No todo ha sido color de rosa en la vida de Paris Hilton, pues más allá de la fama, el dinero y el glamour, ha tenido que vivir situaciones difíciles a lo largo de su vida. La socialité y empresaria, quien hoy está felizmente casada y es madre de dos niños, manifestó por años una serie de síntomas antes de finalmente ser diagnosticada con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Recientemente, se sinceró sobre esta parte de su vida por la que en un momento llegó a sentirse incomprendida.
En un ensayo publicado en Teen Vogue, Paris abordó su experiencia con el TDAH y cómo influyó en su infancia y su carrera. “Cuando era niña, siempre me decían que era demasiado enérgica, demasiado distraída, demasiado habladora, demasiado para todo”, recordó. Dichos comportamientos propiciaron a que fuera internada en la Provo Canyon School, un centro para adolescentes, donde ella misma ha confesado que fue víctima de abusos.
“Me hubiera gustado que alguien me hubiera preguntado qué pasaba realmente”, confesó, en alusión a aquellos años difíciles en los que se sintió “incomprendida durante años” y “castigada por cómo funcionaba” su cerebro.
Paris contó que tuvo que investigar sobre lo que le sucedía y encontró que “para muchas mujeres, el TDAH suele ser una lucha silenciosa” y que “21 millones de mujeres de entre 18 y 64 años tienen TDAH o problemas de aprendizaje como la dislexia, y muchas de ellas aún no han sido diagnosticadas”. Ella misma fue diagnosticada hasta la edad adulta, pese a que presentó síntomas desde niña.
Al inicio intentó ocultar su diagnóstico
Paris confesó que en un principio procuró reservarse su condición, pues no quería sentirse encasillada ni que la gente pensara que sería incapaz de triunfar por tener TDAH. Sin embargo, pasó de considerar su trastorno como algo negativo a asumirlo como algo bueno.
“Al principio, el diagnóstico me parecía una etiqueta, algo que me encasillaba, que me definía por lo que no podía hacer, por lo que me hacía diferente”, contó. Pero ahora lo ve de una forma muy distinta. “Es mi arma secreta en un mundo que a menudo nos dice que debemos jugar a lo seguro”, escribió.
La socialité incluso atribuyó al TDAH su creatividad y su habilidad para conectar con otras personas. “Mi cerebro no sigue una línea recta, sino que zigzaguea y explora territorios inexplorados, lo que me permite romper límites y mantenerme a la vanguardia”, expresó.
Sin embargo, admitió que vivir con TDAH puede llegar a ser desafiante. “Seamos realistas: el TDAH también puede ser abrumador y agotador porque mi mente está constantemente llena de pensamientos, ideas y distracciones”, admitió. Pero por fortuna ha desarrollado estrategias para aprender a estructurar su vida. “Uno de mis trucos favoritos es escuchar todo lo que leo en audio”, compartió. “Vivimos en un mundo en el que a menudo se espera que encajemos en casillas, que sigamos las reglas y que hagamos las cosas como lo hacen los demás. Pero mi TDAH me ha enseñado que las cosas más mágicas ocurren cuando te liberas de esas expectativas”, reflexionó.