Con la emblemática Torre Eiffel como escenario, Céline Dion fue el broche de oro en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024. La cantante canadiense hizo un triunfal regreso en público al interpretar desde la parte media del monumento el tema Hymne à L’amour, de Édith Piaf.
Elegante y con una voz impecable, Céline lució un ceñido vestido blanco, firmado por Dior, que deslumbraba con el brillo de miles de perlas, más de mil 600 pies de flecos y con un diseño de manga larga y cuello alto. La intérprete llevó un clean look con el cabello recogido por completo, dando protagonismo a su rostro y a los aretes largos que enmarcaban sus facciones.
Debajo de los aros olímpicos que desde hace semanas decoran a 'La Dama de Hierro', Céline se lució junto a un pianista que la acompañó en su presentación, una de las más sonadas y esperadas por el público.
La presentación de Céline Dion conmovió a muchos porque a finales de 2022 anunció su retiro parcial de los escenarios luego de revelar que padece el síndrome de persona rígida, una enfermedad contra la que ha luchado con mucha valentía, tal como lo mostró en su documental I Am: Céline Dion. Esta noche, llena de luces, ilusión y una colorida fiesta, los síntomas de Céline estuvieron ausentes.
Para ella, este es un sueño hecho realidad en diferentes niveles. Primero por volver a cantar frente a su público, además de interpretar una canción icónica en un evento de tal importancia. Pero lo que más deseaba era volver a ver la Torre Eiffel, justo como lo compartía meses atrás en una entrevista con Vogue.
"Tengo esta enfermedad por alguna razón desconocida. A mi modo de ver, tengo dos opciones: o trabajo súper duro, o se acabó y me quedo en casa. He elegido trabajar con todo mi cuerpo y alma, con un equipo médico. Quiero ser lo mejor que pueda ser. ¡Mi objetivo es volver a ver la Torre Eiffel!", aseguró.
De regreso al trabajo que tanto ama
Esta semana iniciaron los rumores de que Céline Dion sería parte del talento en el gran evento de los Juegos Olímpicos. Días atrás ya se le podía ver recorriendo las calles de París y visitando el famoso Museo del Louvre, así como saludando a sus fans a las afueras de su hotel.
Según reportes de TMZ, la originaria de Canadá habría cobrado dos millones de dólares por esta presentación que pasa a la historia de los Juegos Olímpicos.