Luna del Mar Pernía estuvo ausente de sus publicaciones en las redes sociales por unos días. El motivo fue más delicado de lo que parecería, y es que en días recientes, la hija de Gregorio Pernía estuvo hospitalizada luego de que su cuerpo le diera señales de que algo no iba bien. Sincera y reflexiva, la joven de 17 años explicó a detalle qué fue lo que la llevó a poner una obligatoria pausa en su agenda y a alejarse de la opinión pública, dejándola con una gran lección de vida que nunca olvidará.
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“Yo nunca he estado de acuerdo con algunas personas/influencers que dicen que no les afectan los comentarios que hacen los demás. Especialmente porque no les creo”, escribió precisamente en su perfil de Instagram. “No todas las opiniones son trascendentales, pero para bien o para mal lo que uno lee o escucha por aquí queda en la parte de atrás de la cabeza, como dicen por ahí”, continuó, dejando ver que algunos comentarios que recibió desde tiempo atrás se quedaron en su mente llevándola a tener conductas poco saludables.
“Todo esto lo digo porque bueno, no sé si sepan pero recién atravesé una hospitalización que me hizo poner los puntos sobre las íes respecto a mi salud y lo que yo daba por sentado”, reveló. “Creía que mi cuerpo era lo suficientemente fuerte como para resistir el desorden en el que uno se ve envuelto en el día a día. Hablo de comer a deshoras, no comer, comer mal, entre otros”, anotó desde la sinceridad de su corazón.
Y añadió: “Yo pensaba que por más que exprimiera a mi cuerpo siempre volvería a ‘estar bien’. Pero no. Nunca estuve más equivocada. Mi cuerpo no hacía sino darme señales de alarma hasta que ya no pudo más”. Luna agregó: “Un dolorcito en mi abdomen que yo creía que era solo eso resultó dejándome varios días hospitalizada. Fue bastante duro y lastimosamente aprendí a las malas que uno sin salud no es nada. No. No lo es”.
El proceso que la ayudó a perdonarse a sí misma
Aunque no fueron días sencillos, Luna aprendió una gran lección, pues la pausa que tuvo que hacer en su rutina la llevaron a perder mucho peso durante su recuperación. “Me sentí culpable por el tiempo que di por sentado el cuidado de mi alimentación y mis hábitos saludables. En definitiva fue un proceso que me hizo reflexionar acerca de la vida en general. Me ayudó a perdonarme y a poner mi salud primero que cualquier cosa”.
Con la madurez que esta experiencia le dejó, Luna comentó que aprendió a identificar el tipo de comentarios que llegan a sus redes, los cuales analiza con cuidado antes de decidir cómo le afectarán en su vida personal. Y como consejo, añadió: “Hay que tratar de hacer esta distinción (aunque sé que no es fácil) con lo que dicen los demás porque corre uno el riesgo de volverse loco”.