La familia de María Celeste Arrarás aún se recupera de la sentida y repentina pérdida de Raúl Quintana, quien fuera pareja de la periodista y una importante figura en la vida de sus hijos Julián, Lara y Adrián. Por ello, en su reciente visita a la Ciudad de México, decidieron honrar su memoria encendiendo una vela muy especial en la Basílica de Guadalupe, el santuario católico más importante de la capital mexicana.
Desde hace unos días, María Celeste y sus hijos se encuentran de visita en México, tomando como punto de partida San Miguel de Allende, en Guanajuato, a donde llegaron para celebrar la boda de Carlos Adyan y su esposo, Carlos Quintanilla.
Después de un fin de semana lleno de amor, la familia ha continuado con su aventura mexicana en la capital del país, en donde también visitaron museos y se deleitaron con los puntos turísticos de los que se llevan un lindo recuerdo.
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María Celeste Arrarás, una mujer de fe, no quiso regresar a casa sin antes visitar el hogar de la Virgen de Guadalupe. Su parada en la Basílica de Guadalupe estuvo plagada de emociones, no sólo por apreciar la arquitectura de la iglesia y por la historia y el significado de la “Madre” de los mexicanos.
En su corazón, la periodista llevaba una petición especial para la Virgen, a quien le encendió una vela en honor a su pareja, Raúl Quintana, quien falleció a principios de mayo a causa de un infarto.
“Te pedimos por él”, son las palabras que María Celeste compartió en sus historias, además de un corazón rojo y sobre una imagen muy de cerca de la Virgen que, el 12 de diciembre de 1531, apareció ante Juan Diego en el cerro del Tepeyac, justo en donde fue construida la iglesia.
Este golpe para la familia sucedió de manera repentina, mientras María Celeste se encontraba viajando a Madrid, tal como lo contó en exclusiva a HOLA! Américas, una sincera charla en la que abrió su corazón en este difícil momento.
Llena de fe, recorrió junto a sus hijos los lugares más bellos y naturales en el cerro del Tepeyac, de donde se lleva una inspiradora lección histórica así como fotos muy especiales para sus recuerdos.
Lara resaltaba entre los jardines y los templos que conoció en esta visita tan especial.
El viaje a la Ciudad de México continuó por otros puntos importantes, como el Museo Nacional de Antropología. Impresionados con la belleza del lugar situado a sólo unos pasos del Bosque de Chapultepec, María Celeste y sus hijos admiraron un poco de la historia de este país que los ha dejado impresionados.
Entre historia y piezas del legado arqueológico de los pueblos de Mesoamérica, todos posaron para una linda postal familiar.
La belleza del país también la encontraron en sus calles, como una muestra de los voladores de Papantla, que desde hace años, domingo a domingo, realizan la ceremonia prehispánica a las afueras del Museo Nacional de Antropología.
De ahí partieron hacia el Jardín Botánico, en donde apreciaron plantas y flores de diversas partes del país.
Y continuaron su recorrido por el icónico Castillo de Chapultepec que, a lo largo de su historia, también fue hogar de Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota. Hoy es uno de los museos más visitados de la capital.
También se dirigieron al Zócalo Capitalino, en donde apreciaron la Catedral Metropolitana.
En las calles encontraron esa vibra tan alegre que caracteriza a los mexicanos, y aprovecharon para tomarse una foto con una botarga disfrazada de ElChavo del Ocho.
En sus días en la ciudad, también visitaron el Museo Frida Kahlo.
Ahí pudieron recorrer la que fuera casa de la artista, observando objetos personales de Frida.
No sólo fueron testigos de las obras de Frida y su técnica para pintar algunos de sus cuadros, también vieron de cerca los vestidos que son tan famosos a nivel internacional.
En medio de la ola de calor que impacta a México, los jardines de la casa de Frida Kahlo aportaron un toque de frescura en el recorrido que la familia aún tendría por delante.