Miss México nos habla del ciberbullying y recuerda cuando le dijeron que ‘no tenía ni el cuerpo, ni la cara para Miss Universe’

Bueno, desde muy chica mi familia me inspiró y me motivó bastante, siempre diciéndome que tenía todas las cualidades para poder llegar a un Miss Universe. Y cuando tuve 19 años entré en mi primer certamen y ahí fue cuando entendí que de verdad me apasionaban los certámenes. Empecé a trabajar en cada uno para llegar a lograr la plataforma más grande que es Miss Universe.

Siento mucho orgullo, mucha alegría. De verdad, mostrarle al mundo lo que es México, esa cultura, tradición, sabor, gastronomía, historia, es parte fundamental para que todas esas 139 delegadas se lleven un gran sabor de boca a sus países y puedan hablar maravillas de México.

Una impresión buena, una impresión donde ellas quieran volver y vayan a su país y cuenten cómo es vivir la experiencia, no solamente de un Miss Universe, sino de visitar a México, de conocer a su gente cálida, trabajadora, luchadora y que vean lo que es el verdadero mexicano, su esencia.

Claro, Andrea Meza. He tenido la dicha de platicar con ella y que me dé algunos consejos. También he hablado con otras niñas que han estado en otros certámenes y me han dado consejos muy lindos y muy buenos. Y de verdad, el apoyo se siente y estoy muy agradecida con eso.

(Me ha dicho) que disfrute la experiencia, que la viva, que no me estrese, no me desespere, que todo pasa por algo y que, si la corona se queda en casa, es porque así tenía que ser.

Creo que es lo extrovertida y carismática que puedo llegar a ser, pero también desde el respeto y sabiendo hasta qué punto poder dialogar y llegar con alguien para conectar. Creo que una parte fundamental mía es que me gusta conectar con las personas desde el corazón y el alma.

Obviamente siempre mejorar la oratoria, siempre mejorar pasarela, pero sobre todo mejorar la autoconfianza en uno misma. Creo que a veces somos los mismos que nos saboteamos y debemos de saber que si tú te hablas bonito, si tú te dices cosas bonitas y si sabes lo que vales, puedes quitar todo eso de lado y dar lo mejor de ti.

Claro, además de mi madre y de la princesa Diana de Gales, Ximena Navarrete es una mujer que, la verdad, el día que la vi ganar esa corona en Las Vegas, de verdad me inspiró a poder seguir, o más bien, investigar acerca de los certámenes. Después, ganan Andrea Meza en 2020 y este boom comienzo otra vez en mi vida para ser más fuerte.

No, no he tenido el gusto. Sé que sabe de mí, estuve con un maquillista que también la maquilla y me mandó saludos, pero no he tenido el gusto de platicar con ella, pero sé que pronto pasará.

Creo que desde el respeto. Es importante respetar la decisión, el favoritismo, el fanatismo, desde el punto de vista que cada quien lo quiera ver, porque finalmente va a ganar la que de verdad tenga un mensaje para el mundo, la que quiera trabajar en Miss Universe y la que de verdad esté dispuesta a dar todo para que Miss Universe siga creciendo. Dejando al lado esta parte de quién es la mejor o quién me gusta más, creo que va a ganar la que tiene que ser la siguiente Miss Universe.

Creo que no soy la única, todas las que hemos sido coronadas recibimos ese ciberataque y también comentarios no tan agradables. Pero es parte de, obviamente, el medio y del giro, porque por eso tenemos que respetarlo y saber cómo lidiar con eso, controlando nuestras emociones.

Yo desde los 17 años ya había acudido con psicóloga y he estado de la mano a profesionales de la salud. Entonces, en el momento en que yo fui atacada, ya tenía un cierto conocimiento de lo que era la inteligencia emocional y de lo que valgo y la autoestima que tengo y que debo de proyectar. Pero una vez que pasa este suceso, claro, tengo que ir con mi psicóloga y a atender esta nueva parte que está sucediendo en mi vida, sabiéndola detectar, combatirla y erradicarla de mi vida o saber manejarla con esta parte de controlar mis emociones, sabiendo lo que valgo, lo que soy y qué quiero.

Creo que no fue un ciberataque, pero sí fue un comentario de una persona hace muchos años, cuando fui a tomarme unas fotos y me dijo que yo no estaba hecha para ser reina, porque yo no tenía ni el cuerpo, ni la cara, ni nada para poder ser una Miss Universe. Recuerdo bien que solamente me quedé callada y fue como que dije: ‘Okey, voy a trabajar para poder lograrlo’. Y bueno, ahora puedo decir que lo logré y estoy feliz y contenta de todo mi avance y desarrollo.

Claro, con esto de que cada generación se vuelve más susceptible y más frágil, entramos en este punto donde se tiene que tener un control de emociones fuerte, donde se sepa lo que eres y qué quieres con cada una de las plataformas en las que tú interactúas. Claro, debemos de entender también que los malos comentarios vienen desde el anonimato y que si no es una persona digna de darte un comentario que valga en tu vida, no tiene por qué ser escuchado ni tampoco atendido.

Mi familia ha sido un pilar muy importante en esto de los certámenes. Siempre me ha apoyado, ha estado ahí para mí y siempre están de la mano conmigo, apoyándome tanto en mis sentimientos como en mi salud.

Estoy abierta a todas las oportunidades que la vida me dé, obviamente desde el respeto de los valores y para lo que se me venga, para aceptarlo con la mejor sonrisa.

Me gustaría dejar un legado como los grandes personajes en la historia, sobre una mujer que fue carismática, una mujer que dejó un mensaje, una mujer que comenzó con un mensaje tan poderoso como cambiar la ideología de los ataques en redes sociales; comenzar a tener concientización, comenzar a poner leyes de ciberseguridad. Y sobre todo con esto, trabajar desde la inteligencia emocional para poder dejar no solamente un buen conocimiento y un buen manejo de emociones, sino que también entiendan a futuro el legado que quise dejar. Ese conocimiento, esa voz de un control genuino a través de profesionales sobre tus emociones.

Datos curiosos sobre mí. Cuando era pequeña me gustaba mucho jugar voleibol, básquetbol. Fui a muchos tornos de ajedrez, siempre me gustó mucho el ajedrez y toqué el violín y el piano en algún tiempo de mi vida en la secundaria. Y ahora me encantaría volverlo a retomar porque creo que es una de las cosas más bellas que existe en la música clásica.