El destino y el profesionalismo de Lili Estefan y Raúl de Molina se encargó de juntarlos hace 25 años en un programa de televisión sin imaginar el gran éxito que tendría y lo mucho que significaría para la televisión latina. A la par de todos estos años en la pantalla chica, El Gordo y la Flaca también vieron cómo cambiaba su vida personal, en especial cuando cada uno de ellos dio la bienvenida a la cigüeña.
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