Con el compromiso de Ale Capetillo vinieron las reacciones de sus seres queridos. Con el mismo sentimiento con el que tomaron la noticia sus amigas, entre ellas Nicole Peña, una de sus inseparables desde el colegio, Eduardo Capetillo, papá de la novia, también se conmovió al hablar de la próxima boda de su hija. Durante su primer encuentro con la prensa, tras anunciarse el compromiso, el actor y cantante no pudo evadir las preguntas relacionadas con este tema que lo emociona hasta las lágrimas.
Así se enteró del compromiso
Sin duda, debido a la personalidad del papá de la novia, un caballero que siempre antepone la formalidad, había mucha curiosidad en torno a su reacción al sorpresivo compromiso matrimonial de su hija. Debido a que Ale no ha compartido todos los detalles de su romántica pedida de mano, en Granada, fue Eduardo quien, entre lágrimas, contó cómo fue, pues, aunque estaban en México, Nader, su yerno los hizo partícipes de sus planes desde el inicio: “Me pidió mi bendición, así me dijo y le dije: ‘Hijo tienes mi bendición y todo mi apoyo’”, recordó con la voz entrecortada.
Frontal, Eduardo confesó que la nacionalidad de Nader, el prometido de su hija, no es un tema importante en su familia: “Yo no sé cómo les vaya, espero que muy bien, pero esos detalles hablan muy bien de él como ser humano eso. Nos da igual la nacionalidad, si es de aquí o de allá, mientras ella esté feliz” y en cada paso que doy ayudándole a mi nena con la organización, le digo: ‘Consulta a Nader, ¿él quiere una boda con caballos?, ¿él quiere que sea una boda con charros?’. Le pido que lo meta a la ecuación, porque son una pareja”, explicó.
¿Por qué lloró?
Aunque intentó disimular la emoción que le provoca este acontecimiento en su vida, Eduardo no pudo evitar derramar algunas lágrimas pensando en Ale, la primera hija que entregará en el altar: “Sí sé que me pasa, es la edad, a mis 54 años empiezo a estar muy sensible, la siento lejos, siento este compromiso… ya se me está haciendo el nudo en la garganta, se está apoyando mucho en mí mi nena, me habla diario, con la diferencia de horas me pegó unas desveladas que ahí te encargo, pero ahí estoy al pie del cañón”, contó el actor y cantante, quien será pieza clave en la organización de la boda que, todo apunta, se realizará en México.
El cómplice de la novia
Con amor y paciencia, Eduardo es el principal cómplice de la novia en nuestro país: “Lo que le digo yo a mi hija es disfrútalo y suéltalo, porque va a acabar pasando lo que Dios quiera, nosotros podemos ser organizadores hasta un punto, de ahí para delante, déjalo en manos de Dios”. Sobre su papel como padre de tres adultos, dijo: “Los hemos dejado volar con sus propias alas, confiando en que lo que tengan que vivir, va a ser siempre por su bien. Son mi tesoro, mi esposa, mis hijos, mis hijas, mientras ellos me amen en la casa, eso es lo que me importa”.