Desde el momento en el que supieron que serían padres por segunda vez, Camilo y Evaluna empezaron a planear la llegada de su bebé en casa, tal como lo habían hecho con su primogénita, Índigo. La pareja, que ha revelado sus motivos para tener a sus bebés en casa con la ayuda de una partera, estaba muy atenta en la recta final del embarazo, con todo listo para recibir a su bebé, sin imaginarse que aquellos planes que habían hecho desde meses atrás, no saldrían al pie de la letra.
En su historia, que califican como "escalofriante", los felices papás recordaron uno a uno los momentos que anunciaban la llegada de su hija. Al momento en el que Evaluna empezó a tener contracciones, ambos se pusieron alerta, pero al mismo tiempo estuvieron calmados. Sin embargo, entre la primera contracción y la segunda, pasaron días, y lo mismo ocurrió con la tercera. "Yo en realidad, en secreto, estaba pensando: '¿Por qué se están yendo las contracciones? ¿Será que algo está mal? ¿No deberían ser más constantes?", dijo en su más reciente video en el canal de YouTube, Camilo y Evaluna.
Casi una semana después, Evaluna volvió a sentir dolores, aunque esta vez sí fueron más persistentes, lo que hizo sentir a la cantante que ahora sí su bebé estaba por llegar. Por ello hornearon una torta, con la que le cantarían Cumpleaños en su día de nacimiento, una bella tradición familiar que también hicieron con Índigo.
"Es un buen tip, hagan la torta el día que nacen y la congelan para comérsela en su primer cumpleaños", dice Evaluna a sus fans.
La pareja se apegó al plan y a las recomendaciones de su partera y se fue a dormir, para tener energía de reserva a la hora del parto. Fue entonces cuando ella rompió fuente y a la media noche, inició el nacimiento de Amaranto, así como los momentos más caóticos para la pareja.
Tan pronto como llamaron a su partera, las contracciones empezaron a tener espacios de dos minutos. "Sentía unas ganas muy extremas de empezar a pujar. Ahí me puse un poquito nerviosa", revela la feliz mamá, mientras Camilo confesó que se sentía asustado. "En los libros que yo había leído decía que eso se demoraba mucho tiempo. Y el de Indi duró bastante. Le dije que lo tomara suave, y que esperáramos a la partera".
Camilo se asustó aún más al ver las piernas de su esposa con un poco de sangre. Pero Evaluna estaba lista para tener a su bebé y no pudo hacer más que tumbarse en el piso escuchando a su cuerpo y siguiendo su instinto. Todo fue muy rápido, en cuestión de minutos, Amaranto ya había nacido.
La familia, que estaba emocionada con ver el nacimiento de Amaranto, se perdió el momento, pues no hubo mucho tiempo de avisar que la bebé estaba por nacer. "Se lo perdió Índigo, se lo perdieron mis papás, los papás de Evaluna, sus hermanos, mi hermana. Sólo lo vivimos Amaranto, nuestra partera, Evaluna y yo", recuerda Camilo.
¿Es niño o niña?
A lo largo del embarazo, ni Evaluna ni Camilo quisieron saber si su bebé era niño o niña, algo que tampoco les preocupó a la hora del parto, pues en cuanto nació Amaranto, la cubrieron y se fueron a recostar. La pareja asegura que estuvo por casi una hora contemplando la carita de su bebé, esperando a que llegara la familia para descubrir el género.
La curiosidad se hizo presente. Mamá y papá tentaron para ver qué era, y tras una cómica confusión con el cordón umbilical, descubrieron que Amaranto era la hermanita de Índigo.
Camilo y Evaluna concluyeron su video asegurando que aprendieron muchas cosas esa noche, como saber que sin importar cuánto planeen algo, todo puede salir diferente. Camilo aprendió que el cuerpo de su esposa es "poderoso y bien hecho", además de que expresó que la inseguridad que sintió en ese momento fue un factor importante para que todo saliera de la forma tan especial en la que lo vivieron.
Además, quisieron hacer un disclaimer sobre cómo ellos vivieron su parto. "No es la historia de cómo creemos que todo mundo debería parir. Esta es nuestra historia y es la única que podemos contar".