Diana Silva, Miss Venezuela, sobre su legado: ‘Poner el nombre de mi país en alto es una de las mejores cosas que me ha pasado’

Yo quiero que ya pase. Ha sido un año arduo de trabajo con un equipo maravilloso y hoy en día me siento completamente preparada para mi representación en Miss Universo.

Yo crecí viendo el Miss Venezuela desde mi casa. Incluso tengo un video en mi Instagram, en donde estoy a los tres años y mi tía me gritaba: ‘Mira que bella la próxima Miss Venezuela’. Entonces, imagínate para mí yo lo soñé desde que tenía 10 años, cumplir esta meta que por tanto tiempo lo he estado trabajando. El hecho de yo compartir con mis padres y decirles ‘su hija es miss Venezuela’, es un orgullo no solamente mío, sino para toda mi familia, mi red de contención que me ha apoyado y ha sido parte de toda mi preparación. Es una presión, es una responsabilidad, pero sobre todo yo me siento bendecida de llevar a Venezuela en los concursos de belleza.

Nuestro lema es buscar y hacer de la belleza un movimiento que empodere a las mujeres, entonces tener la oportunidad de poner el nombre de Venezuela en alto es una de las mejores cosas que me ha pasado en mi vida.

La mujer venezolana se caracteriza por esa personalidad arrolladora. También somos mujeres trabajadoras, porque todo lo que nos proponemos lo cumplimos. El concurso Miss Venezuela se ha encargado de preparar a una representante que pueda demostrar todas esas cualidades que nosotras como venezolanas tenemos.

Mi papa es músico y en mi casa crecimos con la vena artística, mi hermano pinta, mi papá toca cualquier instrumento de cuerdas, yo aprendí a tocar la guitarra acústica y siempre hemos tenido ese interés profundo por el arte. Desde muy chiquita bailé danza contemporánea, lo hice por seis años y fue justamente el hecho de estar yo inclinada hacia la danza lo que me llevó a formarme en una academia de modelaje.

Mi mamá ha tenido el interés de que nos formemos, tanto yo como mi hermano, y se le ocurrió la idea de no solamente preparame en cuanto a la danza y el baile, sino también en una institución integral donde me iban a dar pasarela, danza, protocolo y qué mejor manera de empezar en el mundo de los reinados de belleza que en una escuela de modelaje. Y es muy normal aquí en nuestro país que quiere y le emociona hablar acerca de una pasarela. Desde muy pequeñas ya se enciende esa pasión por los concursos por demostrar el fuego interno que tenemos las venezolanas.

La situación más complicada, no solamente para mí, sino para toda mi familia fue cuando a mis abuelos les dio COVID. Unas personas de una edad tan avanzada con COVID era muy preocupante. Mis abuelos también ya sufrían otras enfermedades debido a su edad y me acuerdo que tuvimos que llevar a mi abuela al hopsital y recurdo el momento en el que la estaban internando, yo no sabía si la iba a volver a ver. Entonces el temor de capaz tener unas últimas palabras con una persona tan importante, para mí fue desgarrador, gracias a Dios hoy en día mis abuelos están muy bien, yo vivo con ellos.

Tomamos la decisión de que yo me mudara gracias al susto que tuvimos, me siento muy feliz y sobre todo bendecida de tener la oportunidad de compartir todos los días con ellos. Esto me abrió los ojos, tengo una nueva perspectiva de siempre aprovechar cada momento que tenga, de decirle a mis seres queridos que los quiero mucho.

El momento en el que ella me corona (en Miss Venezuela), ella me realizó una pregunta muy importante. Ella me preguntó si yo me sentía preparada, claro en ese momento que yo no me podía creer que estaba convirtiendo en la Miss Venezuela, yo le respondí, ‘sí claro, tengo el cabello perfecto, ponga la corona’. Pero ella, después me volvió a decir, ‘Diana ¿realmente tú analizaste la pregunta que yo te hice en ese momento?, ¿tú estás preparada para llevar la responsabilidad de ser Miss Venezuela en el Miss Universo? Un sinfín de niñas te van a ver como inspiración en este momento, ¿te sientes bien, te sientes preparada?’ y fue ahí donde yo entendía que ella me estaba preguntando como yo quería llevar mi reinado como Miss Venezuela y ahí fue donde yo empecé a trabajar.

Esto fue antes del Miss Universo. Ella participó y quise reunirme con ella, para saber cómo se sentía y cómo había vivido la experiencia del Miss Universe. Y la mejor respuesta y consejo que me dio fue que me viviera el momento, que disfrutara cada experiencia que el universo me iba a brindar en esta ocasión.

Yo se los debo a mis padres, a esa formación que me dieron desde muy pequeña de poder ser positiva en cualquier adversidad. Entender que para todo va a haber un comentario positivo y uno negativo. Yo voy a decidir cómo sentirme; voy a tomar lo positivo o lo negativo, yo voy a comprar el ticket de saber si lo que tú me estás comentando me va a servir en mi formación, me va a servir como ser humano o no.

Las críticas las he llevado incluso con humor, algo que muy pocas personas esperan sobre todo al criticar o hacer un mal comentario. Yo sí me tomo el momento de responderles por ejemplo ‘ah no te gusta mi ropa, voy a estar esperando tu consejo para mi próximo outfit’ y esa interacción con esas personas hace que se rompa el hielo de una manera u otra para que ellos tampoco se sientan atacados por mi respuesta sino todo lo contrario, buscar hacer algo negativo, algo positivo.