Más allá de su talento y carisma frente a las cámaras, Adamari López es una mujer cuya fortaleza y resiliencia la han convertido en una fuente de inspiración y ejemplo de superación para muchas mujeres. Uno de los desafíos más grandes que la vida le ha fue sin duda el cáncer de mama que le fue diagnosticado años atrás, y del que afortunadamente se recuperó. Aquella enfermedad dejó secuelas en su cuerpo, y tuvo que someterse a una operación que nunca había considerado. Transparente como suele serlo, la puertorriqueña se ha sincerado sobre este tema e incluso ha mostrado como nunca sus cicatrices.
Adamari abordó el tema de las cirugías estéticas en el reciente episodio de Ada y Chiqui de Show, el espacio que comparte con su gran amiga Stephanie Himonidis ‘Chiquibaby’. En la charla, la puertorriqueña recordó las circunstancias en las que se hizo su operación de senos. “Yo tuve cáncer a los 33 años, cuando me hice mi cirugía de senos, mi mastectomía, yo pensaba que jamás me iba a operar… Yo tenía un busto pequeño, paradito, bonito a mí me encantaba”, contó la presentadora, admitiendo que le gustaba su cuerpo tal y como era.
“Cuando me dijeron que tenía que estaba diagnosticada con cáncer sí fue un shock para mí y en su momento pensé dejarme una para amamantar, porque no era mamá y me hubiese gustado poder amamantar a mi hija, eso era como uno de los sueños que tenía”, explicó la conductora sobre su decisión de extirparse el seno enfermo.
“Fue un golpe duro cuando me levanté de la cirugía y me vi. Me pusieron inmediatamente un expansor que es como una bolsita que se va rellenando de líquido para poder volver a crear el espacio entre la piel y el espacio del busto y así después poner el implante que se quedaría permanentemente que es lo que tengo ahora”, relató la puertorriqueña.
Sin embargo, contó que en ese proceso perdió la simetría en su cuerpo. “El expansor me quedó más arriba y mi busto donde lo tenía… Entonces me veía como chueca”, recordó Adamari. “Ese expansor me lo tenían que rellenar cada semana, semana y media y entonces todo ese proceso fue fuerte y quizás angustioso”, reconoció.
“Como a los 8 meses fue que me vine a quitar ese expansor y me vine a poner el implante. Entonces más o menos quedó un poquito más nivelado, aunque siempre se veía como más bulto un lado que del otro”. Sin embargo, años después Adamari tuvo que quitarse el otro seno. “Tenía que seguir haciéndome diferentes exámenes para ver que no tuviera cáncer en el otro seno y terminé operándome los dos”, contó.
Orgullosa de su cicatriz, Adamari se resiste a ir al quirófano de nuevo por un tema estético
Con total naturalidad, la conductora mostró al público parte de la cicatriz que tiene de aquella operación. “Hoy día todavía me queda marca”, dijo al mostrar ante la cámara cómo quedó su piel años después de su cirugía. “Llevo la cicatriz con muchísimo orgullo”, dijo la boricua, quien recordó que ya la había mostrado antes en su libro Viviendo, y contó que después se hizo un tatuaje para darle a su a su busto un aspecto más natural.
“Yo creo que después de eso nadie quiere volverse a hacer una cirugía. Las cirugías que me he hecho han sido con relación a los senos y no me arrepiento porque hoy día estoy viva y estoy saludable”, expresó. “Tendría que ser algo muy vital como para que yo me meta en un quirófano y me opere”, aseguró. Incluso mencionó que, aunque no le gusta el exceso de piel que le quedó en el abdomen tras el embarazo y la pérdida de peso, no se ha animado a operarse.