Conoce a Ricardo Morán, el productor peruano con mayor proyección internacional

¡Qué tal título! Gracias por eso. En realidad, la historia comienza por donde menos te la esperas. Yo originalmente quería ser ingeniero de sistemas y el día en que me iba a inscribir en la universidad dudé a la hora de firmar el prospecto.

No sé. Tal vez el hecho de que yo era fanático del cine y me gustaban las películas. Mi interés en la ingeniería de sistemas y en las computadoras creo que derivaba de mi gusto por el cine de ciencia ficción y no porque quería dedicarme a eso. Eso me hizo cambiar el prospecto y entré a comunicaciones para ser director de cine. Entonces tú dirás, ¿y por eso se convirtió en un productor o director de cine? No, porque dos años después me di cuenta que lo que quería hacer era convertirme en actor de teatro.

Entonces, abandoné la universidad y me dediqué a estudiar actuación de teatro con Roberto Ángeles, un gran maestro de las artes escénicas en Perú. Cuando terminé mis estudios de actuación, mi evaluación fue que yo era muy malo como actor y que si me habían permitido terminar el curso era porque Roberto Ángeles pensaba que yo tenía futuro como director de teatro. Y entonces me dedico a ser asistente de dirección y productor de las obras de Roberto, y de las mías.

En ese tiempo decido que quiero estudiar una carrera y que lo que quiero ser en realidad es fotógrafo. Entonces, entré a estudiar fotografía a un lugar muy profesional en Lima que se llama el Instituto Gaudí, dirigido por Roberto Huarcaya y Víctor Romero, gente muy top en la época en que se hacía con negativo el revelado de fotos y aprendí de todo; fotos publicitarias, foto estudio, teoría del color, composición. Fotografía. Y en ese momento, después de hacer dos años de eso y estar dirigiendo mi primera obra de teatro, volví a la universidad para ser director de cine. Entonces, cuando la gente me pregunta qué carreras he estudiado, honestamente no tengo cómo responderle, porque son varias. Lo que sí puedo decir es que tengo diez años de estudios superiores, pero no terminé ninguna.

Sí. El programa de ‘Mad Science’ iba dentro de un programa infantil que pasaban en Lima. Lo que ocurre es que ese show lo cancelan y en algún momento, entre las dos y las cuatro de la tarde, metían los siete minutos de ‘Mad Science’ entre los Súper Campeones y Pokémon [Risas].

Nadie sabía a qué hora verlo. Yo hice televisión un año sin que nadie supiera que el programa estaba saliendo al aire. No salían con un horario fijo. Al año siguiente, el canal propone que hagamos media hora y que lo hagamos los sábados, a las seis de la tarde.

Por eso yo digo que yo entré a la televisión siendo productor. La primera vez que empecé a hacer televisión fue cuando era niño, al tocar el triángulo en el programa de Mirtha Patiño [personalidad de la televisión en Perú]. La siguiente vez que empecé a hacer televisión fue como productor ejecutivo de mi propio programa.

No. Creo que a mí las cosas me han ido pasando. Y sí, he tenido una gran suerte... Si puedo reclamar un mérito, es saber decir que sí a todo, sin tener la seguridad ni el aprendizaje de nada.

No. Yo quería ser director de cine. Mi motor había sido ser director de cine, había terminado dirigiendo teatro, pero yo sentía que, eventualmente, tenía que volver a dirigir cine, que ese era mi camino.

Mi papá no entendía mucho lo que hacía con lo de ‘Mad Science’. Pensaba que era una campaña navideña de vender juguetes, o sea, que yo iba a estar en un mall repartiendo volantes o algo. De hecho, cuando alguien le dice que yo estoy en la televisión, él no lo entiende muy bien y ahí es cuando empiezan a comprender lo que está pasando. Había tenido ese éxito muy temprano y no sabía que tenía que guardar ‘pan para mayo’, no sabía que tenía que prepararme para el futuro. Y la vida te da lecciones...

En el 2006 se cancela ‘Mad Science’ y yo me quedé endeudado. Me tengo que mudar a vivir a un cuarto en la casa de una amiga. Y ahí es donde mi papá, por primera vez en la vida, a los 32 años, me hace frente. Me dice que de repente debería ser piloto. Mi papá era piloto aéreo y me dijo que me podría ayudar con eso, irme a estudiar a Buenos Aires, etc. Yo dije: ‘¡Pero papá, yo soy director de teatro!’ Es decir, ¿cómo podría ser piloto y dirigir mis obras de teatro? ‘Pero no estás dirigiendo’, me dijo. ‘Sí, pero algún día alguien me va a llamar’, le dije yo. ‘Bueno, ¿pero de dónde están llamando ahora?’ o sea...

En pocas palabras, mi padre me decía que tome acciones y responsabilidades sobre mis cosas. Llevaba 10 años siendo ‘la joven promesa’ a la que todo el mundo llamaba. Y evidentemente, cuando ya pasas los 30, ya dejas de ser joven promesa, te convierte en triste realidad y tienes que moverte tú mismo. No me estaba haciendo cargo de mí. Entonces, entendí el mensaje. De repente, la estrategia que él planteaba no la iba a tomar, pero sí el mensaje. Y empecé a buscar trabajo, cosa que yo nunca había hecho, como productor de eventos publicitarios, que en esa época era un negocio bastante grande.

Si quieres enmarcar todo lo que me había pasado en los últimos 20 años, yo había constantemente dicho que sí a cosas que no sabía cómo hacer y ya vería en el camino. Y así empecé a producir este programa grande de nombre ‘El último pasajero’. Eran ligas mayores con un show tipo estadio, con unos juegos gigantes, con una inversión millonaria que era supervisado desde Argentina, un programa que había estado en Telefe, y todo el mundo creía que yo podía hacerlo... y la verdad era que no tenía la más remota idea.

De ahí hago ‘Yo soy’, este programa de concurso de canto y fue mi segundo gol, ¡tremendo gol! Cambia muchísimo mi vida. Cambia el horario, cambia la televisión, y dura diez años, 36 temporadas.

De la misma manera que todo en mi vida, por una necesidad y sin saber mucho del tema. Finales del 2012, inicios del 2013. En un plazo de tres meses, el canal para que trabajaba en ese época me propone producir y decidimos aceptar hacer los programas ‘Rojo, Fama Contra Fama’, ‘Ponte Play’, La nueva temporada de ‘Yo Soy’ y hacer la primera temporada de ‘La Voz Perú’. Nos dan la licencia, de manera increíble, y en un plazo de cuatro meses hicimos todos esos shows.

¡Por supuesto! Tengo que decir que sí vivo en una situación de privilegio, claro que sí, y reconozco mi privilegio. Pero también pasa que soy ambicioso. Entonces, una vez que hacemos un programa, quiero hacer dos. Una vez que hacemos tres, quiero hacer cine. Quise finalmente cumplir el sueño de ser director de cine e hice una película en 2017 y ahora quiero hacer cinco o siete más.

Es complicado... como cualquier otra profesión en un país en el que, así como tiene muchas cosas maravillosas, también tiene muchos obstáculos. Los económicos.

Creo que el público peruano es un público sumamente fraccionado. Todos estas grupos de público son igualmente válidos e igualmente importantes, pero todos tienen gustos y miradas diferentes y patrones de consumo distintos. Entonces, es imposible querer atender a todos. Y cuando tú dices, bueno, voy a atender a este público, te tienes que limitar en tu ambición a lo que requiere.

Es un premio que reúne como nominados a todos los miembros de la industria. Todo el mundo tiene voz, hablan todos, o sea, hablan todos los nominados en todas las categorías y permite que todos podamos consumir, ver y enterarnos de lo que se hace en español en todo el mundo. Permite que veas lo que se está haciendo en otros países, cómo se está haciendo y eso te inspire, te motive, te insta a colaborar o a reproducir ese éxito o a construir sobre él.

Y mira, yo he salido de esta edición de los Premios Produ con un checklist de todo lo que me falta ver que no tenía en mi pantalla.

Si fuera posible, mañana mismo. Quiero hacer terror, tengo muchas ganas de hacerlo. Me encanta el género y quisiera hacerla pronto.

Los International Emmys, de los cuales soy miembro a partir de este año, para mí es un orgullo muy grande, porque además proviene de la recomendación de otros productores y realizadores, miembros, que tuvieron a bien recomendarme para formar parte de un evento que reúne a lo mejor de la televisión de todo el mundo.

Creo que sí. Los peruanos que somos miembros somos cuatro: Hugo Colla, Susana Umbert, Cecilia Gómez de la Torre y yo.

Un poco perplejo. No sé por qué ha sido, pero muy emocionado, muy honrado. Yo no me la creo nunca. He tenido la oportunidad de haber evaluado una categoría muy importante con seres de todo el mundo que me han motivado, que me han emocionado. Me pidieron que evalúe ‘The Great British Bake Off’ en su temporada 15.

O sea, de golpe me han ocurrido, en dos meses, tres cosas que han cambiado para mí, mi panorama del año... cuatro cosas. La confirmación del éxito de ‘Grand Chef’, la invitación a participar en los Premios Produ, la invitación a ser jurado de los International Emmys. Y finalmente, el hecho de que mis hijos ya son peruanos, que es la más importante. Y todas han ocurrido en un periodo de 60 días. O sea, ¡estoy muy feliz!