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Los últimos meses no han sido nada fáciles para Jennifer Lopez pues, según se ha reportado, por más que intentó salvar su matrimonio con Ben Affleck, no pudo lograrlo. Hace unos días acudió a solicitar formalmente el divorcio, y lo hizo en fecha precisa en que hubiera celebrado el segundo aniversario de su boda en Georgia. El tiempo podría ser el mejor aliado para la cantante, quien en este momento se ha refugiado en su familia mientras da vuelta a la página. Recientemente, fue captada junto a Emme Muñiz, mostrándose muy sonriente y de buen ánimo.
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El pasado fin de semana, JLo fue fotografiada con su retoño y algunos amigos en una divertida salida de compras en el centro comercial Westfield Century City, en Los Ángeles. El ambiente parecía muy relajado y alegre, y la cantante se mostró feliz de salir de casa luego del revuelo que causó la noticia de su divorcio.
En un momento en el que la intérprete de 55 años y sus acompañantes descendían en unas escaleras eléctricas, Jennifer incluso se animó a improvisar algunos movimientos de baile, lo cual dejó más que claro que buen estado anímico.
Jennifer lució muy guapa en un atuendo cómodo e informal, pero muy estiloso. Usó un top color marfil con tirantes delgados y lentejuelas, una falda larga de estilo campesino confeccionada en denim de distintos tonos de azul y sandalias planas. Complementó su look con un bolso marino de de Dior, sus infalibles gafas cafés y distintas joyas: collares largos, brazaletes y unas grandes arracadas que también son casi su sello personal.
Sin embargo, hubo un detalle en especial que no pasó desapercibido en lo que respecta a los complementos que llevó, concretamente los anillos. La estrella de Atlas usó una banda en el dedo donde antes llevaba el anillo de diamantes que le regaló Ben. Durante un tiempo, el que JLo siguiera usando su argolla de matrimonio o su anillo de compromiso alimentaba las esperanzas de una posible reconciliación con el actor, pero ahora ya no hay rastro de ello.
Esta salida ocurre apenas unos días después de que se revelara que la ‘Diva del Bronx’ había iniciado su mudanza de la casa que compró junto a Affleck el año pasado por más de 60 millones de dólares. “Ella y Ben compraron la casa para toda la familia. Es demasiado grande para ella y también está llena de demasiados recuerdos”, dijo una fuente a People hace unos días.
A inicios de agosto, luego de regresar de Los Hamptons, Jennifer fue captada recorriendo la lujosa zona de Bel Air y Beverly Hills, al parecer, en compañía de agentes inmobiliarios, lo que dejó ver su intención de encontrar un nuevo hogar.
‘Molesta y decepcionada con Ben’
Tras reportarse que le había pedido el divorcio a Ben, se dijo que Jennifer se sentía aliviada por finalmente haber tomado esta decisión. Sin embargo, eso no significa que haya sido fácil para ella. “Se esforzó mucho para que las cosas funcionaran y a Ben no le importó”, dijo una fuente a People, la cual señaló además que la intérprete sentía “cierta amargura” por su separación. “Está muy molesta y decepcionada con Ben”.
No obstante, la cantante ha encontrado en sus seres queridos el mejor bálsamo para esta situación. “Está rodeada de su familia, amigos y sus hijos”, dijo el informante. “Siempre logra tener una actitud positiva. El divorcio es difícil para ella, pero siempre encuentra la manera de seguir adelante”, agregó.