Mía Rubín y Tarik Othon nos abren su corazón al compartir con ¡HOLA! su primer posado juntos [EXCLUSIVA]

Tarik: Ella conoce nada más la parte en la que ya llegué a la fiesta, pero la verdad es que no iba a ir… [risa tímida]. Era el cumpleaños del papá de Mía y mi papá me convenció, porque él tenía muchas ganas de ir y quería que lo acompañáramos. Ellos eran amigos desde hacía un año y, en varias de sus reuniones, hablaron de nosotros dos sin esperar que el día de la fiesta nos íbamos a quedar platicando.

Mía: Llegamos a la fiesta al mismo tiempo. Ahí nos saludamos y nuestros papás estaban de cupidos. Mi papá me decía “ve a hablarle” nos decían que platicáramos, pero al principio lo vi muy serio, pero después fue avanzando la noche, yo estaba bailando y lo saqué a bailar. Solo pensé “para que se le quite la seriedad” y nos quedamos platicando un buen rato, estuvimos toda la noche juntos y ahí mismo elegimos una fecha para vernos.

T: No iba negado, pero tenía claro que había un capricho de nuestros papás. Luego pusieron un video de Mía en una pantalla enorme y lo único que pensé fue “no le voy a hablar, esta niña está subidísima después del video” [risas], pero pasaron 15 minutos y ella llegó para sacarme a bailar, bailamos una, me regresé a la mesa y poquito tiempo después volvió por mí y dije “bueno ya, vamos a darle chance” [más risas]… Al inicio soy un poco serio y tímido, pero la verdad es que Mía es muy natural y eso logró abrir esa parte de mí; me dio confianza.

M: Pues la verdad es que sí es muy serio y luego tiene cara de pocos amigos, entonces lo primero que llegó a mi mente fue eso, que era muy serio, pero ya después solo tomé el valor y lo saqué a bailar. Claramente yo no sabía que no le gustaba bailar, pero lo logró…

T: Fue muy natural. Después de la fiesta de su papá, todos los invitados nos fuimos a un antro y ahí le pregunté cuándo tenía libre y quedamos de vernos dos semanas después de ese día.

T: Iba a venir yo a Ciudad de México, ya teníamos organizado todo, pero a la mera hora me dijo que los habían contratado para cantar en una boda y justo era en Querétaro, entonces terminó yendo ella a verme a mí, nos vimos un día antes y ya al otro día fui al concierto.

M: Sí, el día antes a la presentación fuimos a una corrida de toros. Eso hicimos en nuestra primera cita.

T: Es muy tranquilo, muy relajado. A mí me gusta mucho darle ese respeto, sin embargo, él es súper jovial y así ha sido desde el día en el que lo conocí.

M: Lo que yo vi sobre su relación es que sabían trabajar en equipo. Son unos grandes papás porque ambos saben cómo funcionan el uno con el otro. Además, sin duda, la comunicación y la comprensión son dos aspectos muy importantes.

M: Para mí, lo directo que siempre fue conmigo. Desde el principio todo fue sin juegos, las cosas se dieron como tenían que ser y eso me dio la certeza de que no está jugando conmigo, me dio esa seguridad de que esto era real porque él iba a hacer que fuera real.

T: En mi caso, ver cómo llegó ella a hablar con gran naturalidad fue impresionante. Además, creo que también su sencillez, porque justo después de haber salido en una pantalla enorme y luego de que todo el mundo le aplaudiera, nada de eso le afectó y fue una niña muy natural que me sacó a bailar y con la que no dejé de platicar.

M: Sí, son cosas que me enseñaron desde muy pequeña. Siempre mis papás me dijeron que era muy importante mantener los pies en la tierra, porque tener una profesión distinta o no tan común como las otras no significa que seas más importante.

M: Pues mira [risas], yo no iniciaría una relación si no me viera a largo plazo con esa persona, entonces yo en un futuro –si Dios nos lo permite– espero que esto sea una familia, tener en él un esposo.

T: Yo también creo lo mismo.

M: Mi mamá siempre me invita a disfrutar cada momento, cada proceso. También me pide que me dé cuenta que ninguna relación es perfecta, que no siempre va a ser felicidad y amor, porque como en toda relación humana, existen obstáculos y momentos difíciles, pero creo que esa es la manera en la que te das cuenta que ahí es, porque estás dispuesto a pelear por esa relación y hacerlo juntos.

T: ¡Su mamá! [Risas] De verdad, los únicos consejos de amor que he recibido son de ella. También a mí me pide que disfrute mucho de todo lo que vivimos juntos.

T: Viene directamente del caballo. Yo creo que he pasado más tiempo de mi vida montado en un caballo, que abajo. Desde niño practicaba salto y llevo 10 años entrenando estrictamente en el rejoneo, pero todo fue por coincidencia, pues compramos un caballo que había sido de un rejoneador y, entre juego y juego, en 2015, cuando yo tenía 11 años, tuve mi primer festival.

T: Es un conjunto de emociones que ninguna otra actividad y en ningún otro momento de la vida se puede sentir. Son muchas cosas al mismo tiempo; es adrenalina, euforia, felicidad, miedo, ansiedad… Son muchas emociones al mismo tiempo y también todo lo tienes que controlar, porque estás ahí, en el presente.

T: Pues ya llevo haciéndolo de manera profesional desde hace cinco años y este creo que es uno de los más importantes, porque en noviembre se viene la alternativa y seguramente también vamos a poder estar en la México, y bueno, si la vida nos lo permite, en un par de años vamos a estar en tierras europeas representando a México.

M: Sobre todo, mucha emoción. Ya llevábamos mucho tiempo saliendo, ya éramos novios, por lo que sabía la pasión y la dedicación que tiene por su trabajo y su arte, así que sentí mucha emoción y un gran orgullo.

M: Sí, claro, y del día uno a ahora va aumentando el nivel de nervios. Tengo un rosario que me regalaron y siempre que estoy en las corridas lo tengo; hay algunos momentos en los que me doy cuenta que lo estoy estrujando muy fuerte y pienso que lo voy a romper.

T: Durante el primer mes que salimos, Mía tuvo tres presentaciones y yo andaba con ella para todos lados… La verdad es que es una sensación preciosa poder presenciar que alguien que quieres tiene un gran talento y poder ver cómo se desarrolla en esta carrera. En pocas palabras me dejó con la boca abierta.

M: Sí, ya está escrita una canción. Quiero que sea sorpresa, así que no les contaré mucho, pero vienen muchas cosas que me emocionan mucho.