Más allá de sus éxitos sobre los escenarios, consolidado como uno de los cantantes más reconocidos de México, Alejandro Fernández sabe que su familia es la prioridad. El Potrillo no solo disfruta ver a sus hijos desarrollarse en sus respectivos ámbitos profesionales, pues también la realización personal de los mismos es su mayor alegría. A pesar de lo complicado que pueda ser verlos dejar el nido familiar, los apoya y los respalda en todo, así lo ha confirmado Camila Fernández, quien ha hablado de la gran relación que tiene con su padre y cómo este ha vivido el proceso de verlos independizarse.
Camila asegura haber abierto camino a sus hermanos
Amable como suele ser, Camila se sinceró sobre lo que ha implicado para ella entregarse a su trabajo. A la par, haberse casado y formar una familia, también le ha permitido trazar su propio camino. Sin embargo, independizarse de esta manera, al ser parte de una dinastía musical que se mantiene siempre unida, no ha sido un asunto sencillo, especialmente para El Potrillo, según revela. “Sí, separamos mucho lo profesional con lo familiar. Es mejor quedarnos como familia que somos y amarnos como familia que somos y lo profesional cada quien, siento yo...”, dijo la joven en una charla concedida a Venga la Alegría.
Camila asegura que gracias a sus inquietudes y a las decisiones que ha tomado, también pudo brindar, de alguna manera, una posibilidad distinta a sus hermanos, Alex y América, quienes han emprendido el vuelo en busca de conquistar sus sueños. “Yo abrí camino para todos mis hermanos, y a mí pues sí le costó más, la verdad, pero ya los demás no, ya a los demás les fue muy bien...”, explicó durante la charla.
La reacción de El Potrillo al ver a su hija lejos de casa
A partir de que Camila tomó la decisión de enfocarse en su carrera como cantante, su padre Alejandro la apoyó, aunque también extrañó no tenerla cerca cuando en ocasiones la joven comenzó a ausentarse de las convivencias familiares por ese motivo. “No me decía que no pero sí me decía: ‘No, pues te perdiste esto porque andabas ahí, porque quieres’, y yo (le decía): ‘Sí, papá, fíjate que estoy trabajando’...”, explicó. Aunado a eso, su vida como mujer casada y como mamá de la pequeña Cayetana, también ha sido parte de la nueva rutina en la que se involucró de unos años a la fecha.
Gracias a su experiencia involucrada en estas dinámicas, Camila ha podido comprender a su padre, pues cuando ella y sus hermanos eran pequeños solían extrañarlo cuando él estaba fuera de casa por motivos de trabajo. “También él entiende, en algún nivel, porque él pasó lo mismo con nosotros, se perdió cosas por andar ahí trabajando y pues la filosofía es: ‘Trabajo es trabajo’...”. De hecho, Camila recuerda que a ella misma le ha ocurrido estar en esa situación. “Ya me tocó, ya me he perdido algunas cosillas que no me gustó, la verdad, y sí la sufrí pero terapia es seguir trabajando la conexión con mi hija, que sea irrompible, que nada lo pueda romper...”, explicó.