Hace casi un año, Shakira llegó a un acuerdo económico con la Agencia Tributaria española tras una larga batalla legal por un presunto fraude millonario entre 2012 y 2014, delito por cual la fiscalía pedía ocho años de prisión, además del pago de una multa equivalente a más de 24 millones 186 mil dólares. Tras aquel pacto, la cantante colombiana ha decidido contar su verdad sobre lo ocurrido, explicando las razones por las que optó por un acuerdo y defendiéndose de la causa judicial que aún tiene pendiente.
En una carta enviada publicada por el diario español El Mundo, Shakira se refirió a lo complicado que fue 2023 a nivel mediático, tanto por el tema de su separación con Gerard Piqué como por su juicio con Hacienda. “Pero lo más frustrante fue comprobar que una institución del Estado parecía más interesada en quemarme públicamente en la hoguera que en escuchar mis razones. Pues bien, creo ha llegado el momento de darlas”, explicó al inicio de su misiva.
“Habrá quien se pregunte por qué me molesto en hacer estas declaraciones ahora. El primer motivo son mis hijos”, argumentó la intérprete de Monotonía. “A mis hijos quiero dejarles el legado de una mujer que expuso sus razones con calma y en sus propios tiempos, cuando ella lo consideró necesario, no cuando la obligaron a hacerlo”, explicó la cantante. “Necesito que sepan que tomé las decisiones que tomé para protegerles, para estar a su lado y seguir con mi vida. No por cobardía ni por culpabilidad”, aseguró.
“Quiero que entiendan que mi amor por España y mis queridos amigos y familiares españoles aún perdura, pero no todo es igual. A veces el compromiso con la verdad es más importante que la comodidad propia. Si en ese momento tomé la decisión de pactar por mis hijos, en este tomo la de hablar, porque es la que me pide mi conciencia”, expresó.
A su vez, la barranquillera explicó que decidió contar su historia “para poder recuperar mi vida, para que nadie escriba mi relato por mí. Igual que con mis canciones, canto para volver a vivir tranquila, para pasar página”, expuso.
“A veces con una canción se consiguen muchos premios y celebridad, pero esas no son necesariamente las canciones más amadas. Las más amadas son las que nos ayudan a construirnos, a las que secretamente recurrimos cuando queremos recordarnos quiénes somos, y también las que empleamos para hacérselo saber a los demás”, reflexionó.
Sus aclaraciones sobre su batalla con Hacienda
En su extensa carta, Shakira detalló que en 2011 quería que funcionara su relación con Piqué, quien por su trabajo no podía vivir fuera de España, y aunque a ella le resultaba complicado viajar a verlo, lo hacía para que su noviazgo prosperar y “no por vocación de permanencia”. “En el caso del 2011, la estrategia es particularmente escandalosa porque sólo pasé en España 73 días, cuando el mínimo establecido por la ley para ser residente fiscal es de 183 días”, expuso la cantante. “Una persona que se la pasa de gira por todo el mundo no puede tener intención de residir fiscalmente en un lugar solo porque vive allí la persona con la que en ese momento tiene una relación”, sostuvo. “Sería lo mismo que pensar que una turista que pasa por Ibiza de vacaciones tiene que convertirse en residente fiscal solo por haber tenido un romance local”.
“Cuando en 2015 me decidí a vivir en España bajo el régimen de impatriada, la Agencia Tributaria admitió que durante los 10 años anteriores yo no había sido residente, para luego, inmediatamente después, tratar de cobrarme por aquellos años. Lo que parecía una educada manera de formalizar mi situación, se convirtió en una trampa”, acusó.
“Yo cumplí siempre con mis obligaciones”, aseguró Shakira. “Se quiso hacer creer a la opinión pública que yo no pagaba mis impuestos, cuando lo cierto es que pagué mucho más de lo que debía. Cuando realmente correspondió hacerlo me declaré residente fiscal española y si se suman todas las cantidades de lo que pagué voluntariamente y las multas injustificadas, se verá que el Estado español se quedó con una suma superior a la totalidad de mis ganancias de esos años”, señaló.