Para Ludwika y Dominika Paleta el 27 de abril siempre será una fecha sumamente sensible y nostálgica, pues un día como este, pero de 2011, se enfrentaron a una de las pérdidas más dolorosas: la de su madre, Bárbara Paciorek. Algo de lo que Dominika habló en un reciente mensaje que compartió en sus redes sociales, en el que habló de cómo ha sido su vida desde su partida y en el que recordó los momentos más especiales que vivió junto a ella, todo esto a propósito del 13 aniversario de la señora Bárbara.
A través de su perfil de Instagram, Dominika compartió dos imágenes de su infancia, en la que se le puede ver en momentos muy especiales cotidianos al lado de su mamá. Al pie de dichas imágenes, la actriz de telenovelas escribió unas palabras en las que habló de lo mucho que extraña su presencia física. “Hace 13 años nos despedimos. Hoy daría todo por sentirte, por abrazarte, olerte y escuchar tu voz...”, expresó conmovida.
Dominika continuó hablando de cómo tras su partida ha hecho frente a su ausencia, dejando en claro que aunque tiene todos los recuerdos que vivió junto a ella guardados en su corazón, su presencia física siempre le hará falta. “Me quedo con mis memorias y sabiendo que me cuidas, que me visitas en sueños, que te siento cerca en los momentos más importantes de mi vida… Aunque no dejo de extrañarte todos los días”, finalizó conmovida.
La admiración de Ludwika por su mamá
Durante la pandemia, Ludwika Paleta le concedió una entrevista a Mara Patricia Castañeda a quien le contó cómo fue que su mamá accedió a venir desde su natal Polonia a nuestro país, luego de que el papá de la actriz consiguió trabajo como violinista: “Llega con mi mamá y le dice: ‘Hay la oportunidad de irnos a México un año’, mi mamá le dijo: ‘Ni loca, te irás tú, yo aquí me quedo con mis hijas‘. Imagínate que hace 40 años, no se sabía nada de otros países tan lejanos, lo que sabías lo encontrabas en los libros, no teníamos información y México parecía un país demasiado lejano. Total, dice mi papá que se fue a echar un vinito con los vecinos en lo que mi mamá se alivianaba y cuando regresó, encontró a mi mamá dormida con un libro de México en el pecho. Al final nos venimos a México, veníamos por un año, mi papá llegó primero y dos meses después llegamos mi mamá y nosotras”, recordó.
Para Ludwika recordar la valentía de su mamá la conmueve, tal fue el entusiasmo con el que vino lo que la hizo sentirse siempre en casa: “Mi mamá venía con dos maletas y dos niñas chiquitas, con un sartén y unos cubiertos, no sabía cómo se iba a hacer de cosas y qué iba a encontrar aquí, no sabía nada. Yo ahora que lo pienso, me da tanta nostalgia y emoción pensar en esta mujer que se vino sin nada a buscar al marido, a probar suerte, a ver qué se podía conseguir para tener una vida mejor en otro país. Mi mamá se enamoró locamente de México y echó raíces muy pronto aquí”, reconoció. Conmovida hasta las lágrimas, la actriz destacó la gran labor de sus padres para hacer de su niñez una época inolvidable a pesar de las carencias que enfrentaron en Polonia: “Me conmueve tanto que mis papás se encargaron de que nunca nos diéramos cuenta… no quiero llorar, me da mucha emoción”, confesó.