Luego de seis años de confirmar su divorcio con Maky Moguilevsky, Juan Soler ha hecho un balance de lo aprendido en este tiempo y durante los 15 años que duró el matrimonio, en el cual formaron una familia junto a sus hijas Mía y Azul. Ahora, más maduro y sincero, tocó el tema junto a su actual pareja, Paulina Mercado, en uno de los episodios de su podcast en común; en donde ahondó sobre los motivos que lo orillaron a él y la actriz a optar por caminos diferentes.
“Nos dedicamos muchísimo a nuestras hijas. La mamá de mis hijas fue una mamá muy presente, una gran mamá. Por mi lado también fui muy involucrado, muy cercano, de llevarlas a la escuela y tomarme todo un año sabático cuando nacieron... Y vas dejando de lado a la pareja. Dejas de comunicarte, de estar cerca sin darte cuenta”, expresó luego de que Paulina lo cuestionara directamente sobre los motivos de su divorcio.
“No es algo planificado”, agregó. Y continuó: “Te das cuenta de que tus hijos crecen y ya no reconoces a la otra persona. Cada quien empieza a tomar caminos diferentes. A veces no aceptas el camino o las decisiones que tomó el otro”, dijo desde una perspectiva distinta, misma que ha adquirido con el tiempo. Con ello en mente, agregó sin rodeos: “Gran parte de mi divorcio fue por la comunicación”.
Juan recordó que cuando se casó puso atención a otras cosas más allá de los planes a futuro con la pareja. “Era la mujer perfecta, el lugar perfecto, la boda, los amigos. Un pachangón loco. Hablamos sobre tener hijos, pero no de las cosas que realmente importan: Los valores, la ética de la persona, la honestidad, la lealtad, la inteligencia emocional. Hablar en serio de las finanzas, lo que no perdonarías”, detalló.
Mucho más centrado, aseguró que no está dispuesto a perdonarle a una pareja la falta de lealtad, infidelidad, la agresión o indiferencia. Una charla que tuvo con Paulina Mercado, con quien lleva más de un año de relación, y que los llevó a tener mejor comunicación.
¿Qué cambiaría de su relación pasada?
Paulina, quien también expuso su experiencia tras su divorcio con el funcionario público, Pablo Ojeda, intentó una dinámica con Juan, en la que le pide regresar mentalmente al momento en su matrimonio en el que podría cambiar algo para rescatarlo; sin embargo, Juan aseguró que ya no se podría salvar. “Llega un punto en el que está tan roto todo que lo mejor sí es la separación”, dijo.
Lo que sí consideró fue regresar al día en el que conoció a su exesposa. Más concreto, aquel momento en el que ambos decidieron estar juntos: “Empezaría a dialogar y decir las cosas que me harían daño, las que nos harían daño como pareja. Lo que a futuro podría pasar. ¡Comenzar desde un lugar en donde haya más previsibilidad!”, argumentó.
Y después de esta experiencia reflexionó sobre cómo llevar una buena relación de pareja aún con hijos: “Tenemos que aprender que va a haber un día a la semana en el que no van a ver a sus papás porque se van a ir a festejar la vida, el amor, la relación. Papá y mamá se van de fiesta, a pasarla increíble”.