A poco tiempo de celebrarse el Día del Padre en México, Gabriel Soto protagoniza junto a sus hijas, Elissa Marie y Alexa Miranda, de 15 y 10 años, respectivamente, este reportaje especial, efectuado en el Hotel Brick de la Ciudad de México. El actor nos permite conocer muy de cerca el papel más importante que ha desempeñado en su vida: el de padre.
“Mis hijas son mi vida entera y, aunque comparto poco de esta faceta en las redes, me emociona que la gente conozca esta parte de mí, que es fundamental” -Gabriel Soto-
Gabriel, ¿qué significa para ti ser papá?
Mis hijas son mi vida entera y, aunque comparto poco de esta faceta en las redes por motivos de seguridad, me emociona que, a través de estas páginas, la gente conozca esta parte de mí, que es fundamental.
¿Cómo recuerdas el día en que las tuviste en tus brazos por vez primera?
Son los momentos más mágicos que he vivido a lo largo de mis casi 50 años. Siento que es como entrar en otra dimensión espacio-tiempo. Recuerdo perfectamente el nacimiento de cada una de ellas: Elissa nació por cesárea y con Miranda el parto fue natural con trabajo de parto desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde.
Ahora que ambas ya no son bebés, ¿cómo ha cambiado tu forma de paternar?
Ha evolucionado, y es muy bonito ver cómo mis hijas se han vuelto personas independientes que adoptan su propia personalidad. Se van convirtiendo en tus amigas. Sobre todo, Elissa, ya una adolescente, se ha convertido en mi mejor amiga porque puedo hablar con ella de otros temas. Ha sido bien bonito disfrutar cada una de sus etapas, desde que nacieron hasta que van convirtiéndose en adultas.
¿Te ha costado dejarlas comenzar a volar por sí mismas?
Hay que soltar y darles la seguridad y la confianza que necesitan para ejercer su libertad.
Eres un papá muy presente. ¿Alguna vez te has perdido un momento importante por exigencias de tu trabajo?
No, gracias a Dios. Siempre he estado en los momentos especiales, como sus cumpleaños o sus Primeras Comuniones. Sí me he perdido un par de eventos de la escuela, pero nada tan importante para ellas. Y me los perdí no porque quisiera, sino porque tenía que trabajar. Me considero bendecido y afortunado de poder estar presente en los principales momentos de sus vidas.
¿Qué extrañas de cuando Elissa y Miranda eran bebés?
Lo apapachables que eran. Ahora Elissa de repente me dice: «¡Ya papá!». Y aunque cada etapa tiene su magia, cuando las recuerdo de bebés y pienso en las gracias y los gestos que hacían, es lo que más extraño.
¿Cuál es el momento en el que, como papá, has sentido más miedo?
El miedo más grande siempre es que les pase algo malo a mis hijas. Creo que lo sentí más una vez que Miranda se cayó: como no metió las manos, se partió el labio y se lo tuvieron que coser, pero para eso necesitaban sedarla; esa fue la ocasión en la que más miedo he tenido. Me siento totalmente bendecido y afortunado de tener dos hijas sanas porque la salud no tiene precio y es lo más valioso que puede haber.
Tu mejor recuerdo con Elissa...
Las pláticas que tenemos últimamente son lo que más recuerdo. Cuando puedo salir de vacaciones con ellas, nos vamos a la casa de Acapulco, y esos momentos son los mejores. Es el templo familiar y, tanto para ella como para mí, es un lugar sagrado.
Y con Miranda...
Miranda es una bala, me hace reír de una manera impresionante porque tiene una espontaneidad fabulosa.
Tus hijas están creciendo a la par de la tecnología. ¿Qué precauciones tomas al respecto?
Es complicado, sobre todo con Elissa, que ya es más grande y tiene acceso a más cosas. Con Miranda estamos revisando lo que ve, limitamos el tiempo que puede pasar en el teléfono. Y evito que tengan acceso a las redes sociales. Además, intento hablar mucho con ellas.
Elissa tiene 15 años. ¿Ya te ha tocado verla ilusionada por algún chico?
Tanto así, no. De hecho, ahorita está viviendo su primer amor y la veo muy contenta e ilusionada. Siento que esta experiencia la ha hecho crecer. El chico con el que sale es supereducado, deportista y amigo de la familia. Siempre le digo a Elissa: «Del primer novio que pudiste haber escogido, él es el mejor».
¿No te descubriste sintiendo celos?
No, mientras vea a mis hijas contentas, voy a estar feliz por ellas. Evidentemente, sí es raro saber que tu hija está viviendo su primera relación y verla tomada de la mano de alguien.
¿Cuáles son las mayores virtudes de cada una?
Elissa es una chica sumamente sensible, es muy intuitiva; Miranda es superespontánea, divertida y tiene una energía que nunca para. Pero creo que la mayor cualidad de mis dos hijas es que son emocionalmente inteligentes y personas buenas, de corazón noble y bonito, que se preocupan por los demás.
¿Qué aprendiste de tu papá que ahora pongas en práctica con tus hijas?
La cuestión académica. Mi papá me exigía sacar buenas calificaciones, así que yo procuro que mis hijas estudien y tengan un buen promedio. La segunda cosa —y en eso soy un poco más «barco»— es la disciplina en el deporte. A mí no me dejaban faltar a mis clases; pero, si ellas me piden no ir, yo las dejo.
Has sido una gran influencia en el tema deportivo...
Sí, el deporte te cambia la mentalidad, la percepción de muchas cosas y la motivación ante la vida. Ellas toman distintas clases, incluso practicaron box. Lo entienden perfectamente y conocen la labor que tengo con mi fundación. ¡Les encanta!
¿Les ves interés en seguir tus pasos en la actuación?
Elissa tuvo una participación en una novela durante la pandemia mientras tomaba clases en línea. Aunque lo hizo muy bien, no le gustó porque vio que es un trabajo con horarios complicados y llamados extenuantes. Miranda dice que sí y le gusta, pero no quiere dedicarse a esto.
¿Cuál es el festejo del Día del Padre que recuerdas con más ilusión?
Todos, casi siempre hacemos lo mismo: nos vamos a comer, me apapachan... Pero lo más bonito es que en cada Día del Padre me escriben cartas, mi más grande tesoro. De hecho, enmarqué la última que me dio Elissa por mi cumpleaños.
Echando un vistazo atrás, ¿cuál fue el primer «papá» que hizo vibrar tu corazón?
Es de las cosas más maravillosas. Con Miranda toda la etapa de bebé fue muy divertida, y Elissa siempre fue muy cariñosa. No recuerdo el momento exacto de eso, pero sí la primera vez que caminaron: con Elissa fue en Los Ángeles y con Miranda, en un festival de la escuela.
Gabriel a los ojos de su mejor amiga, Elissa
Elissa, ¿qué admiras más de tu papá?
Su amabilidad. Es muy lindo con la gente y comparte una «vibra» muy bonita con todos a su alrededor.
¿En qué te pareces a él?
Además del físico, somos muy parecidos en la personalidad: siempre entendemos lo que quiere decir el otro. La verdad, creo que soy su minicopia.
¿Qué sientes de saber que él te considera su mejor amiga?
Él también lo es para mí. Ahora que podemos platicar de más temas, hemos formado una relación muy bonita. Conectar con él para mí es lo más especial.
Tu papá nos adelantó que estás viviendo la magia del primer amor...
Sí, yo le cuento todo. Él siempre está ahí para escuchar, aunque a veces no sepa qué decirme.
El Superhéroe de carne y hueso de Miranda
Miranda, ¿por qué tu papá es tu superhéroe?
Porque es muy trabajador y hace muchas cosas por nosotras.
Nos contó un pajarito que como a tu papá, también te gusta el box
Sí, tengo dos boxeadores favoritos: «Canelo» y Óscar Duarte, que trabaja con mi papá.
¿En qué más te pareces a él?
Ahorramos mucho, somos amables y físicamente tengo su nariz y sus ojos.
¿Cuál será su regalo para el Día del padre?
Una carta y muchísimo amor.
Créditos
Texto: Gaby Luna
Fotos: Jaime Martín
Editoras: Chiara Primatesta y Liliana Delgado
Maquillaje y Peinado: Christian Briseño Team
Estilismo: Samia Ruiz
Locación: Brick Hotel
Edición Video: Daniel Neira
Social Media: Amellaly Morales