Aunque hoy Anne Hathaway y su esposo, Adam Shulman, tienen una hermosa familia junto a sus dos hijos; el camino para convertirse en madre fue una dura experiencia. La actriz ganadora del Oscar abrió su corazón como nunca para hablar sobre los desafíos a los que se enfrentó por problemas de infertilidad, revelando que en 2015 sufrió una pérdida espontánea durante un embarazo previo a ser mamá.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Para todas las que están pasando por el infierno de la infertilidad y la concepción, quiero que sepan que para mí no fue una línea recta hacia ninguno de mis embarazos”, declaró Hathaway de forma muy empática durante una charla con Vanity Fair.
La complejidad emocional fue mayor para ella, ya que presentaba la obra de teatro Grounded, en la que interpreta a una piloto de combate que ve todo diferente por un embarazo inesperado. “En la obra tenía que dar a luz en el escenario todas las noches”, agregó sobre lo difícil que fue para ella interpretar a una mujer que daba a luz mientras en su vida personal sufría porque aquel sueño se desvanecía.
“Es muy difícil desear tanto algo y preguntarse si estás haciendo algo mal”, agregó, una de las frases con las que muchas mujeres se sintieron identificadas, pues al igual que ella, intentan formar una familia enfrentándose a los obstáculos de fertilidad.
Para la actriz de 41 años, las cosas salieron bien, pues hoy es madre de Jonathan, de ocho años; y Jack, de cuatro. Sin embargo, quedó en ella una gran lección que la llevó a compartir ese gran dolor que sentía de manera personal.
Las otras luchas de Anne Hathaway
Con sólo 19 años, Anne dio el salto a la fama con The Princess Diaries; y su carrera se fortaleció con The Devil Wears Prada, la cual la puso en la mira para otros exitosos filmes como Les Misérables, por el que en 2012 ganó el Premio Óscar a la Mejor Actriz de Reparto. Sin embargo, después de llevarse el premio a casa, su carrera parecía tambalearse por sus problemas de adicción al alcohol.
El nombre de Anne no era rentable entre el público en Internet, por lo que muchas empresas no querían trabajar con ella. “La clave es no dejar que te bloquee. Tienes que seguir siendo valiente”, expresa sobre cómo superó aquella etapa. Y aseguró que fue Christopher Nolan quien la salvó con una oportunidad en el cine que le cambió la vida.
Anne participó en Interstellar como la Dra. Amelia Brand. “No sé si sabía que me estaba apoyando en ese momento, pero tuvo ese efecto. Y mi carrera no perdió impulso de la manera en que podría haberlo hecho si él no me hubiera respaldado”, comentó en su entrevista, refiriéndose a Nolan como “un ángel” que llegó justo en el momento adecuado antes de que su carrera cayera en un punto sin retorno hacia el olvido.