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En la vida de Salma Hayek hay un hombre del que lo ha aprendido todo: su padre. Orgullosa de tenerlo cerca y disfrutar de su vitalidad, esta mañana, la actriz usó su cuenta de Instagram para compartir con sus más de 29 millones de seguidores alrededor del mundo, para dedicarle una linda felicitación por los 87 años de don Sami Haye Domínguez. Además de las lindas palabras, la mexicana compartió una entrañable imagen de su padre junto a su nieta mayor, Valentina Paloma, de 17 años de edad, quien cada día luce más parecida a su famosa mamá.
© IG: @salmahayekLa felicitación de la actriz
Como pocas veces, la actriz mostró este especial momento entre abuelo y nieta con el que ilustró el texto que le escribió a su padre: "¡Feliz cumpleaños mi viejo! Qué bendición poder verte acerándote a los noventa con tanta fuerza, salud y entusiasmo por la vida. Tu continúa pasión y vitalidad para el trabajo es un gran ejemplo para las nuevas generaciones. Te queremos", se lee en su feed de Instagram.
Esta publicación llamó la atención por varias cosas. La primera, la sonrisa y vitalidad del padre de la actriz, quien llega a los 87 años entusiasta por seguir creando recuerdos especiales con los suyos. El segundo detalle que llamó la atención es la belleza natural de Valentina Paloma quien posó con su abuelito de cara lavada, durante una de las visitas familiares a la playa.
© IG @salmahayek¡Qué grande está Valentina!
Este nuevo retrato que Salma compartió de su papá junto a su hija, contrasta con una imagen que compartió hace varios años, en la que los vimos posar exactamente igual. La diferencia es que ahora, Valentina luce mucho más grande y deja ver el gran parecido que guarda con su famosa mamá, quien le ha inculcado desde el día en que nació, amor y respeto para sus abuelitos, con quien tiene una relación muy cercana.
Cumpleaños muy mexicanos
El año pasado, en el cumpleaños de don Sami, Salma mostró cómo celebran los Hayek los cumpleaños y dejó ver que, a pesar de haber dejado México, desde hace más de dos décadas, mantienen la tradicional "mordida", como una de las costumbres tras cantar Las Mañanitas. En ese cumpleaños, la encargada de empujar a su abuelito al pastel fue Valentina quien, a pesar de no haber vivido nunca en nuestro país, es muy mexicana.
