su regreso al trabajo, Renaud asegura que se trata de “un reto muy grande” pues, aunque prioriza el bienestar de sus hijos en estos momentos, especialmente el de Milo, quien permanece a su lado 24/7; la actriz ha encontrado en sus compañeros la contención y el apoyo necesarios para combinar la actuación con las exigencias de un bebé de cuatro meses que no está dispuesto a negociar cuando se trata de su hora de comer.
Mientras tanto, dando prueba del excelente equipo que la pareja ha logrado conformar en Madrid, Matías se ocupa del cuidado de Marcelo, el pequeño de seis años, hijo de Michelle, quien al estar de tiempo completo con la pareja ya se ha adaptado increíblemente a su nueva vida. Además, sin importar la distancia, el actor permanece pendiente de Axel, el jovencito que hace 13 años le concedió por primera vez el título de papá. Con su reestreno como padres de Milo, la pareja encara un nuevo reto al que hacen frente con amor, paciencia y la madurez que les ha concedido el tiempo, regalándoles una nueva y emocionante perspectiva, tal como lo cuentan en exclusiva para ¡HOLA! AMÉRICAS en este, el primer posado oficial con el integrante más pequeño de la familia.
Foto: Fernando Junco | Realización y estilismo: María Parra | Asistente de estilismo: Marta Cabello | Maquillaje y peinado: The Madroom | Look Michelle| Vestido: Maje | Joyas: Platonic Jewels | Look Milo| Total Look: Zara
¡Muchas felicidades! ¿cómo se sienten con este reestreno como padres?
Michelle: Siento que es como la primera vez, todo es nuevo porque se olvida. Estamos felices, muy contentos con nuestro bebito que no nos deja dormir en la noche, pero disfrutándolo desde otro lugar con más calma. Es bonita esta nueva maternidad.
Matías: Lo vivo desde otro lugar. Han pasado 13 años, tenía 31 cuando nació Axel y ahora estoy en mis 44 y ser papá es diferente. Criar implica un gran trabajo, sobre todo los primeros meses que son los más complicados. Los años no pasan en vano y te enseñan mucho, en ese aspecto ha sido una etapa más bonita, me he puesto más sentimental y cualquier gesto del bebé me llega 10 veces más.
¿A quién se parece Milo?
MR: A Mati, siempre lo molesto diciendo que a mí, pero la verdad es el clon de Axel.
MN: Es una mezcla, tiene mucho de la familia de Michelle y de mi lado paterno y eso lo lleva a tener un parecido con Axel, que a su vez tiene rasgos de mi papá. Estamos descubriendo que el gen del abuelo es fuerte.
¿Cómo ha cambiado la dinámica en casa desde la llegada de Milo?
MR: Partiendo de que en esta casa ya no se duerme, ha sido bastante cansado. Es encontrarse en esta nueva etapa de equipo y Mati y yo lo somos. Es un gran papá y me da la tranquilidad de poder desconectarme cuando lo necesito, porque sé que él está a cargo y eso me da una paz maravillosa.
MN: ¡Por completo! Es dejar de tener esos espacios personales en silencio para compartirlos casi todo el tiempo.Es un cambió que hay que tomar con tranquilidad y paciencia sobre todo porque tanto Mich como yo somos muy independientes y nos gusta tener nuestros momentos. Es entrar en un terreno en el que piensas “qué difícil está siendo esto”, pero Milo nos regala una sonrisa y todo da igual.
Foto: Fernando Junco | Realización y estilismo: María Parra | Asistente de estilismo: Marta Cabello | Maquillaje y peinado: The Madroom | Look Michelle | Jersey: Beatriz de la cámara | Pantalón: Pedro del hierro | Sandalias: Platonic Jewels | Matías look | Jersey: Ikks | Pantalón: Octobre Éditions | Look Milo | Total look: Zara
Marcelo y Axel son ya hermanos mayores, ¿qué tal llevan su nuevo rol?
MR: Marcelo ha respondido de una manera bien bonita, es muy cariñoso con Milo y también conmigo. Entiende que a veces estoy muy cansada y los cambios por los que estoy pasando.
MN: Cuando vino Axel lo conoció muy bebé y fue un: “Ah, qué buena onda". Él es más grande y ya está entrando a su adolescencia, así que opina que es “cool” y que Milo está lindo.
¿En algún momento los notaron celosos?
MR: No sentí celos de parte de Marcelo, pero sí resintió un poco el cambio de la dinámica en los primeros días porque estaba acostumbrado a jugar todo el tiempo con Mati y ahora él me está ayudando mucho con el bebé.
Ver crecer a los hijos suele recordarnos lo rápido que pasa el tiempo…
MR: Definitivamente fue un golpe de realidad. Le decía a Mati: “Ya soy una señora”, y no lo digo con pesar sino con el reconocimiento de todo lo que he vivido y dónde estoy. Me siento completamente realizada con una familia hecha y derecha, valorando mi tiempo, la gente que me rodea y la perspectiva que te dan los años. Cuando nació Milo empecé a ver a Marcelo muy grande y me di cuenta de que ya no era un bebé.
MN: Yo hace rato que me siento señor. No me siento mayor, pero las prioridades van cambiando. El tiempo que mis hijos necesitan está ahí, ya no me interesa salir con los amigos, prefiero estar en mi casa o salir a comer en familia. Alguna vez tendré alguna escapada con Mich, pero ahora es diferente.
Foto: Fernando Junco | Realización y estilismo: María Parra | Asistente de estilismo: Marta Cabello | Maquillaje y peinado: The Madroom | Look Michelle| Jersey y falda: Springfield | Joyas: Platonic Jewels | Look Matías | Jersey: Octobre Éditions | Pantalón: Samsøe Samsøe | Botines: Cortefiel | Look Milo | Total Look: Zara
Matías, ya conocías la faceta de Michelle cómo mamá, ¿hay algo que te asombrará todavía más?
La dedicación. Ese lado maternal lo tiene muy desarrollado naturalmente. Ver cada detalle que tiene con Milo y Marcelo. Personalmente me enamoré de ella porque la vi maternando y desde ahí pensé: “ella va a ser la mamá de mis hijos”. Y sigo pensando igual.
Michelle, ¿qué descubriste de Matías como papá de un bebé?
Algo que me gustó mucho de Matías es su faceta de papá. Siempre se lo dije a Axel: "Yo te conocí antes por cómo me hablaba tu papá de ti", y ver cómo se comportaba Mati con Marcelo ya me tenía completamente enamorada. Embarazarme de Matías fue una decisión completamente consciente, analizada. Mi celular está lleno de fotos de Milo con Matías, ellos siempre han tenido una conexión muy especial porque, aunque nadie lo crea, solamente se movía en la panza con él y con Raquel Garza, porque puse el video con la voz de Matías.
¿Cómo llevan el cambió de pañal, el baño y demás?
MN: Yo puedo hacer de todo, aunque hay cosas que le estoy dejando a Mich porque me gana la emoción; tengo corazón de abuela. Estamos empezando a educarlo para dormir y que tenga sus horas de sueño, para eso confió totalmente en ella porque sé que está haciendo lo mejor para todos.
MR: A veces los bebés lloran porque ya están cansados y para Mati esa es una señal de “no se quiere dormir, mejor hay que ponerlo a jugar”. El primer mes yo no cambié un solo pañal. Cualquier otra persona podría hacerse el desentendido y dejarte con el bebé llorando, pero Mati no, él siempre está ahí preguntando en qué puede ayudar.
Foto: Fernando Junco | Realización y estilismo: María Parra | Asistente de estilismo: Marta Cabello | Maquillaje y peinado: The Madroom | Look Michelle | Jersey: Zara | Falda y Sandalias: Hoss Intropia | Joyas: Platonic Jewels | Look Matías | Jersey y pantalón: Octobre Éditions | Botines: Cortefiel
Michelle, ¿cómo fue maternar a los 20 y ahora en los 30?
Creo que la vida me ama porque esta nueva maternidad, con este equipo y una pareja tan hermosa como Matías, que es un gran papá y no solo me ayuda con Milo sino también con Marcelo, es maravilloso.
¿Qué valores quieren inculcar a sus hijos?
MR: El respeto, el amor por sí mismos y que se valoren porque eso es el reflejo de tu entorno y para nosotros es muy importante que en casa se sientan en un ambiente seguro en el que se pueden comunicar, desenvolver y ser ellos. Que sepan ser agradecidos por lo que la vida les da porque es cierto que son niños muy privilegiados y queremos que lo vean como algo que se agradece y no que se dé por hecho.
MN: La humildad es lo más importante, tener empatía, ser compasivos.
Ahora que tienen tres niños en casa, ¿buscarán a la niña?
MR: A mí si me hubiera encantado tener una niña, que fuera mi compañerita. Siempre le digo a Mati que cuando seamos abuelitos no nos van a traer a los nietos porque siempre se quedan con la abuela materna.
MN: Si nos preguntas ahora… estamos perfecto así. La ternura y la delicadeza en la manera de jugar de una niña es algo totalmente diferente y estaría bonito vivirlo, pero tenemos a nuestros tres nenes y unas sobrinas para disfrutar.
Michelle, en otras ocasiones mencionaste cómo sientes la cercanía de tu mamá, ¿ahora que llegó Milo se hizo presente de alguna forma?
Todo el tiempo. Durante el parto, en las noches cuando ya no puedo más le digo: “¡Güera, ayúdame!”. Esa conexión no se va a ir nunca. Me da mucha pena que mis niños no conocieran a su abuela porque estaría vuelta loca con sus nietos. Físicamente me hace mucha falta, aunque la sigo sintiendo. Le pedí que mandara a alguien para ayudarme a cuidar a Milo con amor y hoy tengo a una persona muy bella que me ayuda a cuidarlo como si fuera su abuela.
Dicen que las mamás tienen súper poderes, ¿cuál dirías que es el tuyo?
Que todo lo puedo. Hoy, por ejemplo, tuve que bajar tres pisos con bebé, carriola y maleta. Me metí el chip de hacerlo y así fue. Ahora que viajo mucho sola con Milo veo que al final siempre se puede. Voy a llamados sin dormir y lo hago de buen humor, con la mejor onda. Los hijos no son un impedimento para nada, al contrario, son un gran motor. A mí, mis hijos y mi esposo me traen muchísimas endorfinas, me hacen sentir sumamente feliz.
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Una nueva vida en España
Sin duda ha sido un año de muchos cambios. ¿Qué los llevo a mudarse a España?
MR: Algo que nos une a Matías y a mí como pareja es que nos encanta cambiar, conocer cosas nuevas y estar en constante evolución. Mati llevaba 16 años en México y yo casi 36 y era momento de hacer algo nuevo. La vida solo se vive una vez como para estar siempre en lo mismo. Pensando en nuestros hijos, tristemente la situación en México es alarmante y como papás yo ya no me sentía segura con Marcelo yéndose a la escuela mientras yo trabajaba. Se dio la oportunidad porque yo tengo la nacionalidad española y acá hay muchísimo respeto a los niños, civismo y muchas ventajas que ojalá existieran en México. Algo que me encanta de España es que si tú sales ves a las personas de la tercera edad gozando en el teatro, el cine, los parques y eso fue lo que más me gustó. Pensé: “¡Aquí quiero envejecer!”. No había manera de decirle a la vida, no, no queremos, porque nos puso todo en bandeja de plata y hoy entiendo por qué estamos aquí. Fue un cambio de vida.
MN: Yo no le tengo miedo a los cambios, salí de mi país hace mucho tiempo y al conocer a Mich mi idea de irme a París cambió y llegamos a España, que nos ha abierto los brazos. Es como si lleváramos muchísimo tiempo aquí. Yo juraba que la gente era más fría, pero son bastante cálidos y nos han hecho sentir en casa.
¿Es algo temporal o planean echar raíces allá?
MR: Yo creo que cuando uno da un paso hacia adelante tiene que seguir viendo al frente. México siempre va a estar en nuestro corazón porque ahí están familia y amigos y en cuestión carrera nos ha dado muchísimo, pero veo complicado regresar.
¿Cuál fue el mayor reto de mudarse?
MR: Intentar vender las cosas que teníamos allá, al final terminamos regalando todo. Mati y yo somos sumamente desprendidos de lo material. Aunque lo más difícil fue que yo tenía ocho meses de embarazo y me tuve que venir a hacer la mudanza porque él tenía proyecto en México. Estuvimos un mes separados y ese tiempo fue el más retador para mí porque lo extrañaba profundamente y él estaba agobiado de que yo estaba ya con una panza irreal. Algo de lo que nos hemos dado cuenta es de que los cambios para la mayoría de las personas son muy complicados, pero para nosotros no.
¿Te llevaste algo de México a su nueva casa?
MR: A nuestros perros, viajamos con tres mascotas. A mí me encantaría traerme a mi hermano. En cuanto a objetos solo me traje la bici con la que hacía Enduro hace años, no sé si la podré usar aquí, pero me trae muy buenos recuerdos.
¿Qué extrañan de México?
MN: Los amigos, la gente con la que compartíamos. Mis padres que, aunque estaban lejos en Mérida, se sentían más cerca. Yo sí extraño muchísimo la comida.
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Primer aniversario de bodas
Marcelo está de tiempo completo con ustedes, ¿cómo ha sido su adaptación a la escuela y sus nuevos amigos?
MR: Yo estaba preparándome porque me preocupaban los cambios que iba a vivir, pero me ha sorprendido porque desde la semana uno llegó a casa hablando con acento español: “Mami, estoy feliz, estoy flipando”. Me dio risa porque sonaba más como yucateco. Marcelo está feliz, liberado, dejó de tener pesadillas y para mí como mamá ha sido increíble. No sé qué era lo que le preocupaba estando en México, pero lo soltó y vive libre, contento y tiene un montón de amigos. Cuando le pregunto, “Mi amor, ¿quieres ir a México de vacaciones?”, su respuesta es: “¡Ahora no!”.
¿Sus vidas hoy son como las soñaban?
MR: En mi caso supera por mucho lo que yo creí que podía ser mi vida. Es el mejor sueño. La vida es maravillosa cuando te permites que así sea.
MN: Mi vida con Mich es mucho mejor de lo que yo hubiera pensado.
A nada de su primer aniversario de boda continúan viviendo una luna de miel…
MN: El tiempo que llevamos no es mucho, pero parece que lo fuera.
MR: Pareciera que llevamos 10 años juntos por todo lo que hemos vivido: pérdidas, cambios, bebé y lo que superamos. No hemos tenido tiempo de caer en la monotonía, tenemos muchísima comunicación y cuando hay diferencias lo platicamos y llegamos a nuevos acuerdos. Algo que funciona mucho entre nosotros es buscar la solución, no el culpable. La vida nos ha premiado con muchas cosas, veníamos buscando algo que no llegaba y de repente nos encontramos y vino todo de golpe. Ha sido maravilloso.
¿Habrá algún festejo especial para ese día?
MR: Yo me quiero volver a casar muchas veces con él. Y Mati siempre me dice que sí.
Foto: Fernando Junco | Realización y estilismo: María Parra | Asistente de estilismo: Marta Cabello | Maquillaje y peinado: The Madroom | Look Michelle | Jersey: Zara | Falda: Silvia Tcherassi | Sandalias: Aquazzura | Joyas: Platonic Jewels | Look Matías | Sobrecamisa: Samsøe Samsøe | Camisa y pantalón: Octobre Éditions | Botines: Cortefiel
Michelle, Milo tiene cuatro meses y tú ya estás de vuelta en grabaciones, demostrando que sí posible ser mamá sin abandonar tus sueños personales…
Es una locura, cuando tomé la decisión nunca me di el tiempo de pensar realmente en lo que me estaba metiendo como mamá de un niño de dos meses. Lo llevo con mucha paciencia y amor a lo que estoy haciendo porque tengo casi 20 años de carrera, así que la actuación es también como un hijillo que no voy a abandonar. También entiendo que todo es pasajero, las no dormidas van a pasar, el cargarlo todo el tiempo también, así que lo vivo un día a la vez y con el apoyo de Mati al final del día sé que todo va a estar bien. Pensé que me iba a tardar más tiempo en trabajar, pero como dicen: “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”, y Dios se estaba muriendo de risa de mí.
¿Cuándo te propusieron este proyecto fue un rotundo sí o tuviste que pensarlo?
Fue un rotundo no y luego creo que fueron las hormonas las que habrán pensado que mudarse de país y los cambios en mi cuerpo me hicieron aceptar. Y después de eso fue un “no deberían hacerle caso a una mujer cuando responde estando hormonal”, pero estoy contenta y disfrutando muchísimo. Es un reto muy grande, mi prioridad es Milo y la producción lo entiende perfectamente.
En España, ¿cuáles son las consideraciones entorno a la maternidad?
MN: La licencia es de 16 semanas. Las leyes ayudan mucho para que las mamás y los papás de un recién nacido pasen tiempo con él. Yo tuve la suerte de que no estaba trabajando y estoy completamente en la casa, así que cuando puedo viajo con Mich o me quedo con Marcelo que tiene que asistir a la escuela. Hacemos un muy buen equipo en ese aspecto.
Michelle, ¿cómo abrazas todos los cambios físicos y emocionales?
Aunque estés sumamente acompañada nadie está sintiendo lo mismo que tú y puedes sentirte sola, pero todo pasa, siempre hay que agradecer a nuestro cuerpo por todo lo que hace por nosotros y la vida que formó. Hay que abrazar los procesos. Antes de saber que iba a trabajar tenía la mentalidad de disfrutar el postparto sin preocupaciones y poder ser, pero con el proyecto tuve que ponerme en forma. Sí se puede, solo hay que escuchar a nuestro cuerpo.