Fue en el 2019 cuando Estados Unidos se veía en la mira por un escándalo que llamaba fuertemente la atención. Un grupo de reconocidas personalidades, entre las que se distinguían algunas actrices, se veían como parte de una investigación del FBI en un caso de sobornos para conseguir que sus hijos fueran admitidos en universidades. Lo que parecía una entramada situación en la que participaban desde autoridades universitarias hasta los padres que pagaban los sobornos, un sinfín de personas que jamás imaginaron verse involucradas en un crimen pasaron por la corte y, algunos de ellos, hasta por prisión. Ese fue el caso de Felicity Huffman, protagonista de Desperate Housewives, que se vio inmiscuida en el escándalo. Su situación fue tan particular que grandes amigas, como Eva Longoria, decidieron dar la cara por ella y escribir al juez una carta para reflejar el tipo de persona que es y cómo esta situación fue un fallo atípico de su personalidad. Ante esto, la actriz fue sentenciada a 14 días de prisión, una multa de 30,000 dólares (el doble de lo que ella pagó por el soborno), un año de libertad condicional y una condena de 250 horas de trabajo comunitario. La actriz se mostró en todo momento dispuesta a cumplir con la pena que se le había impuesto, y por una situación de practicidad, pudo salir dos días antes de prisión, momento desde el que no volvió a hablar del tema, sino hasta ahora. Felicity ha roto el silencio sobre lo sucedido después de cuatro años, dejando claro que, la única razón por la que recurrió a esta situación fue porque estaba convencida de que su hija no tenía otra alternativa para acceder a una educación universitaria.
MÁS NOTICIAS COMO ÉSTA
Después de la tempestad, la hija de Felicity Huffman anuncia que fue admitida en una universidad
Felicity Huffman es liberada de prisión dos días antes de cumplir su sentencia
Qué ha dicho Felicity Huffman
Fue durante una entrevista con Good Morning America que Felicity dio sus primeras declaraciones desde que se desató la polémica. “La gente asume que me metí en esto como una manera de engañar al sistema, haciendo grandes tratos criminales atrás de un callejón, pero ese no es el caso. Trabajé con un consejero universitario altamente recomendado llamado Rick Singer. Trabajé con él por un año y confié en él implícitamente; recomendaba programas y tutores, y él era el experto. Y después de un año, comenzó a decir: ‘Tu hija no va a entrar a ninguna de las universidades a las que quiere ir’. Y le creí”, narró sobre lo sucedido.
“Cuando poco a poco comenzó a presentar el esquema criminal, parecía -y sé que parece una locura en este momento- que era mi única opción de darle un futuro a mi hija. Sentía que debía darle a mi hija una oportunidad en el futuro. Sé que en retrospectiva es 20/20, pero se sentía como que si no lo hacía era una mala madre. Así que, lo hice”, explica sobre la situación en la que se vio involucrada como un sinfín de padres que fueron perseguidos por la ley tras aceptar los esquemas que proponía este hombre que contaba con grandes accesos a distintas universidades estadounidenses. “Y era un poco como que era el futuro de mi hija, lo que significaba que tenía que romper la ley. Pienso que la gente con la que estoy en deuda y a la que le debo una disculpa es a la comunidad académica, y a los estudiantes y las familias que se sacrifican y trabajan verdaderamente duro para llegar a donde están de forma legítima”.
Felicity confiesa que se arrepintió de haber aceptado casi inmediatamente, de hecho, justamente antes de que su hija presentara el examen que fue alterado, ella ya tenía un enorme remordimiento, por lo que lamenta no haberse detenido en ese momento. Curiosamente, a pesar de lo que le dijo el experto universitario, después del escándalo, su hija presentó por cuenta propia el examen de admisión generalizado en Estados Unidos conocido como SAT y no solamente lo pasó, sino que fue aceptada en la Carnegie Mellon University, en donde estudia teatro.
Felicity Huffman se declara culpable: ‘He traicionado a mi hija’
La incredulidad ante su detención
La actriz ha confesado que pensó que se trataba de una broma cuando las autoridades llegaron a su residencia. “Llegaron a mi casa, despertaron a mis hijas a punta de pistola, una vez más, nada nuevo para la comunidad negra y café, luego pusieron mis manos en mi espalda y me esposaron. Pregunté si me podía vestir. Pensé que era una broma. Literalmente volteé hacia una de las personas del FBI en su chaleco antibalas y pistola, y dije: ‘¿Es esto una broma?’”.
La razón por la que la actriz decidió romper el silencio fue para apoyar a la organización A New Way of Life, que se dedica a ayudar a mujeres que estuvieron en prisión para reintegrarse a la sociedad. “Quiero usar mi experiencia y por lo que he pasado y el dolor para traer algo bueno”.