Por primera vez en la historia México es gobernado por una mujer. Claudia Sheinbaum Pardo rindió protesta este 1 de octubre en el Palacio Legislativo de San Lázaro de la Ciudad de México, sitio en el que le fue colocada la banda presidencial para hacer oficial así el inicio de su sexenio, un acontecimiento para el cual rindió un emotivo discurso en el que destacó de manera contundente: “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe, y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”. Con apego al protocolo, la ahora mandataria cuidó cada detalle de su histórica ceremonia, incluida la elección del atuendo para este importante día; un vestido meticulosamente confeccionado y de estilo artesanal que desde el primer momento acaparó las miradas y dio pie a las conversaciones.
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El vestido de Claudia, de color marfil y de inspiración mexicana
Para este día sin precedentes, Claudia no solo quiso que la preponderancia recayera en la palabra y en los actos inherentes a una toma de protesta presidencial. La ahora mandataria tomó la decisión de lucir acorde a la ocasión como un acto primordial, y para ello eligió una prenda de meticulosa confección a cargo de la diseñadora oaxaqueña Claudia Vásquez Aquino, de 41 años. La pieza está elaborada con la técnica de tejido a mano con ganchillo sobre una tela de algodón.
El diseño en color marfil, elaborado bajo las técnicas artesanales, está compuesto por una falda medio circular larga por debajo de la rodilla. Destaca también por sus mangas largas y cuello redondo, aportando formalidad y elegancia a la mandataria, quien se ha caracterizado por el uso de prendas monocromáticas y un tanto sobrias.
El meticuloso bordado del vestido de Claudia
Uno de los principales detalles de esta confección, cuidada en su elaboración de manera milimétrica, es el colorido bordado que destaca en la parte de la falda. Fue la misma Claudia Vásquez quien en una entrevista concedida al diario español El País, reveló a profundidad cómo fue concebido este trabajo. “El bordado está en la parte de la falda y en los puños, siendo más de 100 flores…”, expresó la diseñadora. Rojo, amarillo, violeta, azul y verde, son tan solo algunos de los colores que conforman este bordado magistral, el cual llevan a cabo los artesanos en diversas partes de México.
La diseñadora también compartió cómo fue que se le encomendó la importante tarea de crear esta prenda, la cual ha pasado a la historia gracias a la encomienda que se le hizo con mucha anticipación. “Me pidieron un vestido, me dieron pautas para que yo decidiera el bordado y el diseño de las flores. Pero, no sabía que sería para ella…”, señaló al El País Vásquez Aquino.
La emoción de Vásquez Aquino tras diseñar el vestido de la presidenta
Desde pequeña, Claudia Vásquez Aquino vivió inmersa en la actividad artesanal. Según recuerda, aprendió a bordar desde que tenía 10 años en su natal Santa María Xadani, una región del Istmo de Tehuantepec, también conocida por los extraordinarios trabajos textiles que incluso tienen reconocimiento a nivel internacional. De herencia zapoteca, las confecciones de Vásquez son ahora elogiadas por quienes no perdieron detalle del vestido de la presidenta, quien en varias ocasiones ha portado prendas similares en sus actos públicos. “Es un privilegio ver que Claudia Sheinbaum vista prendas típicas de cada región del país”, dijo al medio antes citado.