Entre los muchos gustos en común que tienen Camilo y Evaluna, están los tatuajes, y en amos recientes ambos han sido cómplices del otro cuando se trata de poner una nueva marca en la piel. La actriz y cantante confesó a principios de año que tenía ya 38 tatuajes, y parece que después de haber dado a luz a su segunda hija, Amaranto, ha decidido volver a poner una impresión en su cuerpo, la cual Camilo celebró muy emocionado.
En un breve clip en su perfil de Instagram, el cantante colombiano aparece bailando en la estancia de su casa mientras, en el fondo, se puede observar a Evaluna recostada en una cama de tatuajes al mismo tiempo que la artista plasma la tinta del diseño que ella eligió. Si bien no han mostrado el resultado, algunos de sus fieles seguidores imaginan que podría tratarse de un tatuaje en honor a la pequeña Amaranto, nacida el 1 de agosto pasado. Y es que, luego e debutar en la maternidad, la hija de Ricardo Montaner se tatuó la palabra "Mother", con lo que dejaba huella de esa importante faceta de su vida.
"¿Cómo estatu day? Jajaja ¿sí lo entienden? ¿Tattoo? Bueno, ya me voy", escribió el colombiano junto a la publicación. Evaluna, siempre feliz con las ocurrencias de su marido, sonreía viéndolo bailar y tolerando el dolor que provoca la tinta al entrar debajo de la piel.
Un nuevo espacio para crecer
En días recientes, Camilo y Evaluna contaron a sus seguidores que están en la búsqueda de una finca para poder sembrar y cosechar sus propios alimentos. La pareja reveló que todo inició con un pequeño huerto hidropónico en casa en donde empiezan a ver los primeros brotes de lechuga, tomate cherry, algunas especias, y chile jalapeño; entre otras. “Te das cuenta de que estás mayor, cuando de repente te dan ganas de sembrar tu propio jardín y comer de las cosas que sembraste”, comentan en uno de sus videos en Youtube.
El deseo de tener un lugar al aire libre se complementa con los recuerdos infantiles de ambos: “Cuando yo estaba chiquito, pasábamos la gran parte del tiempo en finca, yo viví descalzo, trepado en árboles y mis hijas no tienen esa posibilidad. Yo creo que, gran parte de las cosas que me gustan de mí, es que tuve la oportunidad, con mis papás, de tener ese tipo de experiencias. Evaluna también tenía su finquita y creció rodeada de animales", dijo Camilo mientras estaba en la búsqueda del lugar perfecto junto a sus padres y su suegra, Marlene Montaner.