Ajenos a lo que ocurre en la vida sentimental de su padre, los hijos de Ben Affleck y Jennifer Garner continúan sus vidas. Recientemente, Violet, la primogénita se mudó a New Haven, Connecticut, para estudiar en la prestigiosa Universidad de Yale. Fin, su hermano menor, también está creciendo, y prueba de ello ha sido su reciente sesión de manejo supervisada por su mamá.
El pasado 26 de agosto, Jennifer y Fin fueron fotografiados mientras daban un paseo en auto por las calles de Brentwood, California, cerca de casa. En esta ocasión a la actriz le tocó ocupar el asiento de copiloto mientras su hijo estaba al frente del volante de una camioneta blanca de Toyota.
Las imágenes mostraron al adolescente de 15 años, anteriormente conocido como Seraphine, muy concentrada en el camino y atenta de las indicaciones de su madre, quien se convirtió en la más paciente instructora. Jennifer, por su parte, lucía tranquila y tampoco apartaba la vista del frente. Fin, quien aparentemente apenas está aprendiendo a conducir, se mostró precavido, revisando el espejo retrovisor constantemente y manteniendo las manos en el volante.
Esta salida ocurre apenas unas semanas después de que Jennifer y Fin fueran captados en el Departamento de Vehículos Motorizados de California, a donde la actriz aparentemente llevó a su hijo para obtener un permiso de aprendizaje.
En California, los adolescentes pueden solicitar un permiso de aprendiz cuando cumplen 15 años y medio, pero deben completar un curso aprobado de educación vial, el cual es consta de 25 horas de instrucción y es impartido por una autorizada por el Estado. Además, deben estar acompañados por un adulto experto. Cuando cumplen 16 años, pueden solicitar una licencia provisional que tiene ciertas restricciones.
Jennifer, una madre dedicada
Su reciente aparición con Fin ha reafirmado que la actriz de Elektra es una madre dedicada que apoya incondicionalmente a sus hijos. No es de sorprender el gran papel que ha hecho Jennifer en la maternidad, pues ella siempre quiso tener hijos. “Podría haber sucedido de cualquier modo. Podría haber adoptado o recurrido a la acogida, pero no había duda de que sería madre. Yo era la típica niña que llevaba una muñeca a todas partes y monté una empresa de canguros con mi amiga Carrie en séptimo u octavo”, contó el año pasado a Allure.
Garner ha alternado su trabajo como mamá con el de actriz, y el segundo ha repercutido mucho en sus proyectos. “No les importa ver las películas de su padre, pero a mí prefieren verme como a su madre (y no como a una actriz). No quieren verme disgustada y las mujeres lloramos más en esta profesión”, dijo en la entrevista, revelando que “francamente, no quieren verme en algo romántico”.