Cuando Borja Voces salió de su natal España para perseguir sus sueños en América, lo hizo con una maleta llena de ilusiones y mucho empeño que han dado frutos. Nueve años después, el presentador de Edición Digital y Primer Impacto, volvió al país europeo, esta vez con el triunfo por delante y como protagonista de la Noche de Estrellas de los Latin Grammy 2023, en donde compartió cámaras y micrófonos con Clarissa Molina, Chiquinquirá Delgado, Raúl de Molina y Carlos Baute sobre la alfombra roja del gran evento que, por primera vez, se llevó a cabo fuera de Estados Unidos.
Orgulloso de sus logros y aún con muchos sueños y planes a futuro, Borja nos cuenta cómo fue esta experiencia que pudo compartir en vivo con sus padres,Miguel y Pilar, quienes siempre lo han apoyado en cada paso de su carrera. Mucho más tranquilo y aún con el sabor del éxito que la entrega de premios le dejó, Voces se encuentra relajándose en una casa familiar a las afueras de Madrid, desde donde concedió una emotiva entrevista para HOLA! Américas: “Es uno de mis lugares favoritos del mundo. Es una casa que mis papás tienen en el campo y, después de haber estado en Sevilla, me quedé toda esta semana de Acción de Gracias. Qué mejor que con las personas que me dieron la vida, que son mi mamá y mi papá, estoy disfrutando de ellos cada segundo”, nos dice con una cálida sonrisa.
Además de dar detalles de cómo fue regresar a su país con este importante evento musical, Borja, de 39 años, nos revela que entre sus sueños y planes a futuro en el ámbito personal está convertirse en padre, para transmitir sus valores a un pequeño. Sobre la misma línea, nos detalla qué es lo que busca en la persona que le gustaría como compañera de vida, con quien formaría esa deseada familia.
Entusiasmado por seguir creciendo en su carrera, el originario de España nos habla del proyecto de televisión que tiene en mente, con el que uniría a la comunidad latina en horario estelar. Y con un espíritu festivo contagioso, nos revela sus planes para los festejos de fin de año, así como el ritual que no puede faltar cada 31 de diciembre.
Háblanos de tu participación, por séptima vez, en la ‘Noche de Estrellas’ de los Latin Grammy.
“La verdad que fue una experiencia muy mágica. Este fue un año muy especial, lo primero porque se hacía en mi país, España, y volver a la televisión de tu país, además retransmitido por Radio y Televisión Española, después de tantos años de la mano de la cadena hispana número uno de los Estados Unidos, Univision, y de la premiación más importante de la música latina, pues definitivamente fue algo muy mágico, muy bonito.
Hubo muchos nervios porr la gran responsabilidad. Antes de comenzar, pensé en todo el cariño del público latino, en todo lo que en estos nueve años he conseguido a base de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio; porque, como todo inmigrante sabe, dejar su país y a su familia es un reto complicado. Simplemente quise celebrarlo y pasármelo bien.
Y la segunda parte, y no por eso menos importante, es que tenía mis padres ahí. Es la primera vez que he podido traerlos a unos Latin Grammy. Cada vez que terminaba una entrevista con un artista, buscaba sus ojos y esa aprobación sincera porque te miran con el corazón. Además de su sonrisa y el orgullo en sus cara. Al final los tres nos fundimos en un abrazo cuando terminé el programa. Son momentos emocionantes que voy a atesorar en mi corazón de por vida y que definitivamente se lo debo todo al público latino en Estados Unidos”.
¿No te ponías nervioso de saber que estaban observándote tus padres?
“Pues es que mis padres siempre han observado todo mi trabajo. De hecho ven todos los días los programas que hago. Como ‘Edición Digital‘ que es el noticiero del mediodía y en España es a las 6:00 de la tarde, ese les cuesta un poco más. Por eso lo bueno es que como se emite también a través de Facebook, ellos me pueden ver mientras hacen sus actividades. Cada que acaba de verlo mi madre, siempre recibo un WhatsApp en el que me dice: ‘Ay, esto me gustó mucho. Esto no me gustó tanto. Aquí estuviste muy bien, aquí no. Hoy no te he visto muy bien porque estaba con mis amigas tomando café o con los nietos, pero siempre te dejo de fondo’.
Y luego, Primer Impacto, que es a las 5:00 de la tarde en Estados Unidos, a la 11 en España, ahí ya les tengo en casa. Normalmente siempre me ven juntos, ven el segmento y después también me escriben.
Y fuera de qué me pueda poner un poco más nervioso, es al revés. Siento que me dio mucha tranquilidad. Fue un momento en el que estamos una vez más con todo lo que hemos soñado, porque al fin y al cabo yo siempre había soñado con estar en un prime time de televisión en mi país”.
Este año, ¿con qué anécdota o aprendizaje te quedas?
“Una anécdota que me pareció muy bonita y que habla mucho también de la clase de persona que es, cuando Pablo Alborán subió al escenario donde le estaba entrevistando y empezamos a hablar un poquito antes justamente de que pasaran con nosotros. Yo a Pablo le conozco hace muchos años y he cubierto muchos de sus grandes éxitos, y me pareció muy bonito porque cuando le dije que mis padres estaban ahí, me preguntó sus nombres. Al terminar la entrevista me dijo, voy a conocer a Miguel y a Pilar y se acercó a ellos, estuvo platicando un ratito y eso me parece que dice mucho un artista, cuando realmente se interesa por conocer un poco la vida del presentador. No todos lo hacen, tampoco todos tienen por qué hacerlo, pero ya que Pablo lo hizo, pues me encantará resaltarlo.
Y este año me quedo con la gratitud. He podido ver todo el cariño y apoyo que me ha dado el público latino por la relación tan bonita que tenemos. Yo volvía a España, el mismo país del que me fui hace nueve años, pero las circunstancias cambiaron en un giro de 180°, he vuelto a trabajar en la misma televisión con la que un día también trabajé, pero en unas circunstancias y en unas situaciones completamente distintas. En algún momento hay un punto de: ‘miren lo que he conseguido sin el apoyo de mis compatriotas’, pero no quise llevarlo por ahí, sino más por el lado del agradecimiento. Y es que, si antes estaba involucrado en la comunidad hispana de Estados Unidos, ahora mucho más, son lazos o pruebas que yo voy pasando y que definitivamente me van acercando cada vez mucho más a esta bella comunidad”.
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Y hablando de esta época familiar, cuéntanos cómo vas a pasar Thanksgiving y Navidad.
“Pues como justamente Latín Grammy se coló en noviembre y era en España, decidimos que aprovechando el viaje me iba a quedar aquí esta semana de Thanksgiving para pasarlo con mi familia.
Entonces hemos decidido que este diciembre lo voy a pasar en Miami. Nunca he pasado unas Navidades con mi familia, o sea mis amigos, en Miami y creo que puede ser una experiencia diferente. Ya hemos pautado que esta semana va a ser semana familiar, me levanto con ellos y por la mañana vamos a una huertecita que tienen, me están enseñando todo lo que están haciendo: tienen tomates, coliflores, ¡es muy divertido! Vamos a caminar por la zona. También hemos ido al supermercado, pues las cosas que uno hace con sus padres”.
¿Qué disfrutas y extrañabas de casa?
“¡Las cosas ricas que mi madre cocina! Hoy me he comido unas chuletitas de cordero increíbles con unas patatas fritas que son de la huerta de mis padres. Una ensalada con tomate, me encanta. Las albóndigas, también las croquetas. Mi madre, señores, hace unas croquetas ¡con un bechamel!
Creo que empatizo con cualquier inmigrante que nos esté viendo en este momento, ya que no podemos dar a nuestras familias tiempo de calidad. Por eso me gusta estar con ellos, escucharlos a veces, evidentemente, pues también discutimos. También tenemos puntos de vista diferentes, pero eso es lo bueno de las familias, el entendimiento, la apertura y tener conversaciones íntimas que hace tiempo, por la distancia, no tenía. Poder repasar algunos temas de mi vida y comentarlo con ellos... Eso no tiene precio y lo estoy disfrutando mucho”.
Con esta forma tan bonita de la que hablas sobre los valores familiares, ¿has pensado en casarte o en formar tu propia familia?
“Sí, lo pienso muy a menudo y me encantaría. Siempre he tenido ese sueño de ser padre, pero no por tener un retoño y que se parezca a mí. En el fondo siempre he dicho que a mí me gustaría tener un hijo por el simple hecho de poder transmitir los valores tan bonitos que mi familia me ha dado. He tenido mucha suerte de haber nacido en esta familia, y es algo que comentamos muchísimo.
Hemos visto fotos de la vida de mis padres. Estoy un poco más interesado en conocer cómo eran ellos de pequeños, también en mi infancia. Llevo muchos años haciendo terapia, pero ahora está enfocada en el pasado y me interesa mucho saber cómo era, recordar esas cosas tan bonitas me parecen impresionante y no me lo quiero perder.
He visto tanto amor en mi casa, que también entiendo que hay una responsabilidad para con ello. No quiero traer un hijo al mundo para que lo cuide a alguien. No quiero tener un hijo al mundo, por ejemplo, lo respeto muchísimo y me parece súper valiente tener hijos cuando uno es soltero. Realmente yo no tengo el tiempo en este momento, o sea, ahora mismo mi carrera profesional está en un momento en el que tengo que seguir empujando y trabajando fuertemente. Entonces imagínate con un horario que yo salgo de casa a las 9:00 de la mañana y llego a casa a las 7:00 de la tarde, pues evidentemente es difícil criarlos, es difícil el que yo pueda transmitir todos esos valores constantemente a mi hijo
Entonces, creo que será hasta que no conozca a esa persona que me pueda ayudar a la educación de mis hijos. Porque para tener un hijo simplemente por el hecho de que lleve mis ojos o que se parezca a mí o que tenga mi sangre, siento que no sería justo. Esperaré y ojalá se me dé, esa es mi esperanza y ojalá también por supuesto, que encuentre una persona buena que me acompañe en este en esta maravilla de la vida”.
¿Qué buscas en esa persona?
“Pues es que yo creo que cuantas más trabas te pongas o cuantas más planificaciones hagas en tu cabeza, llega Dios y al final te manda esa persona que te revoluciona y te cambia absolutamente todo. Por lo cual, lo más importante y quizá lo más difícil es que sea buena persona, alguien que tenga buenos valores. El resto, físicamente te entra por los ojos, pero siento que muchas veces lo eso se desvanece muy pronto.
He tenido diferentes relaciones, quizá en muchas ocasiones atraído meramente por lo físico y ya me he dado cuenta a mis casi 40 años que eso no funciona, que no tiene ninguna cabida. Hay otros valores que son mucho más importantes y yo estoy en eso. En este mundo en el que vivimos, de la belleza, de las redes sociales, de que todo el mundo trata de ser perfecto; más que la perfección busco la imperfección. Busco el encanto, la personalidad”.
Y entre tus proyectos profesionales, ¿te gustaría retomar el canto o la actuación.
“La música me ha acompañado toda la vida, pero, cuando llegué a Estados Unidos y me di cuenta del poder que tiene un presentador en cambiar vidas, en empoderar y poder influir en las decisiones de muchas personas, creo que ese es un don y una responsabilidad que hay que cuidar.
Ya estuve en el mundo de la música y saqué dos álbumes, y ahora además con todas las premiaciones musicales que tengo el honor y el gustazo de presentar, veo también que es una profesión muy ingrata, muy difícil. Algo en la que, lamentablemente, no todos los buenos llegan a lo alto. Depende de tantos factores el tener que me parece muy difícil y siento que no es mi lugar.
Y el mundo de la actuación, pues más o menos igual. No es una cosa que me la plantee”.
¿Qué proyecto sí te planteas?
“Aún tengo ese gusanillo de seguir evolucionando y creciendo en mi carrera profesional. En tener ese programa estrella, mi sueño, que puede ser un gran proyecto es un programa humanitario. Es un programa de sorpresas. Me gustaría que pusiéramos la televisión al servicio del ciudadano, poder darle todo eso que los latinos me han dado a mí. Una producción inmensa y con recursos para poder cambiar vidas. Creo que eso a la gente le encanta y es muy motivacional, porque al verlo sientes que puedes tener esa misma oportunidad.
Quizá algo en donde podamos reencontrar familias que no se han visto en mucho tiempo, que podamos ser testigos de reencuentros o de pedir un perdón o también a los artistas que son bienvenidos y puedan tener esa capacidad para sorprender a sus fanáticos. Un programa blanco, un programa divertido, un programa de entretenimiento donde toda la familia pueda estar unido y todos podamos soñar juntos, que yo creo que hace mucha falta”.
¿Te ves regresando a España a la televisión o ya te quedarías en Estados Unidos?
“La respuesta la tengo súper clara: no, ya no regresaría. Volver ahora mismo no está en mis planes y de hecho prefiero mucho más la televisión que se hace en los Estados Unidos que la televisión que se hace en España.
Algo que me encanta de la comunidad hispana en Estados Unidos es que es la más generosa que he conocido. El que menos tiene, más da y poder formar parte de una comunidad así es muy bonito. Siento que los españoles hemos perdido un poco esa empatía. Mi carrera durará en Estados Unidos hasta que el público quiera. De momento no tengo ninguna intención de regresar de forma permanente a mi país”.
¿Cuéntanos cuál es esa tradición de fin de año que más te gusta?
“Bueno, en casa se comen las 12 uvas, pero yo desde pequeño no fui muy caprichoso con la comida. Vamos, comía muy mal. Hasta la fecha no le he pillado el sabor a la fruta, entonces lo de las uvas iba a ser un poco complicado, y me daban moras de gominolas, como caramelitos chiquititos para los deseos de Año Nuevo.
Algo también muy importante es que me escribo en un papel tres cosas que me gustaría conseguir en el año siguiente. Lo doblo meto el papel en el pie derecho y cuando estoy comiéndome las 12 moritas tengo el pie izquierdo levantado para entrar en el Año Nuevo con el pie derecho. Esa es una tradición que siempre he hecho y de momento se me está cumpliendo, se me están cumpliendo.
Le recomiendo a toda la gente de HOLA! Américas que lo intenten, pueden hacerlo con uvas (risas), todos los años, por lo menos, se me han cumplido uno o dos de esos deseos”.