La historia de Juan Soler sobre los escenarios, muchas veces se cuenta a partir de los éxitos que el galán de origen argentino ha sumado desde su debut en la televisión como actor de telenovelas. Sin embargo, detrás de cada logro y sueño consolidado, está el antecedente de un episodio personal que lo marcó para siempre. Soler era muy joven cuando un día, a raíz de un accidente, estuvo a punto de perder la vida. Fue ese suceso el detonante de su mudanza inmediata de Argentina a México pues su única meta por ese entonces era una sola; conquistar su mayor anhelo de convertirse en intérprete de melodramas.
¿Qué le sucedió a Juan Soler?
Con el corazón en la mano, Juan habló de ese día en el que todo cambió de un instante a otro, sin imaginar como tal acontecimiento lo transformaría para siempre. “Yendo de un campo al otro, de La Raqueña a Santa Lucía, así se llaman los campos, tengo un accidente tremendo en la carretera porque me quedé dormido, era mucha la actividad que realizaba y ese día me había despertado a las 4 de la mañana y a las 2 de la tarde me estaba yendo de un campo al otro…”, confesó en una íntima charla para el programa televisivo Sale El Sol.
Ante la clara y evidente fragilidad de la vida, Soler hizo su mayor apuesta al tomar la decisión de ser feliz, por ello debía entregarse a su pasión sin ningún temor. Así lo reveló al evocar ese incidente del que por fortuna pudo salir bien librado. “Me quedé dormido, tuve una colisión contra una camioneta, de frente, tú ves el coche y es imposible creer que alguien haya salido vivo de allá adentro del coche y ahí tomo la decisión de dejar absolutamente todo e irme de mi país, dije: ‘Casi me mato, quiero vivir la vida’. Inconscientemente me propuse vivir muchas vidas en una sola, y así llegué a la actuación…”, relató.
Su mudanza de Argentina a México
Inmerso en una marejada de emociones, Soler dio el importante paso y se despidió de los suyos para volar a México y construir una vida en el país que la abriría las puertas de manera excepcional. Según recuerda, su madre fue la mayor cómplice de ese sueño y a partir de ese momento su historia comenzó a escribirse de otra manera. “Mi madre me ayudó a comprar el pasaje y llegué a México a golpear puertas a la lateral de Periférico. Mi primera oportunidad fue al lado de Christian Bach, que la recuerdo con mucho cariño, mi papá era don Ernesto Alonso. Tener un libreto para trabajar en la televisora más grande del mundo en habla hispana fue un sueño cumplido, yo vine a hacer novelas, hacer novela para mí es un placer realmente…”.
Desde ese momento, Soler construyó poco a poco los cimientos de una carrera que hoy le permite vivir pleno haciendo lo que más ama. A la par de ello, el galán ha tenido la fortuna de echar raíces en México, orgulloso de haber conquistado cada una de sus metas. Formar una familia también fue parte de esos sueños consolidados, enteramente feliz por el contar con la compañía y apoyo de sus hijas: Mía y Azul, a quienes tuvo de su pasada relación con Maky, así como Valentina, su hija mayor, a la que procreó en el pasado con una de sus exparejas.