Hace poco más de 15 años, Salma Hayek y François-Henri Pinault se convirtieron en marido y mujer, en un enlace al que ella misma oponía cierta resistencia. Sin embargo, la fecha estaba fijada, así que ella y el empresario francés celebraron una íntima boda en París en pleno Día de San Valentín, cuando su hija Valentina Paloma tenía casi un año y medio. Si bien en su momento hubo quien auguraba que este matrimonio no funcionaría, e incluso ponían en duda las razones de la actriz para casarse con el magnate de la boda, ambos han demostrado ser el uno para el otro.
“Después de 18 años juntos y 15 años de matrimonio, todavía haces que amarte sea fácil, divertido, profundo y fresco como una suave brisa. Feliz aniversario mi amor”, expresaba la actriz el pasado 14 de febrero al celebrar su aniversario con François-Henri.
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Salma y François-Henri se conocieron en abril de 2006 luego de que ella fuera invitada a la inauguración del Palacio Grassi, en Venecia, Italia, el cual fue adquirido por el empresario francés ese mismo año.
Al parecer el flechazo fue instantáneo, pues se reportó después que ambos se sentaron junto en la cena y que no se separaron ni un momento. Algunos no daban crédito a la buena química que tuvieron desde el primer momento, pues aparentemente no tenían mucho en común.
“Yo no era una fashionista. Estaba rodeada de fashionistas que se burlaban de mí porque no me importaba” contó hace años a The Edit de Net-a-Porter. “Y cuando empecé a salir con François, me decían: ‘¿Cómo has conseguido a este hombre? No te importa la moda’. ¿Sabes qué? Probablemente fue refrescante para él”, contaba.
Tras dos años noviazgo a distancia, pues ella vivía en Los Ángeles y él en París, Salma y François-Henri, decidieron dar un paso más en su relación. En marzo de 2007 la actriz confirmó su compromiso con el empresario, poco después de que anunciara que estaban esperando a su primer bebé en común. Valentina Paloma, su hija, nació en septiembre de ese mismo año.
Finalmente, Salma y François-Henri se casaron el 14 de febrero de 2009 en una ceremonia civil e íntima en París. Sin embargo, la intérprete mexicana ha confesado que tenía miedo en aquel momento y que prácticamente fue llevada “con engaños”, a un juzgado.
“Simplemente me llevaron a la corte”, recordó la actriz el año pasado en entrevista para la revista Glamour. “Mis padres, mi hermano, todos me estaban atacando. Tenía fobia a lo del matrimonio. Ni siquiera sabía que me casaría ese día… Fue como una intervención”, contó. “Luego, hubo un almuerzo en la casa de sus padres (de François-Henri). Mi suegra, que es la persona con más gusto cuando se trata de ser anfitriona, ya había estado preparando el almuerzo. No tuve elección”, contó.
Pese a sus dudas, Salma selló con broche de oro su matrimonio con el empresario al casarse con él en una boda religiosa en Venecia en abril de ese mismo año. Su hija Valentina Paloma se convirtió en la testigo más tierna en la ceremonia.
Su matrimonio no se ha librado de críticas, especialmente dirigidas a ella, pero a Salma no le importan, pues sabe que lo que hay entre ella y su esposo es realmente auténtico. “Cuando me casé con él todos dijeron: ‘Oh, es un matrimonio arreglado, se casó con él por dinero. Yo dije: ‘Sí, lo que sea, piensa lo que quieras’. Llevamos 15 años juntos y ya nada de esos comentarios me ofenden”, contaba en 2021 en una entrevista para el podcast de Dax Shepard y Monica Padman, Armchair Expert.
“Con mi pareja me siento libre. En ningún momento Francois me hizo sentir que mi trabajo y mis pasiones interferían en nuestro matrimonio. El pilar de nuestra relación es el respeto. Somos independientes, no buscamos la fusión, salvo breves momentos”, compartía el año pasado a Madame Figaro.