Desde que Ximena Duque se despidió de los sets de grabación en 2017, sus fans han estado a la espera de su triunfal regreso a las telenovelas. Sin embargo, la ahora empresaria ha dejado muy claro que, aunque no se cierra las puertas, esto sólo sucedería con algo escrito o dirigido por ella. Y a pesar de que ya se encuentra trabajando en un proyecto que la regresaría al mundo del espectáculo, hay otro detalle con su esposo, Jay Adkins, por el que no participaría en un melodrama romántico.
“Si yo regreso a la televisión, y ya mi esposo también me lo dijo, la familia lo es todo”, comentó en su reciente visita al podcast de Rodner Figueroa. Fue ahí en donde reveló la conversación que ha tenido con Jay al respecto: “Él me lo dijo: ‘Para mí sería muy duro que regreses a la televisión y verte besando con otro hombre. No creo que sea capaz de aguantar eso’. Él dice que no es celoso, pero obvio que sí”.
Ximena está de acuerdo con su esposo, una decisión que han tomado como pareja y con el tiempo. “Hace cinco años hubiera dicho: ‘Si no le gusta, de malas. Él me conoció siendo actriz’. Hoy en día en lo absoluto tengo esa actitud”, expresó. Y entre risas aseguró que sólo hay una forma en la que volvería a protagonizar escenas románticas: “¡A menos de que me pongan una doble! Que sí se puede”.
Por lo pronto, adelantó que ya trabaja en un guion con el que cumpliría su sueño de incursionar en el detrás de cámaras de una producción televisiva. Y aunque no reveló las fechas en las que podríamos ver este proyecto al aire, siembra la esperanza en sus fans que seguro la apoyarán incondicionalmente.
Ximena Duque y Jay Adkins, unidos por el destino
En esta amplia charla con Rodner Figueroa, Ximena recordó su vida por completo, desde que sus padres llegaron de Colombia a Estados Unidos, sus sueños por ser actriz, el nacimiento de su hijo Cristan Carabias junto a su entonces pareja, el actor Christian Carabias y, por supuesto, su historia de amor con Jay Adkins, el padre de sus hijas Luna y Skye.
La empresaria recordó que se conocieron en la happy hour de un bar a la que ninguno de los dos quería ir, pues no beben. A cada uno por su parte, lo convencieron sus amigos y fue ahí en donde la flecha de Cupido los atrapó. Fue amor a primera vista, con un coqueto juego de miradas a través del lugar.
Ximena le aseguró a sus amigos que así era el hombre que quería como padre de sus hijos. Él, al principio pensó que ella salía con uno de sus amigos en la fiesta; pero Ximena ideó todo para que notara que estaba soltera y fue entonces como Jay, en una arriesgada jugada a la que no estaba acostumbrado, se acercó a hablarle.
El resto es historia. La pareja se casó en 2016 y tiene dos hermosas hijas en común. Juntos crearon su propio imperio y son de las parejas más sólidas del espectáculo.