Jessica Delgado, la metereóloga de Univision, se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la cadena por la entrega y esmero que pone en su trabajo. La periodista, quien en agosto próximo cumplirá dos años como parte de Despierta América, pone el corazón en cada una de las emisiones en las que participa con la finalidad de mantener informado a su público, así como lo ha hecho desde sus más de 10 años en los medios. En el camino, muchas cosas han quedado en el tintero, en específico su faceta más personal. Este 2024, ha decidido dar un paso adelante y usar la tecnología a su favor, congelando sus óvulos. Si bien no hay prisa por convertirse en madre, la comunicadora de raíces venezolanas es consciente de su contexto al recién haber cumplido 35 años y no tener una pareja, por lo que, siguiendo el consejo de su doctor y de sus amigas más cercanas, ha optado por someterse a este proceso, el cual es cada vez más común.
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En entrevista con HOLA! AMÉRICAS, Jessica Delgado nos compartió esta nueva etapa en su vida con miras a poder ser madre más adelante, en cuanto llegue el hombre ideal, ese con el que formará una familia. Además de conversar sobre esta faceta de su vida, Jessica también quiere que su historia llegue a todas esas mujeres que, como ella, están enfocadas en su desarrollo personal y profesional, pero que al mismo tiempo tienen el anhelo de ser mamás algún día.
“Es una de las decisiones más importantes que he tomado en mi vida, sin duda es esta. Quiero compartir mi historia porque siento que no se habla mucho de esto”, nos revela Jessica Delgado.
Jessica Delgado nació en Venezuela y a los 12 años ella y su familia se mudaron a Estados Unidos, específicamente a Miami. Ahí empezó a hacer su vida y cursó sus estudios en Periodismo y Relaciones Internacionales en la Universidad de Miami. Al concluir sus estudios universitarios, se trasladó a la Universidad Estatal de Mississippi para realizar un posgrado en Ciencias Atmosféricas y Meteorología. Desde muy joven comenzó su carrera en Phoenix y Chicago como experta en el clima y fue en agosto de 2022 cuando su trabajó en Despierta América le permitió volver a su epicentro: Miami. Con un trabajo estable en la ciudad en la que radica su familia y con la convicción de lograr un día su sueño de ser mamá, Jessica tomó la decisión y tras un procedimiento médico, logró su cometido. Ahora todo está en manos de Dios, a quien se ha encomendado para que el destino haga lo suyo y ponga en su camino al hombre con el que algún día pueda formar una familia.
“Ya estoy en la ciudad donde quiero estar. Pero tengo 35 años y el reloj biológico sigue andando y a mi príncipe azul como que se le perdió el GPS (risas)”, contó sobre el contexto en el que tomó la decisión de congelar sus óvulos.
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En este momento de tu vida, ¿cómo te encuentras? ¿Por qué decides tomar esta decisión?
En este momento en mi vida me encuentro en el trabajo de mis sueños. Estudié periodismo y relaciones internacionales y luego hice un posgrado en metereología. Viví en distintas ciudades, trabajé en mercados grandes del país. Mi sueño siempre fue regresar a casa a Miami, fue la ciudad donde crecí, soy venezolana. Me he dedicado en cuerpo y alma mi trabajo y a mi carrera. Y ahora, en este año, que me estoy realizando profesionalmente y estoy en el trabajo de mis sueños, que es ‘La Casa Más Feliz de la Televisión Hispana’, que es ‘Despierta América’, pues digo: ‘Ya estoy en la ciudad donde quiero estar. Pero tengo 35 años y el reloj biológico sigue andando y mi príncipe azul como que se le perdió el GPS’ (risas). Entonces, yo digo: ‘Tengo que ser proactiva y tomar ventaja de los avances de la ciencia’. Comencé a platicar con amigas. Platiqué con mi doctor y le comenté sobre la incertidumbre que tenía.
Entonces, me dijo: ‘Bueno, yo te sugiero que congeles tus óvulos, porque después de los 35 años, la calidad y la cantidad de los óvulos comienzan a decaer de manera significativa. Así que estás justo a tiempo, no estás tarde. Aprovecha y hazlo’.
Es un tema del que casi no se habla, ¿por qué decides compartirlo?
Los medios son una plataforma para comunicar y para dejarle saber a las mujeres que no están solas, que hay miles de mujeres. Al año, 25 mil mujeres se realizan este procedimiento, pero poco se habla de ello. Yo quiero ser proactiva y compartir mi experiencia porque para mí lo más importante algún día es formar mi propio hogar. Desde pequeña siempre he tenido ese instinto materno; yo jugaba con la muñeca, la peinaba, la ponía a dormir. Después me convertí como en la niñera de la cuadra de mi vecindario. Y ahora tengo una hermanita de cinco años, y ella es como que me hace estar consciente de ese instinto.
Entonces, ese sueño lo quiero cumplir y sé que, al congelar mis óvulos a mis 35 años, tengo una tranquilidad y una paz interior, porque si llega mi ‘príncipe’, puedo usarlos o no, y por cualquier cosa tengo una reserva. Entonces, el doctor me sugirió: ‘Primero, cuando ya encuentras la persona indicada, puedes intentar naturalmente. Si no puedes concebir, entonces ya y puedes usar esos óvulos de reserva’.
“Entonces, ese sueño lo quiero cumplir (el de ser madre) y sé que, al congelar mis óvulos a mis 35 años, tengo una tranquilidad y una paz interior”, confiesa.
Todo procedimiento médico tiene su complejidad, ¿para ti qué fue lo más desafiante?
Primero, le tengo pavor a las agujas. Y cuando me dijeron que eran dos semanas de tratamiento de hormonas de crecimiento para estimular mi reserva ovárica, tenía que inyectarme yo solita todas las noches. Eso para mí como que fue…Y luego, antes de hacerlo, conversé con varias mujeres y conocidas y de hecho, amigas, y me contaban que se deprimieron mucho, que estaban súper tristes. ‘(Me decían) prepárate, Jess, porque no sabes, o sea, vas a ver un árbol y te vas a poner a llorar’. En mi caso, yo como viví en Chicago, estuve rodeada de mis amigas allá, les dije: ‘No me dejen sola, porque no sé cómo esté mi estado de ánimo’. Pero yo durante el tratamiento no estuve triste, estaba feliz, porque es algo con lo que sueño, es algo para lo que me preparé mentalmente desde varios meses.
De entrada, comencé con la alimentación. Siempre me hago mucho ejercicio, pero específicamente evité el alcohol. Llevaba una dieta mediterránea porque yo quería que al momento de este proceso mi cuerpo estuviera lo más limpio y lo más sano posible. Entonces, me cuidé, lo único así difícil fue que, a mí me encanta hacer ejercicio todos los días y cuando comienzas el tratamiento, no puedes hacer ejercicio, ni durante ni hasta después de tres semanas.
Me volví una experta el tema de las inyecciones y ya mi miedo como que pasó a segundo plano. Me sentía súper inflamada. Ya la segunda semana los pantalones no me cerraban. El día de la extracción, ahí sí, recuerdo que fue un procedimiento muy simple, fue ambulatorio, sin ningún corte, tardó unos 20 minutos. Cuando desperté, lo primero que pregunté fue cuántos óvulos habían logrado extraer. Me dijeron: ‘¡Ah! Sacamos 10’.
Eso sí, después del proceso, tenía muchísimo dolor. Entonces, como por una semana estuve así súper adolorida, el caminar me molestaba un poco. O sea, yo creo que después de la cirugía para mí fue lo más fuerte, porque tu cuerpo está sensible.
¡Qué buena noticia! Te extrajeron 10... ¿es algo positivo, no?
Bueno, me mandan a casa, resulta que al otro día me llaman y me dicen: ‘Jess, solamente de esos 10, solamente pudiste congelar cinco’. Y yo: ‘¿Por qué?’. Me dicen que solo cinco son viables para congelar. Ellos los extraen, les quitan un fluido y ya luego los ven en el microscopio y ahí es cuando deciden cuáles tienen mejor calidad para que se puedan congelar. Entonces, la ventaja de todo este proceso es que a mis 35 años puedo congelar esos óvulos indefinidamente y tienen la misma edad. O sea, si yo los quiero usar en tres años, es como si esos óvulos fueran de mis 35 años.
“Me volví una experta el tema de las inyecciones y ya mi miedo como que pasó a segundo plano”, dijo sobre el pavor que le tenía a las inyecciones, pero que con este proceso logró dejar atrás y enfocarse en lo importante.
¿De qué manera te ha apoyado tu familia en esta etapa?
Ellos están felices y me apoyaron desde el día uno. De hecho, mi mamá por esas fechas se fue de luna de miel. Estaba algo preocupada porque no estaría conmigo en el momento, pero al mismo tiempo, feliz porque eso también a ella le da tranquilidad y le da esperanza, porque ella sueña con ser abuela algún día. Siempre me apoyaron y me han dicho: ‘Dios se va a encargar de enviarte al hombre indicado y al hombre en el momento correcto. Tú no te desesperes, va a llegar, pero sí te apoyamos a que seas proactiva y que congeles tus óvulos y los tengas de reserva, porque después van a pasar los años y no lo puedes hacer y te arrepientas’. Entonces, desde el día que tomé la decisión, me han apoyado increíblemente. O sea, en todo momento mi mamá me llamaba, mi papá, mi hermano, mi cuñada. Amigas en Chicago me cuidaron, mis jefes... todos en mi círculo.
Justo hablabas de Dios. Me estoy acordando de Maity Interiano por ejemplo, que ella oró y pidió, se encomendó a la Virgen para hacer realidad su sueño de ser mamá. ¿Tú a quién te encomiendas?
Yo me encomiendo a Dios y a la Virgen, y sobre todo a la Virgen de la Esperanza, que es la Virgen que está embarazada. Porque yo soy católica, fui a un colegio católicas desde bien chiquita, pero siento que ambos tienen un gran poder y hay mucha fe. Entonces, yo siento que ambos guían mi camino, ambos decidirán quién será ese hombre. Obviamente, yo estoy lista, pero es cuando ellos quieran. Y se los pido todos los días, se los pido que ya no quiero seguir viajando más, ya estoy en la donde quería estar, al lado de mi familia, en el trabajo de mis sueños. Ahora lo único que me falta es formar mi hogar, que es lo que quiero cumplir.
En este camino de la fertilidad que recién comienza, ¿has soñado con un bebé? Porque luego pasa que anhelamos mucho algo y de pronto entre sueños, nos vemos con pancita o no sé, cosas por el estilo…
Yo creo que lo veo reflejado en mi hermana, porque ella tiene cinco años y yo recién el año pasado regresé a Miami y yo la veía cada vez que venía o por videollamada. Y ahora que vivo en Miami, la veo todos los fines de semana. Entonces, me pide que la peine, me pide que la maquille porque es muy coqueta. Le encanta ir de compras. Yo la complazco, la llevo a cualquier tipo de eventos, al cine… a todo. Entonces, yo creo que sí, yo ya me veo con niños. Mi sueño es tener gemelos. Más de uno, me encantaría. Además de mi hermanita, tengo mi perrito Paco, que son mis bebés. Entonces, tal vez de soñarlo todos los días y de verlo, lo veo reflejado en mi hermanita, cuando la veo. También veo que mis amigas ya están embarazadas o que dieron la luz, que tienen a su bebé, a la esposa de mi hermano, que está embarazada. Entonces, como que yo veo todo y lo siento. Y digo: ‘Es hora, es mi turno, mi turno, mi turno’.
Pero como dicen por ahí, ¿no? Tiempo al tiempo...
Sí, mira, yo estoy muy feliz porque yo creo que, como te comentaba, el ritmo de vida de hoy en día, de nuestra sociedad no es la misma que nuestros abuelitos o nuestros padres, que tal vez la maternidad era una prioridad. Ahora una prioridad es estar en el mejor puesto de tu trabajo, económicamente estable y tener a la pareja indicada. Entonces, yo creo que muchas mujeres, al igual que yo, estamos listas, pero no habíamos completado el rompecabezas. Entonces, poco a poco debemos trabajar por nuestros sueños. Hoy en día, soy una mujer independiente, con trabajo, me encanta estar en mi casa, me encanta cocinar y me encanta mi profesión. Pero los horarios de trabajo… tengo que madrugar. Todos los días me levanto a las tres de la mañana, me tengo que ir a dormir a las ocho de la noche. Entonces, también los horarios de trabajo no son como los más flexibles, tal vez como para conocer gente. Pero no me arrepiento, estudié lo que siempre quise. Y bueno, yo creo que estoy yendo hacia el camino correcto y estoy esperando a que la Virgen me mande a mi príncipe.
“Yo creo que estoy yendo hacia el camino correcto y estoy esperando a que la Virgen me mande a mi príncipe”.
El plan B de Jessica Delgado
Hablando más allá de la llegada de este hombre ideal, ¿has pensado en la posibilidad de llevar una maternidad como, por ejemplo, la de Sherlyn, que ella es mamá soltera?
Yo sí. La verdad que lo ideal sería formar una familia, pero si no llega, yo sí. Ya ahora que tengo mis óvulos, es bien fácil. Hoy en día tienes unos centros de donantes donde puedes elegir las características que quieres para tu hijo. Lo ideal sería que esto pasara con la persona con la que me enamore. Pero si no (pasa), claro que sí, es una opción que sí he contemplado. Entonces, pues sí, ese ya sería mi ‘plan B’.
Mi ‘plan A’ siempre ha sido encontrar esa persona con la que yo sienta que esté enamorada, que sea un hombre con muy buen sentido de humor, que sea un hombre familiar, que quiera formar una familia. Pero hacerlo sola tampoco me da miedo. De hecho, sí, me lo han preguntado varias amigas y les digo: ‘No quisiera pensar en eso, pero sí, si esa es la decisión que tengo que tomar, pues lo haría’.
¿Por qué crees que no ha llegado esa persona especial?
No sé (risas), pregúntaselo a él, yo creo que él está perdido, su GPS no funciona. Sí tuve relaciones cuando viví fuera, pero no se querían mudar a Miami, y Miami es donde yo crecí. Y para mí es importante estar con mi familia. Aquí tengo papá, abuelita, tíos, hermanos, todos están aquí, Siempre dije que me iba de Miami para seguir creciendo y aprendiendo en mi carrera, pero que mi sueño era regresar a Miami. Se me cumple ese sueño, después de 10 años estando fuera, trabajando en Phoenix y en Chicago, regreso a Miami. Yo creo que todo llega a su debido tiempo.
Arrancaste un 2024 con mucho movimiento por este proceso, ¿qué sigue para ti, algún viaje pendiente un proyecto personal?
Bueno, sí, siempre me ha encantado viajar, en realidad. Pero yo creo que este 2024 mi proyecto personal más grande es convertir... No, no convertirme en mamá, porque ya es muy pronto, porque primero tengo que conocer a la persona. Pero yo creo que seguir dando lo mejor de mí a nuestro público. Y sí, me encanta viajar. Yo soy de esas personas que de repente armo un viaje de la nada. Me encantaría ir a Asia, me encantaría ir a África, o sea, lugares así exóticos y obviamente que cuando ya se tiene familia es un poco complicado. Pero yo soy de esas personas que piensan y sueñan que el día que tenga mis hijos los quiero llevar a todos los lugares. Me encantaría viajar con mis niños y cada vez que me monto en un avión y veo a los niños empiezo a jugar con ellos y me encantan. Tengo ese instinto como que materno.
Y personalmente, bueno, todavía me falta muchísimo por seguir creciendo. Ahora viene la temporada de huracanes, creo que es una temporada muy fuerte para nosotros. Así que bueno, para los próximos meses estaré bien ocupada siguiendo los huracanes. Pero mi sueño de ser madre, creo que... Si me pones eso de meta de los próximos cinco años, allí está. Allí está ese sueño.