El pasado fin de semana se dio a conocer el sensible fallecimiento de Shannen Doherty, de 53 años, quien llevaba un largo tiempo lidiando contra el cáncer. La actriz de Beverly Hills, 90210 fue siempre muy transparente respecto al duro proceso que enfrentaba, y hace apenas unos meses compartió que la enfermedad había llegado ya a su cerebro. Consciente de su poco esperanzador panorama, la intérprete quiso dejar todo arreglado para el momento en que se despidiera para siempre, incluidos los pormenores de su funeral.
Shannen reveló hace unos meses en su podcast Let’s Be Clear que solo quería que asistieran a su funeral las personas que genuinamente lamentaran su partida. “Hay muchas personas que creo que se presentarían y que no quiero allí. En realidad, no les agrado, y tienen sus razones”, expresaba en abril.
Para dicho fin, la actriz que dio vida a Prue en la serie Charmed se dio a la tarea de encomendar a su amigo y albacea Chris Cortazzo una lista de asistentes para su despedida, la cual quería que fuera “un festival de amor” y no de hipocresía. “Aborrezco la falsedad y no soporto a las personas que fingen que estar muy arrepentidos de cualquier cosa mala que hayan dicho sobre ti”, expresó entonces.
Su madre, su principal preocupación
La actriz también confesó en su podcast que otra de las razones para organizar ella misma su funeral era facilitarle las cosas a su madre, Rosa Elizabeth Doherty. “Mi prioridad en este momento es mi mamá, sé que será difícil para ella si muero antes que ella”, expresó en su momento. “Ya que va a ser muy difícil para ella, quiero que otras cosas sean mucho más fáciles. No quiero que ella tenga un montón de cosas con las que lidiar. No quiero que tenga cuatro unidades de almacenamiento llenas de muebles”, dijo, y reveló que había optado por ir vendiendo algunas de sus pertenencias.
“Ninguno de nosotros necesita realmente todas las cosas que tenemos. Y a todos nos vendría bien una pequeña reducción de cosas y no ser la acaparadora en la que me estaba convirtiendo con todos mis muebles”, admitió.
Shannen compartió también que había viajado a su casa en Tennessee para empacar sus cosas pues, dadas sus circunstancias, había decidido dejar esa propiedad, así como sus planes de criar caballos en ella.
“Fue muy duro y muy emotivo porque, hasta cierto punto, sentí que estaba renunciando a este sueño de construir esta propiedad y de poner una casa para mí y una casa para mi mamá (allí), y luego ampliar el granero”, dijo Doherty. “Pero sabes qué es lo correcto y que te dará una sensación de paz y calma porque estás ayudando a las personas que dejas atrás a tener una transición más limpia y sencilla”, dijo.